Lo dice el bolero y así comienza la conversación: veinte años no son nada. Natalia Rodríguez (Sanlúcar de Barrameda, 1982) o simplemente Natalia, se dio a conocer como cantante cuando tenía veinte años, en la primera edición del concurso televisivo Operación Triunfo, y ahora celebra veinte años de carrera.
“¿Cómo lo celebro? Con un nuevo single, Fama”, explica con una actitud radiante, “que habla del empoderamiento de la mujer, una mujer que sabe lo que quiere y que pide que, si la aman, sea por cómo es… no por el interés, que pide cariño y respeto a partes iguales”.
Una canción que habla “de la fama ficticia, de la vida de mentira que se está llevando a veces por las redes sociales, de la obsesión por los followers”, añade, “y que recuerda que una mujer debe ocupar el lugar que considere ella misma, es una letra contundente”.
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“Soy la compositora de mis canciones, letra y música”, explica, “hace muchos años y en todas las canciones siempre muestro a una mujer empoderada, indomable, que sabe lo que quiere y que puede vestir como quiera, porque a ella le gusta”.
En su propio caso, explica cómo “siempre he hecho lo que he querido con mi imagen y he vestido como me ha dado la gana, sin importarme lo que piensen los demás, mujeres y hombres: si quiero cantar en body con 40 años lo hago porque me siento a gusto con mi cuerpo”.
Natalia no tenía referentes artísticos en su casa. “Mis padres no son artistas, ni había nadie conocido en mi entorno. Mi madre fue ama de casa, pero ojo, cantaba y canta a lo Rocío Jurado que alucinas. Y mi hermano no es profesional, pero es autodidacta del piano y tiene mucho talento”.
Ha sido la cara visible de muchos de los formatos más vistos de la televisión y explica cómo “también me encanta esa faceta. Sobre todo estoy muy agradecida porque sigo pudiendo dedicarme a lo que me gusta, manteniéndome cada año en la música y como presentadora, y eso es un auténtico privilegio”.
Recuerda ahora sus “ocho discos”, que comenzaron de un modo poco usual hace dos décadas, con solo una canción. “Es verdad que fui de las primeras españolas en sacar discos single a single, era algo novedoso en aquella época, pero funcionó bien y hoy me enorgullece ver que eso ya es lo más habitual”.
“Llevamos un año y medio, casi dos, larguísimos, sin conciertos en directo por causa de la pandemia” explica, pero se muestra contenta porque desde el 23 de abril, “cuando empecé con un concierto para 400 personas muy bonito, que hizo sold-out”, está envuelta en una gira que recala en ciudades como Badajoz o La Coruña (Atlantic Pride). Entre otros lugares, pasa también por el Orgullo madrileño, “probablemente iré en una de las carrozas”, añade, “antes de ir a Santa Pola y Almería y seguir por esa zona”.
De hecho, enfatiza, “el público LGTB es el que ha hecho en parte que me mantenga estos 20 años y cada vez que me preguntan ‘¿dónde estás más a gusto cantando?’, respondo que en el Orgullo de cualquier lugar o con mi público LGTB, que es cuando me siento más libre, menos juzgada y más salvaje”.
“Muchas mujeres que he conocido me han marcado”, cuenta, “una de ellas la tuve en plató en una entrevista, Concha Velasco, para mí es un referente, fíjate ¡hasta los 80 años defendiendo el arte! Y no ha parado, independientemente de las épocas buenas o malas, desde joven ha sido muy libre, defendiendo el lugar de ella como mujer. Mónica Naranjo también me gusta muchísimo. Y Lady Gaga me encanta, sobre todo porque es para mí una mujer a la que le da igual lo que piensen de ella, ha luchado siempre por el feminismo y el público de la diversidad”.
Natalia hoy
Su nuevo single habla de este tema… ¿Cómo es su relación con las críticas en redes?
Yo he llegado a tener una buena relación conmigo misma y las redes. Antes, si leía un comentario muy fuerte hacia mí, me afectaba mucho. Pero aprendí que un comentario, si no es constructivo, no te puede afectar tanto. Por ejemplo, si alguien te escribe "no me gustas" o algo así, pues pienso: "Entonces déjame en paz, ¿no?". He aprendido a bloquear también. Me interesan las críticas constructivas que me sirvan para crecer.
¿Y lo mejor de las redes?
Las redes tienen una cosa muy buena, que hacen que tu trabajo llegue a más gente y que ellos lo puedan compartir. Es gracias a las redes sociales que cuando eres una artista sin una multinacional que te respalde puedas compartir tu trabajo.
¿Qué cosas sube?
Le doy mucho a mi público de mi día a día. Me muestro lo más natural posible, les cuento un poco de todo. Antiguamente, a la gente conocida la envolvía esa aura de misterio, a día de hoy, aparte de ser artista, puedes ver que un actor o una cantante hace cosas comunes, y eso es genial.
¿Cómo es su día a día?
Desde que salí de OT, soy artista cuando me subo al escenario, solo ahí. Luego mi día a día es igual que el tuyo: me gusta cocinar, limpiar, sí, limpiar me gusta, y ayudar a mis amigas a montar muebles de IKEA, hacer barbacoas o coser ropa para ponerme.
Cuando no trabaja, ¿cómo se reequilibra?
Cocinando. Todo, me atrevo con todo, no tengo el robot ese famoso, yo cocino con mi olla exprés, y lo mismo hago un puchero que una paella. Ojo a mi cocina marinera de Sanlúcar, que soy de ahí.
¿Tiene usted estilista?
Nunca he tenido estilista propio, he elegido lo que ponerme en cada momento.
¿Cose su ropa?
Sí. Me gusta tanto la moda que para los conciertos aprendí a tunear y confeccionar mis prendas y casi todos los estilismos los hago yo misma. Me propuse aprender a coser y me encanta hacer ropa especial, a veces para mis amigas. En un photocall suelo ir muy clásica, incluso en el día a día tengo ese punto clásico que es lo opuesto a como artista. Y no soy fiel a ninguna marca, suelo ir de compras a cualquier centro comercial como cualquier persona de mi edad: supongo que soy fiel a mis gustos, no a una marca.
¿Un recuerdo especial de estos 20 años?
Cuando salí de OT me quedé muy triste porque pensé "ahora tengo que retomar mi carrera y a ver cómo lo hago", pero recuerdo que estábamos en la "postacademia" y vino una persona de la compañía discográfica y me llevó a maquillaje y me dijo "dentro de dos semanas te vas a Inglaterra a grabar con los productores de Enrique Iglesias". Yo pensaba que solo grababan disco los ganadores y fíjate, fui la primera en grabar un disco de toda aquella época.
¿Un sueño para otros 20 años?
¿Sabes lo que pasa? Antes sí que respondía a esta pregunta, pero me he dado cuenta en estos años que no hay que hacerse muchas ilusiones, he aprendido a vivir el día a día y a no dejar de valorar el presente. Eso se aplica a pareja, relaciones, éxitos profesionales… Ahora he aprendido a vivir el presente y todo lo disfruto el doble. Mi sueño es poder dedicarme a esto, seguir trabajando… de todos modos, el futuro es incierto, ¿no crees? Por eso hay que enfocarse en el presente todos los días.