Noticias relacionadas
Amanece en Nueva York. Pero en esta historia no hay ni desayuno con diamantes ni un largo paseo por Central Park. El día de Carmen Vidal (Eivissa, 1981) comienza con un café solo y un sinfín de proyectos, aunque sorprendentemente también parece sacado de una sala de cine. Es precisamente este séptimo arte el que llevó a esta ibicenca a la Gran Manzana, donde reside desde hace 16 años. Ganadora de ocho NY Emmys Awards y un Student Academy Award esta guionista, directora y productora de televisión española-americana ha conseguido que sus proyectos sean exhibidos en festivales internacionales, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, PBS, la ONU, LeMonde.fr y la cadena de televisión ARTE. Ahora, vuelve a estar nominada a tres NY Emmys que se fallarán el próximo 30 de octubre.
Su pasión por el mundo del cine le hizo salir de su querida isla para estudiar Comunicación Audiovisual en Barcelona. De ahí, Carmen Vidal se trasladó a Praga para formarse en una de las escuelas de cine más prestigiosas de Europa. Su viaje continuó en Nueva York y Cuba, donde se especializó en este arte de las imágenes.
Carmen Vidal lleva la palabra multidisciplinar grabada en la frente, ha tocado todos los palos posibles dentro de la industria: dirección, montaje, dirección de fotografía, escritura de guiones, videoclips, cortos, documentales, anuncios... "Cada día es diferente, puedo estar rodando o desarrollando y escribiendo un nuevo proyecto, acudir a reuniones con productoras, trabajar desde casa editando, viajar fuera", cuenta durante su entrevista con MagasIN.
Fue en Nueva York donde se alzó con su primer premio: el Student Academy Award, el Oscar de Estudiantes. "Para mí recibir un galardón con tanto prestigio fue un punto de inflexión muy grande, y gracias a ese reconocimiento me ofrecieron un puesto de trabajo en la televisión pública", cuenta Vidal, que lleva ya quince años trabajando como productora de contenidos y realizadora en los magazines televisivos Nueva York y Latinas en la televisión pública CUNY TV. En este espacio muestra la vida de los latinos en la ciudad desde una perspectiva diversa.
"Ahora mismo vivo en Astoria (Queens), un barrio griego y brasileño muy animado y donde no hay turistas pero sí comida mediterránea", nos dice riéndose. En los años que lleva viviendo en Nueva York, Carmen ha residido en Brooklyn, Manhattan y Queens, lo que le ha permitido ver la vida de los distintos barrios y fundirse con la sociedad neoyorquina como una más.
Una vida de cine
Desde pequeña, Carmen Vidal amaba la escritura y la pintura, pero es en la adolescencia cuando descubre que su destino debe estar ligado al cine. "Con 15 años ya quería ser directora de cine", relata. Quien le iba a decir a esa joven ibicenca que conseguiría con su talento una lista infinita de premios, ocho NY Emmys nada menos. Los trae en distintas bolsas y los muestra con mimo y orgullo. "Me hace mucha ilusión, es muy bonito tener el reconocimiento de la industria. Nunca hago nada pensando en ganar premios, no es mi estrategia, pero obviamente ver que te nominan y ganar es una validación. Ganar el Oscar sí que fue un chute de energía porque me demostró que sí podía dedicar mi vida a esto", explica.
Su trabajo siempre ha estado vinculado a lo social, como su aclamado proyecto Exilios (2020), un largometraje documental sobre memoria histórica y la historia de tres exiliados de la guerra civil española que reconstruyeron su vida en México. Una producción España/México, co-dirigido junto a Yolanda Guasch. "Narramos la historia de dos mujeres y un hombre, artistas e intelectuales, que como exiliados aportan mucho a México y de la misma forma se retroalimentan de la cultura mexicana. Hablamos de memoria histórica, pero también de migración, desplazamientos y qué pasa cuando el país de llegada te recibe bien o no", nos cuenta.
Ella misma ha sentido ese sentimiento de otredad como extranjera, viviendo incluso la dura etapa con Trump en el poder. "Ahora tengo la doble ciudadanía. Cuando sales de Europa sorprendentemente también te sientes europea, se va ampliando tu identidad. Soy ibicenca pero también española, europea, americana y hay otras cosas que no son cuestión de geografía y que marcan tu identidad: también soy mujer, tengo 40 años...", explica.
Ser mujer en EEUU
Ser mujer, extranjera y en una industria liderada por hombres es un camino lleno de obstáculos que Carmen ha sabido afrontar con positividad. "Vivimos en un contexto que, en general, no es favorable para la mujer. Es imposible encontrar una sola mujer que no tenga una historia negativa dentro de la industria. He querido centrarme en lo que puedo aportar, en lo que sí soy, para buscar historias a las que yo creo que puedo dar un valor por el hecho de contarlas yo misma. Por eso, en mi caso personal, el hecho de ser mujer me ha ayudado. Muchas veces he estado rodando documentales más íntimos, donde por ejemplo trabajamos con niños o colectivos desfavorables, y el hecho de ser mujer hacía que la gente se sintiese mucho más cómoda a la hora de compartir", nos cuenta.
