La primera vez que Sandra Golpe habló directamente a una cámara, recuerda, fue para la televisión local de Puerto Real cuando tenía apenas veinte años y era estudiante de periodismo y, por supuesto, nada hacía presagiar que acabaría siendo la mujer más escuchada de la información televisiva. “Me preguntaron sobre la experiencia de vivir en Madrid, era una entrevista breve a una estudiante, pero la sensación de hablar a cámara, la recuerdo perfectamente”. 

Y debió de gustarle, porque un año más tarde una segunda cámara estaba colocada justo frente a ella en el hangar de una productora, en el centro de una sala enorme. “Me dieron un ejemplar impreso de un periódico y me dijeron: '¡Tú mira al punto rojo y ponte a leer las noticias!’". Y añade: "Era una prueba para el primer trabajo que me permitiría mantenerme, en el Canal 7, una tele de José Frade. Alguien me había dicho ‘acércate que están haciendo pruebas'”.  

Al terminar aquella prueba, comparte con MagasIN, recuerda que directamente escuchó ‘estás contratada’. Así que empezó ahí y dejó su colaboración en radio porque la cámara la había seducido. “Al principio grababa de todo, publicidades, informaciones cortas, estaba empezando, claro”, explica. 

La tercera cámara importante que se encendió delante de Golpe fue una enorme en el nuevo canal español CNN+. Algunas de sus cintas habían llegado al departamento de programación, y fue recibida, pero justo la selección de personal había terminado. “La sorpresa fue que al día siguiente me llamaron y me dijeron que volviera, porque necesitaban a una periodista para hacer promos y locuciones publicitarias… y así comencé en el 24H en sus números cero y finalmente me pusieron a presentar”. 

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“En realidad, la televisión no era mi primera opción”, señala a MagasIN, “era más bien escribir, la prensa escrita, mi rama en la carrera era esa y es lo que estudié. Yo era muy tímida y fantaseaba a lo mejor con la radio, pero jamás me imaginaba como quien diera las noticias. Es la vida la que te va llevando también, ¿no crees?”. 

Sandra Golpe en el plató de A3 Noticias Roberto Garver

Reconoce lo mucho que se ha “sacrificado en lo personal”, pero se muestra satisfecha de un éxito apabullante en la dirección de informativos: “Oye, es que estoy en un proyecto maravilloso: ayer fuimos lo más visto de toda la televisión, el informativo de las tres, ¡más que El hormiguero! durante toda la pandemia, cuando toda España estaba en casa”. 

¿Qué mujeres recuerda de su infancia televisiva? 

[Comparte la reflexión en alto] Carmen Sarmiento, que era lo máximo, me quedaba embobada mirándola. Recuerdo a Olga Viza, su manera de comunicar; a Julia Otero, a Rosa María Mateo, a María Escario, a Rosa María Calaf, a Mercedes Milá... todas grandes referentes. Pero también a Aberasturi, a Herrero… 

¿Por qué nos gustaban tanto mujeres como Olga Viza?

[ríe] Porque, por primera vez, no te leía un cue o un prompter, te contaba las cosas, tenía mucha naturalidad. Y qué me dices de Matías, una persona que conecta y tienes que escucharle, ¿no es verdad?

Un oficio en el que es importante, parece, la habilidad de la concentración… 

Es un oficio, y a más oficio, más aplomo, mayor madurez, una manera más rotunda para enfrentarse a las situaciones complicadas. Tú puedes tener un talento natural para la comunicación, pero ¡que nadie desmerezca los años de oficio!

Cuando dice situación complicada, ¿a qué se refiere?

Piensa que estamos en directo todos los días. Cuando una noticia te toca mucho, es complicado, es inevitable, que te coma la emotividad por tener que informar de ciertas cosas [Golpe relata, por ejemplo, la dureza de los días de la COVID, pero no sólo], y claro, es más complicado cuando estás tocada por algo, cuando te duelen las cosas. 

¿Y cómo se resuelve eso? 

Más concentración y más años de oficio. En un informativo, la imagen es importante, la forma de escenificarlo. Hacemos tele, no radio ni prensa, y la puesta en escena implica que pase lo que pase, tienes que ser profesional. Recuerdo hace poco que Pablo Motos salió e hizo su programa tras una situación trágica personal. 

¿Lleva una rutina muy estricta?

A mí no me cuesta, siendo sincera. Tengo un trabajo que no es rutinario, en el que el contenido es completamente imprevisible, tengo la oportunidad de dirigir un informativo. Soy la directora y tengo la última palabra y esa responsabilidad empieza a las seis menos algo, cuando escucho la radio, miro la prensa… A las nueve más o menos tenemos la reunión de contenidos con cada sección. Hacemos 44 minutos pero están vivos, entre noticia y noticia vamos decidiendo con el equipo de edición. 

¿Entonces, a veces, no sabe a qué noticias va a dar paso?

Lo menos importante es dar paso a las noticias, decidir lo que se incluye a última hora es de más complicación. A veces terminamos con el nivel de adrenalina al máximo. 

