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    María Luisa Segoviano, la nueva presidenta de la Sala de Lo Social del Supremo.

    La jueza vallisoletana llegó al Alto Tribunal en noviembre de 2006, a la sala de Lo Social, que ahora va a presidir. Es una especialista en estos temas, con los que ha desarrollado su amplia carrera como jurista.
    Esteban Palazuelos
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    La jueza María Luisa Segoviano, en la playa de Larache, donde pasó parte de su infancia.

    El padre de María Luisa Segoviano era también juez. Parte de su infancia la pasó en Larache (Marruecos), donde aparece en la imagen en la playa jugando con la arena.
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    Maria Luisa con su hermana Julia, con el uniforme del colegio Santa Isabel de Larache.

    Realizó parte de sus estudios en el histórico Colegio Santa Isabel de Larache, en el Protectorado Español de Marruecos, junto con sus hermanas.
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    María Luisa Segoviano, en el Tribunal Supremo.

    Algunas de sus sentencias más importantes han sido en referecias a desigualdades que sufría la mujer tanto en el ámbito laboral como en el de la Seguridad Social por el hecho de serlo.
    Esteban Palazuelos
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    Maria Luis Segoviano y sus hermanas, con su madre en Tánger.

    La madre de María Luisa Segoviano también se licenció en Derecho cuando muy pocas mujeres estudiaban en la facultad. En concreto, en su clase estaba ella y otra compañera únicamente. Aquí aparece con sus hermanas.
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    María Luisa Segoviano con su padre y su hermana Julia en Assila (Marruecos).

    Cuando fue nombrada presidenta de Lo Social, María Luisa Segoviano se acordó de sus padres (en la imagen aparece con su hermana y su padre) y de lo emocionados que estarían si la vieran ahora.
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    Maria Luisa Segoviano, en la biblioteca del Tribunal Supremo.

    La jueza vallisoletana aboga por una justicia más inteligible ante el ciudadano pues cree que muchas veces la institución está denostada porque no se la comprende.
    Esteban Palazuelos
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    María Luisa Segoviano, de bebé, en Corcubión (Galicia).

    Segoviano confiesa que no pensó nunca en ser otra cosa porque de los siete hermanos que son seis se han dedicado a trabajos relacionados con la Judicatura.
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    María Luisa Segoviano, en su etapa universitaria.

    Cuenta como anécdota que siendo la jueza, recibió en su despacho a un hombre que quería explicaciones sobre una de sus sentencias porque había perdido. Tras un rato, el hombre le espetó: 'Bueno, no me hagas perder más el tiempo y llama al juez".
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    María Luisa Segoviano, la primera mujer en ser presidenta de una sala del Supremo.

    No le molesta que la llamen jueza feminista si "por feminismo entendemos la defensa a ultranza de la igualdad, pues por supuesto que sí lo soy".
    Esteban Palazuelos
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    María Luisa Segoviano, de joven, en el Casino de Palencia.

    Su imagen nunca la ha perjudicado, pero la jueza Segoviano asegura que "respecto a las juezas a veces hay comentarios de qué moderna, qué atrevida, cosa que no he oído de ningún compañero".
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    La jueza María Luisa Segoviano, recién llegada a Barcelona.

    Señala sus años en el País Vasco, en un Juzgado de Primera Instancia, como una de las etapas más complicadas por la situación que vivían los jueces en ese tiempo.
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    María Luisa Segoviano, junto a sus seis hermanos, en Tánger.

    Reconoce que las comidas familiares en su casa, con tanto jurista en la mesa, son un debate acalorado sobre temas de derecho, que demuestra el amor en esa familia por la Justicia.
C. S.