Sofía Ellar es una apasionada de la música y de la vida. Como ella misma afirma, es una "persona vitamina". Siempre está haciendo cosas, exprimiendo momentos, trabajando, disfrutando. Nos cuenta incluso que no puede irse a la cama si no está agotada. Gracias a esta energía imparable y a su innegable talento, la cantautora ya ha publicado su tercer disco en cinco años, posicionándose como el número dos en ventas físicas, solo por detrás de Rosalía.
Su último álbum, Libre, que como los dos anteriores ha autoeditado y autoproducido, es una celebración de la libertad que todos hemos recuperado tras la pandemia, pero también la nueva etapa de luz que está viviendo a nivel personal y profesional.
La artista, nacida en Londres, pero con alma cántabra, acaba de empezar su nuevo tour, que girará por España hasta diciembre antes de saltar a Latinoamérica. Sin embargo, antes de eso la pudimos disfrutar en la fiesta por el cambio de nombre del centro comercial madrileño Parquesur, que ahora se llama Westfield Parquesur.
Hablamos con ella antes de que empiece su concierto, para el que ha atraído a miles de personas. Va acelerada y admite estar algo nerviosa antes de salir al escenario porque "el día que me deje de poner nerviosa me dedicaré a otra cosa". Pero sobre todo, está entusiasmada por encontrarse con el público y por celebrar la nueva etapa del centro. Y es que "los cambios siempre tienen una ventana abierta para algo mejor", asegura.
Lo primero, ¿qué tal estos días? Porque estás teniendo un montón de eventos, la promoción del nuevo disco... ¿Cómo está saliendo todo?
Pues muy bien, rodado. La verdad es que un disco siempre es como un parto musical. El número tres, que es mi tercer disco autoeditado, es mi número favorito y no podría haber salido mejor.
Hemos sido número dos en ventas físicas detrás de Rosalía, que además, los discos en físico parece que ya no se consumen porque no tenemos dónde reproducirlos, así que eso solo pueden ser buenas noticias. Estamos encantados y bienvenido sea todo el trabajo y las noches sin dormir mientras todo vaya yendo viento en popa.
¿Sigues autoeditándote y autoproduciéndote por alguna razón? ¿Te da más libertad creativa?
Sí, es libertad creativa. Y luego también es el sueño que enfoqué desde que terminé mi trabajo de fin de grado de Administración de Empresas. O sea que en el fondo es una cosa y que siempre he perseguido.
Me meto en la cama como agotada, estallada, después muchísimo trabajo. Es más que componer, es liderar a mi equipo, hacer la promo, todo lo que conlleva. Son muchísimas cosas, pero estoy muy contenta.
¿Cuáles son las mayores dificultades a la hora de autoproducirte y autoeditarte?
Levantar el capital, tener las herramientas económicas también para financiar todo eso y por supuesto ser una buena líder con toda la gente que está alrededor de un trabajo.
Parece que a través de las redes sociales se ve como una guitarra, una niña y que todo va fenomenal y va de un sitio para otro. Pero los números tienen que sostener las letras y esos números, por supuesto, están financiados de manera interna. Entonces bueno, te puedes imaginar.
Hace poco terminaste tu primera gira internacional, concretamente yendo a México, y con Libre también vas a ir a Latinoamérica.
Sí, a México fuimos en abril. Hicimos el 'A todo Taco Tour', nos colamos en las casas de los fans... Fue maravilloso. La gente hoy en día alaba la música, es una maravilla. Fue una locura que a priori nadie pensaría en ejecutar, pero nosotros sí lo hicimos y nos salió bien.
Ahora vamos a tirar hacia más horizontes cruzando el charco también. Este va a ser un año de viajar y con muchísimas ganas.
En una entrevista dijiste que a los cantautores se os relaciona con lo melancólico y que tú quieres romper con eso, y lo demuestras con Libre, que es un disco supercañero.
Sí, excepto dos canciones...
Entonces, ¿para ti que significa el ser cantautora? ¿Hay algún otro estereotipo con el que quieras romper aparte de la melancolía?
Yo no quiero romper con nadie ni con nada. Las etiquetas existen por algo, porque también cada uno buscamos nuestra etiqueta y nuestra zona de confort de la que no queremos salir. Yo simplemente soy yo. Al igual que te puedo salir con un alter ego de Mademoiselle Madame, pues de repente puedo reinventarme y hacer otra cosa. Lo que no quiero es que se me juzgue por hacerlo.
Entonces, yo no respondo por romper ni revolucionar el mundo entero. Solo pido que no se me juzguen por lo que haga yo, siempre y cuando no esté ofendiendo ni molestando al de enfrente y siempre y cuando mantenga la coherencia de los valores a los que yo pretendo representar, que son los que me representan de corazón. O sea que entonces no tengo por qué hacer un esfuerzo para hacerlo, sino mantenerme coherente en la línea del tiempo.