Y al acabar su telediario, ¿cómo continúa el resto del día?

[sonríe] Pues te vas a casa y una vez ahí tienes una reunión a las seis de la tarde con los delegados de A3 noticias en todas las comunidades autónomas para las previsiones, y ese trabajo se extiende toda la tarde. 

¿Con qué criterio eligen las noticias? 

Las que tengan más interés general. Dicho de otra manera, me interesa que sepamos de qué se habla en las cafeterías, de qué se está hablando y qué comenta la gente. Yo intento que hagamos entre todos el mejor informativo, dar todas las troncales, pero también hacer un producto que sea ameno e interese al mayor número de personas posible. Siendo conscientes del poder que tiene la tele, cumplir un servicio.  

¿Y la relación entre formar e informar?

Aquí lo importante es que te entienda todo el mundo, es un espacio para todos. 

¿Tienen métricas del interés durante el telediario, verdad?

Sí. 

¿Y cuándo baja la curva?

[sonríe] A veces, cuando hablamos de política. La gente está cansada de broncas. Con los titulares políticos de peleas hay un cansancio generalizado, se percibe. 

¿Cuándo sube la curva?

Depende mucho. Ayer subió cuando hablamos de la nueva ley de desperdicios, porque hay una pregunta social, ¿qué hacemos con todo eso que sobra? La curva sube normalmente con los temas económicos, el precio de la gasolina o la compra… Las entrevistas también son clave, según a quién, pero es un formato que continúa vivo. 

Sandra Golpe (Imagen cedida)

¿Y cuál piensa que es la clave para hacer la mejor pregunta en una entrevista?

Eso es un don, que no todo el mundo tiene, esa sensibilidad para saber hacer la pregunta correcta en el momento correcto, luego es oficio: tienes que tener información de lo que hablas. El buen periodista se ha documentado mucho y se ha estudiado las informaciones que tocan y no olvida hacer buenas repreguntas. 

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Liderazgo femenino

Para Golpe, el liderazgo femenino viene desde casa y también en su círculo íntimo. “Tengo en mi entorno familiar muchos ejemplos. Hay mujeres muy fuertes, impresionantes incluso. Entre mis amistades siempre ha habido mujeres poderosas, en el sentido de que son para ponerles un monumento, no todas son famosas, claro. Mi núcleo privado es maravilloso”, señala orgullosa. 

“En mi equipo somos tantas mujeres como hombres, aunque no lo he decidido estratégicamente. Debería ser lo natural porque lo somos en las facultades y en la vida. ¿Por qué no es así en las empresas? ¿Para cuándo habrá una presidenta del gobierno?”, se pregunta. 

“Soy feminista de base”, continúa, “porque quiero la igualdad real. El talento no lo admiro en función de si eres mujer u hombre, admiro el talento, la inteligencia y la experiencia, en ese sentido ejerzo un feminismo realista”. 

Asimismo, puntualiza: “No me gustan los extremismos, porque aspiro a una igualdad real, en la que el machismo no exista, pero en la que, además la diversidad, incluya franjas de edades distintas para que puedan dar diferentes versiones de la realidad, para que el resultado sea auténticamente plural.

En la redacción tengo a compañeros mayores que yo, y a millenials, tenemos una editora que sabe todo de tecnología y al final se trata de contar las cosas de la manera que se sienta representada la mayor cantidad”. 

Sandra Golpe Roberto Garver

“Siempre intento dar visibilidad a mujeres o a noticias que supongan un avance al liderazgo femenino”, añade. “Hoy, por ejemplo, hemos contado que la Unión Europea le pide a las empresas que cotizan en bolsa que un porcentaje de sus consejos de administración tiene que ser femenino. Esas cosas se cuentan en mi informativo, el de las tres”. 

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El futuro 

P. Las plataformas han entrado en el mundo de los contenidos, pero aún no hacen telediarios…

R. Es difícil pronosticar qué ocurrirá, pero yo creo que las televisiones van a tener contenidos más directos y menos enlatados, porque tienen la capacidad de contar en el momento, algo que no se puede producir con anticipación. 

¿El público de las televisiones se mantendrá?

Eso habrá que verlo, yo pienso que la tele seguirá siendo un medio importante. Dentro de unos años, para mi hijo, tal vez habrá mayor hibridación entre plataformas. 

¿Cuál es su relación con las redes sociales?

Un arma de doble filo en el que cualquier comentario se puede malinterpretar. Las uso como fuente de noticias, en cierto modo, para seguir a nuestros propios compañeros o a otros de otros medios, o también a una ciudadana o ciudadano que cuelga algo. Hemos visto como nacían estas redes… Yo te confieso que me queda ponerme las pilas con esto. Es inevitable, es una asignatura que debo mejorar. 

Un resumen profesional futurible. 

No perder la ilusión, intentar transmitir las cosas con la máxima veracidad posible, traspasar la pantalla, informar con equilibrio y no perder la pasión. Eso nunca.