Prueba de ello es su corto documental Tanzanie: un mariage entre femmes qui défie la tradition (2019) sobre la dificultad de acceso a la tierra por parte de las mujeres en Tanzania, que realizó junto a la periodista Marta Martínez para Le Monde. "Queríamos mostrar esa dificultad que tienen y que viene de la ley tribal que no las permite ser dueñas de la tierra si no están casadas. Por esa razón se casan entre ellas. Lo que más me impactó fue el poder de comunicarme con estas mujeres y poder pasar el día juntas, bromear o sentir conexión cuándo han tenido una vida completamente distinta a la mía. Lo único que nos unía era eso: el hecho de ser mujeres", explica Vidal.
También su amplio control de idiomas facilita su acercamiento a la sociedad latina. "Fui dire de foto en un documental sobre niños que cruzan la frontera y el hecho de hablar castellano era interesante, podía hablar con ellos, gastar bromas, me contaban cosas. Poder establecer ese punto de conexión con el sujeto del documental es muy importante para poderlo ver, no como un otro, sino como humano con el que conectar. Soy una mujer europea que viven Estados Unidos, hay que hacer un ejercicio de mirar, sin que tu mirada afecte a la historia y a la persona", explica.
Con todo ello, Carmen saca conclusiones bastante claras sobre el machismo que empapa la industria del cine y la televisión, aunque afirma que no quiere seguir dando protagonismo a esos hombres que no saben ver el talento femenino. "Creo que hay más mujeres con puestos de poder en Europa que en Estados Unidos. Los números hablan por sí solos: en Estados Unidos hay solo un 5% de directoras de fotografía, y de directoras un 15%. Lo que noto es que cuando voy a un festival o tengo una reunión para presentar mi trabajo me encuentro la sala llena de hombres", relata.
Movimientos antiTrump
"Cuando ganó Trump fue una sorpresa para todos los que vivíamos en Nueva York. El día siguiente del resultado de las elecciones ibas en el metro y no se escuchaba nada, todo el mundo iba callado, súper deprimidos. Pero justamente el hecho de ganar Trump y alcanzar ese extremismo ha provocado que salgan muchos movimientos como el MeToo, o se refuercen otros como Black Lives Matter. Se han empezado a decir en voz alta cosas que antes quizás solo se hablaban en privado. Eso fuerza que la gente se una, había manifestaciones cada día después de su victoria electoral", explica Vidal.
Precisamente uno de sus proyectos premiados con un Emmy fue al Mejor Segmento Político por cubrir la Women's March. "Este programa me ha dado muchos Emmys precisamente por dar voz a estos movimientos. Los temas van acordes a lo que va pasando, vamos siguiendo la actualidad. Hacemos por ejemplo temas con dreamers, que son los niños que han nacido en Estados Unidos pero que están en situación ilegal y no regulada, y es que al final lo político afecta al día a día de las personas", denuncia.
En su programa, Carmen quiere mostrar una comunidad latina plural, con todas sus texturas y sin caer en estereotipos. "Tenemos arte, literatura, desde entrevistas a Vargas Llosa o el cantante de ópera Juan Pons, hasta mujeres transgénero en Queens que son trabajadoras sexuales, hablamos de migración y poblaciones indígenas, o de un restaurante latino del Bronx donde hacen entre 3.000 y 5.000 comidas a la semana para la gente que tiene necesidades tras la pandemia", relata.
Este año, Carmen vuelve a estar nominada a tres NY Emmys, y el próximo día 30 de octubre se conocerá el resultado. "Estoy emocionada, uno de los programas está nominado a Mejor Segmento de Deporte algo sorprendente y que no me esperaba", cuenta emocionada.
Nuevas metas
Ahora, la vida de Carmen se divide entre España y Estados Unidos, ya que quiere desarrollar proyectos en distintos continentes. "Te planteas la vida de una forma muy distinta a los 40. La vida en Nueva York es dura, porque es una ciudad de paso donde la gente no se queda muchos años. Esta falta de raíces y la gran competencia, además de que es una ciudad cara, hace que las relaciones sean complicadas. Hay una parte que es como las películas o la literatura, ese imaginario que tienes cuando aterrizas es totalmente cierto. Pero se amplía para bien y para mal. Ves gente sufrir porque no tiene visado para poder salir, algo que no ves en España con tanta frecuencia. Es una ciudad estimulante, pero agotadora", confiesa.
Sus ansias de seguir experimentando en el terreno audiovisual le están llevando a probar con la comedia, aunque manteniendo su implicación en temáticas sociales. "He tenido la suerte de encontrar una carrera que es mi vocación, y que me encanta. Me gustaría seguir siendo parte y dirigiendo proyectos que me apasionen. El aprendizaje que me llevo de EE. UU. es esa ilusión de que al final se puede hacer todo. Ahora es muy buen momento para estar en España, se están moviendo muchas cosas, y hay mucha producción en español de alta calidad que quiero probar", nos cuenta Carmen con una sonrisa que se engrandece, aún más, cuando habla de su profesión.