¿Te has sentido juzgada en tu carrera?
Siempre van a cuestionar el aire que respiras cuando eres una figura pública, pero bueno, da igual, tienes que asumir que son gajes del oficio y seguir tirando para adelante.
¿Y cuál es el papel que tienen las redes sociales en este tema?
Hay cosas malas como le ocurre a todas las personas, pero yo me quedo con el público tan educado y tan positivo que tengo, que son maravillosos. Con las familias que vienen y luego acuden a mis conciertos, y los niños, jóvenes, adolescentes y niñas que me tienen como referente a mí y a muchísimas otras compañeras y compañeros que estamos ahí.
Eso es lo que nos da la etiqueta de influencer, no representar un bolso o unas gafas de una marca o de otra, eso no tiene ninguna transcendencia, sino más bien los valores que no son tangibles y que son los que vamos a implantar para dejar huella en este lugar llamado Mundo.
¿Qué valores quieres transmitir? Porque estás muy comprometida con temas sociales: has participado en conciertos como el de Unidos por la Paz de Ucrania; publicaste Humanidad en paro, cuyos fondos destinaste a RAIS Fundación y a Fundación World Vision; también sacaste Barrer a casa en la pandemia…
No considero que sea una persona comprometida. Creo que estamos todos aquí, que deberíamos hacer aquellas cosas que nos hagan sentir que nuestro paso por el mundo nos honra como seres humanos que somos.
No me gusta hablar de las obras sociales como obras sociales o humanitarias, como acreditando un extra al que pasa de todo. No. Todos deberíamos hacer esto, y esto no se debería llamar una obra humanitaria, ni se debería llamar una obra social. Debería ser parte del ser humano y punto.
Antes has mencionado a tu alter ego, Mademoiselle Madame. ¿Cómo surgió todo? ¿Sigue ahí todavía?
Todavía sigue ahí, está en la cárcel encerrada y he decidido este verano que va a volver a salir. Ya tengo la historia, ya tengo la trama. Se va a volver a enamorar, pero de un amor esta vez no tóxico. Johnny Bravo está fuera de la ecuación. Que la persona física que representa ese personaje es muy amigo mío y no puede ser más lejos del personaje, pero lo que representa, que es una pareja tóxica, mala, metida en un ambiente turbio, eso fuera.
Mademoiselle Madame se va a enamorar de alguien que sí que merece la pena, que la va a ayudar a salir de todo ese meollo. Y ya no te cuento más porque sino mi equipo me mata. Pero va a haber una segunda parte.
Sobre Libre, ¿qué ha significado el hacer este tercer disco? ¿Qué mensaje quieres mandar?
Este es un momento en el que todos mundialmente hemos compartido el sentirnos presos durante dos años. "Libre" creo que es una palabra tan sencilla aparentemente puede servirnos a todos como un anclaje, algo a lo que nos queremos agarrar. No sé cómo vistes normalmente, pero hoy vienes con color, tu libreta también está petada de colores... y eso es exactamente como he sido yo siempre, aunque incluso mis colores y mi luz se llegaron a apagar.
No voy a volver a pasar por ahí y no voy a permitir que nadie ni nada vuelva a dejar que esa luz que yo tengo o esa persona vitamina que soy, se vuelva a apagar. Antes de tiempo lo estaré identificando y cortaré por lo sano sin dejar de ser yo, sin dejar de dar, de ser generosa, de leeros en Instagram y empatizar con vuestras historias. Pero sí analizando a tiempo cuando me voy a hundir y nadie va a estar ahí.
Entonces, ese ha sido el aprendizaje vital que he querido representar a través de este disco. Es una palabra muy sencilla que además está aquí, escondida en este anillo [muestra el interior de una sencilla sortija con la palabra grabada], que tiene mucha historia y que es el punto de partida de todo lo que viene en este disco. Ojalá que lo disfrutéis.
Por último, ¿qué supone para ti estar aquí por el cambio de nombre de Parquesur? ¿Ya conocías el centro comercial?
Sí que había estado, y pienso que los cambios siempre tienen una ventana abierta para algo mejor, y ahora más que nunca. Now or never.
Además, me gusta este nombre porque también me lleva a mis raíces británicas. Yo nací en Londres entonces bueno, me gusta que tenga ese punto internacional porque el mundo es de todos. Me gusta que empecemos a abrir horizontes porque nos espera mucho mundo, el mundo que ya nos han robado durante dos años. Así que este es el inicio de una nueva era.