Gilda Abreu responde a MagasIN en español (habla en realidad cuatro idiomas), riendo, y su risa inunda la sala a cientos de kilómetros, y lo hace con una energía envidiable. La conversación comienza con un saludo, una pregunta y rápidamente una declaración de intenciones, que ella prefiere hacer en inglés: “I was born for fashion” [literalmente, "he nacido para la moda"]. Luego Gilda Abreu vuelve a reír y continúa en castellano: “Y siempre lo he tenido claro”, remarca.
En la descripción que escribe en Instagram deja clara su intención de que la moda nunca deje de formar parte de su vida. Más aún, que el cuidado personal y la celebración de su imagen personal no solo son aficiones: para ella, la moda es una manera muy seria de desmontar ideas preconcebidas y un motor vital para ayudar a otros.
Gilda Abreu es más conocida por el gran público en el país luso, pero su agenda es inevitablemente internacional. ¿Una imagen simbólica que la describa? Ella recuerda especialmente uno de los vestidos que llevó a uno de sus eventos para recaudar fondos humanitarios “hace cuatro años, me vestí de rojo, con una cola muy larga y un cuerpo bustier muy cerrado”.
La no muy conocida en nuestro país, Micaela Oliveira, es una de sus firmas más habituales [un espacio de alta costura en Trofa, Portugal] y suele contar con ella para el singular Baile da Flor y otras citas de las que organiza, a las que acuden socialités de todo el mundo y en las que se consiguen fondos para diferentes causas.
Esta influencer, filántropa y organizadora de eventos ríe también cuando le preguntan por sus últimos descubrimientos en la moda, porque en realidad piensa que en el terreno fashion que bien domina, no existen los descubrimientos, sino los aciertos. “El sexto sentido es siempre el mismo para la moda. A mí me gustan ciertos colores, me favorecen ciertos cortes. Y no soy mucho de mezclar, eso es cierto, pero no creo en la idea del descubrimiento en la moda”.
No en vano las mujeres que la inspiran “no son a la moda”, sino que “la moda es a ellas”. “Jacqueline Kennedy sería desde luego para mí y para muchas mujeres una inspiración en cuanto a la moda”, afirma Abreu, “y también Rania de Jordania, que es siempre espectacular”.
Para ella, “Cruz Sánchez de Lara sería una de las españolas más elegantes que he conocido, es muy bonita, con sus vestidos longos y su pelo negro. Hay mujeres que además de en vestir bien ponen su energía en ayudar a otros, esas son para mí mujeres con letras grandes. También de tu país he podido conocer a Fiona Ferrer, que es estupenda”.
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¿Qué significa para Abreu "vivir la moda", un término que usa constantemente, casi como fuente de energía? “Siempre ha sido muy importante. Cuando nací ya sentía la moda, me gustaban los vestidos. Con 16 años empecé a ser modelo, viví durante algunos años mostrando prendas, siempre quería hacer eso en mi vida. Mi familia tenía negocios de familia en hostelería, pero la moda me fascinaba y me ha aportado tantas cosas”.
Sonríe de nuevo, con esa energía contagiosa, cuando se le pregunta si los mejores encuentros de su país son los organizados por ella. Comparte recuerdos de la isla de Madeira y explica cómo su madre, con su grupo de amigas, organizaban ya fiestas cuando era muy joven, los cuales fueron a su vez inspiración de los suyos.
“Cuando me casé y vine a Lisboa, las mujeres organizaban galas, y pensé que podríamos impulsarlas y usar estos encuentros para ayudar a las personas que vivían con dificultades, en el Ritz o en otros lugares muy inspiradores, en Navidad o en momentos en los que estamos más dispuestos a dar”.
¿Qué piensa que es lo más difícil de organizar un gran evento?
[Ríe de nuevo]. Hoy en día tengo muitas artes, y lo cierto es que muchas personas quieren asistir a estos balls. No es difícil, es verdad que cuando empecé sí que nos costaba mucho más, pero ahora muchas personas se vuelcan para ayudarnos.
Su presencia en redes es cada vez mayor, y sostenida. Le gusta especialmente Instagram, donde cuenta su día a día, qué viste y qué actividades realiza (@gilda_alves). Este mes de agosto terminaba con la publicación de un post en el que escribía contra el edadismo: “Envejecer es inevitable, pero la tercera etapa de la vida no hay que vivirla como una época de declive, porque creo sinceramente que la edad es solo un número. Deberíamos hacer todo lo posible para seguir el paso de los años. Saber vivir es un arte”.
“La palabra influencer me gusta mucho”, añade, y sobre el paso del tiempo, también lo tiene muy claro. “La moda no tiene edad. Caminar, bailar, eso no tiene edad, y no debería tenerla, ¿no crees? La moda, sentirse bien, verse bien, tampoco. Y jugar con ella te da mucha energía a los sesenta, setenta y ochenta años”.
¿Cuál es la clave de su arrojo? En su círculo se comenta su capacidad de trasladar su energía a otros. “Lo más importante para una mujer a partir de los 50 es no parar, mantenerse activa es la clave, sentirse bien desde luego, y no dejar de intentar cosas nuevas, no dejar de ilusionarse con una misma, y también sentirse útil y dedicar al menos una parte del tiempo a ayudar a otros [se define como ‘amiga del planeta’], a los tuyos y a los más desfavorecidos”.
¿Y en términos estéticos, cómo elige prendas tan espectaculares, sin perder la elegancia? Explica cómo la clave a veces está en el uso del color. “De todos modos, la elegancia consiste en ponerse lo que te queda bien. Sin más. A mí me gusta sentirme bien, salir y entrar, estar joven, organizar y hacer cosas que puedan tener impacto”.
Pero la clave de Abreu, y en eso no vacila, explicándolo en un perfecto castellano, es “mantener siempre un nivel alto de actividad. Hacer ejercicio, comer saludable, llevar una vida normal… pero sobre todo, insisto, no parar. La edad no debe y no puede ser nunca una limitación, ni los achaques, para seguir intentando verse lo mejor posible. La moda no tiene edad”.