Ana Santos (1957) me recibe en su despacho de directora de la Biblioteca Nacional. Aquí se encuentran algunos módulos de la biblioteca de un gran bibliófilo, Godoy. Ana Santos es mujer serena, lúcida y con enorme conocimiento de su puesto. Antes de dirigir esta institución, ha sido vicedirectora de la Biblioteca de la Universidad Complutense, directora de la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla, directora general de Bibliotecas y Archivos del Ayuntamiento de Madrid y directora de Acción Cultural de la Biblioteca Nacional.

Nació en Zaragoza. ¿Ser aragonesa imprime carácter?

Eso dicen y popularmente los aragoneses tenemos fama de ser tozudos, muy constantes, incluso a veces un poco brutos y empecinados en nuestras convicciones y en nuestras ideas. Quizá sea el clima tan duro, ese Cierzo y también el sentido de pertenencia a la tierra. Somos bastante transparentes, decimos las cosas como las pensamos, con lo bueno y lo malo que tiene eso.

Con usted la Biblioteca Nacional se ha modernizado y se ha abierto al público. ¿Ha conseguido los objetivos que se propuso hace ya casi diez años cuando fue nombrada directora?

"Se ha abierto la institución a todo tipo de públicos"

Algunas cosas sí y otras están todavía pendientes. Se ha conseguido que la Biblioteca tenga una ley reguladora y un estatuto derivado, cosa que es muy importante porque le ha dado estabilidad y solidez como institución. Se ha conseguido también dar un impulso significativo a lo que es toda la estrategia digital y la reutilización de contenidos digitales y, efectivamente, se ha abierto la institución mucho más a todo tipo de públicos.

Queda por hacer una inversión importante en el edificio para adaptarlo a lo que la sociedad está pidiendo de una institución como la Biblioteca Nacional.

reDSCF3373 María Marñon

¿Qué pide la sociedad?

Pido una mayor apertura y participación. La evidencia es que cada vez tenemos menos personas que vienen físicamente a consultar ejemplares en la sala de lectura. En cambio, tenemos más demanda de actividades culturales. También de contenidos y recursos digitales y de herramientas desarrolladas en torno a los mismos.

Vamos a poder dar un impulso muy significativo a la estrategia digital a partir de este año, gracias a la llegada de los fondos procedentes del Plan de Recuperación.

¿Qué reformas habría que hacer en el edificio?

Resolver los problemas de circulación de la zona pública e incorporar los patios interiores. Tener un buen salón de actos y un buen espacio didáctico. Y abrir más el jardín -por supuesto, quitando los coches- al Paseo de Recoletos. Dar una idea de institución cultural volcada a la ciudadanía.

Además, hay que hacer una transición a una energía más verde. La última inversión que se hizo en este edificio es de los años 90.

Digitalización

La BNE es la institución cultural más antigua de España y tiene en su web a disposición del público dos joyas: la Biblioteca Digital Hispánica y la Hemeroteca Digital. ¿Qué porcentaje está digitalizado?

Uno bastante pequeño. La colección de la BN es enorme. Y es muy rica la colección de dominio público, que es la que digitalizamos. Podemos tener en torno a un veinte y pico, treinta por ciento, no más. Se le ha dado un impulso importante, pero hay que seguir trabajando porque estamos en una sociedad totalmente distinta de la de hace unos años.

¿Cuántos millones de descargas tiene la Biblioteca Digital en un año?

10 millones de descargas

En torno a unos diez millones de descargas de documentos completos que no son accesos o consultas. Aunque tiene casi más visitas la Hemeroteca Digital que es la historia de la prensa en España. Este año se van a cargar unas nueve millones de páginas y se va a modernizar la página web.

¿De qué nacionalidades son los usuarios?

Usuarios digitales los hay de todo el mundo. El mayor número de accesos es del mundo hispanohablante y de EE. UU. La BNE es una referencia para la cultura española y los estudios hispánicos a nivel internacional.

rDSCF3379 copia María Marañon

Gracias a la digitalización de fondos se ha descubierto una obra de Lope de Vega. Dos.

La primera, Mujeres y criados, la descubrió un español del grupo de investigación Prolope, Alejandro García Raydi, desde Siracusa. Ahora los grupos trabajan repartidos por el mundo. No estaba catalogada como obra de Lope porque no era de su mano, ni estaba firmada. Pero, al compararla mediante software desarrollado con textos que sí eran de Lope - tenemos todas sus obras digitalizadas- se encontraron coincidencias semánticas en cuanto al uso de palabras, coincidencias de determinadas construcciones, diálogos…

De la misma manera, se ha descubierto recientemente otra de su etapa de madurez, Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido. En este caso, fue un catedrático de Literatura Española de la Universidad de Ginebra, Abraham Madroñal. Es importante tener todo digitalizado, porque permite hacer descubrimientos que de otro modo sería imposible.

¿Qué es el Big Data de la BNE? ¿Qué necesidad hay de preservar el contenido digital para la posteridad?

Fuimos muy conscientes hace unos años de que, si no había una institución pública que hiciera esta tarea, íbamos a perder muchísima información. Desde 2015, la Biblioteca Nacional tiene la obligación de responsabilizarse de lo que se llama “depósito legal electrónico”, donde entran libros digitales, prensa digital y contenidos de la Web. Quien quiera estudiar dentro de unos años nuestro presente tendrá que recurrir a internet. Estas fuentes estarán en la BNE para acceso de los investigadores.

¿Qué uso puede tener tal sobreabundancia de datos?

"A las máquinas hay que entrenarlas con el modo de hablar actual"

Entre otras cosas, colaboramos con el Centro Nacional de Súper Computación en Barcelona, pionero en desarrollo de programas de inteligencia artificial en español. A las máquinas hace falta entrenarlas con el modo de hablar actual. El proporcionarles esta cantidad de información tan tremenda les ha permitido avanzar muchísimo en su proyecto. Además, nos hemos constituido en la tercera gran base de datos en una lengua, después del inglés y el chino.

¿Qué sucede cuando los soportes o programas se quedan obsoletos?

Es un problema tremendo. Imagínate la evolución que han tenido, por ejemplo, los soportes de sonido porque también conservamos música. Pero también los visuales. Esos soportes necesitan máquinas que los lean que conservamos. Esto en cuanto a soportes físicos, pero ya si hablamos de sistemas operativos o de versiones digitales o de distintos programas de lectura, es como para volverte medio loco. Hay que estar permanentemente en adaptación.

Tenemos que ser conscientes de que la historia de las bibliotecas nacionales no es ni más ni menos que la historia de la evolución de los soportes de conocimiento.

La Biblioteca Nacional de Francia es clave para la política cultural francesa. Siendo la Biblioteca Nacional española una de las mejores del mundo, ¿se reconoce en nuestro país su valor?

Yo creo todavía nos falta un camino por recorrer y en esto debemos seguir trabajando, para que la sociedad perciba lo que esta institución significa.

¿Colabora la BNE con las comunidades autónomas?

Con las comunidades autónomas hemos trabajado desde hace tiempo en esta cultura común que nos une y que nos vertebra como país y con la que todos nos sentimos cómodamente identificados. Recordamos a Galdós junto a Canarias, a Emilia Pardo Bazán junto a Galicia, a Delibes junto a Castilla y León y este año a José Hierro junto a Cantabria. Las exposiciones se hacen allí y aquí, y todos salimos ganando.

ER DSCF3377 copia María Marañón

Mujeres y letras

¿Cómo ha compatibilizado su vida profesional y laboral?

Ahora es muy fácil, ya soy abuela. Tengo dos nietos. Pero, cuando mis hijos eran pequeños, con un coste enorme como todas las mujeres. Un esfuerzo considerable para intentar limpiar el sentimiento de culpa que todas tenemos. Y, a la vez, no renunciar a lo que son tus aspiraciones como ser humano.

¿Va a celebrar la BNE el Día Internacional de la Mujer?

Trabajamos desde hace años por visibilizar el trabajo de las mujeres y una vez más nos hemos sumado a la celebración organizando una serie de actividades entre los meses de febrero y abril que tienen como protagonistas a mujeres.



Pero nuestro trabajo es constante para recordar el legado que algunas de ellas nos han dejado. Recientemente hemos recordado, entre otras, a Concepción Arenal y a Emilia Pardo Bazán. Este año conmemoraremos a Clara Campoamor.

Día de las Escritoras

También, desde el 2016, la Biblioteca Nacional celebra el Día de las Escritoras.

Sí, junto a Clásicas y modernas, una asociación por la defensa de la igualdad de género en la cultura y la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias (FEDEPE). Tiene gran éxito porque se suman cientos de instituciones en España y fuera de España. Ese día se llenan los escaparates de las librerías de obras escritas por mujeres y venden mucho. Es muy bonito, porque en muchos sitios a la vez se lee a mujeres bajo el mismo lema. Gracias a esto, se ha recordado la obra de muchas escritoras. Asimismo, se ha recuperado y dado a conocer la obra de otras que eran desconocidas.

¿Podría nombrarme alguna escritora olvidada?

Ha habido muchas. Las que han publicado eran unas valientes o estaban en una posición económica y social buena.

Y no dejo de preguntarme cuántas mujeres, por pertenecer a una determinada clase social o por no poder tener acceso a la educación, no han podido escribir.

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