Una novela es entretenimiento, pero también puede reflejar la transformación de un país a través de las vivencias de sus personajes. Así es Archipiélago (Vegueta, 2022) de Inger-Maria Mahlke, que llega a España tras ganar en 2018 el Premio Alemán del Libro.
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Rosa regresa a Canarias buscando algo, pero no sabe el qué. Está tan perdida como el resto de su familia, pero tal vez pueda encontrar respuestas en su abuelo, quien ha sido testigo de la historia política de la isla y de la huella que ha dejado en todos los que le rodean.
A través de 550 páginas, la autora retrocede en el tiempo para recorrer grandes vidas de quienes no han pasado a la historia.
Empezar a escribir
Inger-Maria Mahlke (Hamburgo, 1977) pasó su infancia en Lübeck, en el norte de Alemania, y vistió con frecuencia la isla de Tenerife (Canarias, España).
Antes de dedicarse por completo a la escritura, estudió Derecho en la Universidad Libre de Berlín, donde además trabajó en el departamento de Criminología. En 2009, su talento fue reconocido con el premio Open Mike, un galardón para escritores noveles.
Preguntamos a la autora cómo comenzó a escribir. "Libros y helado de chocolate, habría contestado de pequeña a la pregunta de qué es lo mejor del mundo", responde.
Nos cuenta que empezó a escribir cuando tenía 19 años y estaba en crisis, durante los siguientes diez años lo hizo en secreto. "Estudié Derecho y trabajé (y lo odié). Por casualidad leí sobre un seminario de escritura creativa en la universidad al que podías presentarte, el plazo terminaba el mismo día".
Era un domingo, así que imprimió dos textos cortos, fue allí y como no encontraba el buzón y no quería volver a casa sin nada, los metió por debajo de la puerta de la facultad. Estaba medio convencida de que el servicio de limpieza lo tiraría. "No era muy consciente, pero viéndolo hoy, me decidí a escribir ese día".
Para Mahlke, escribir es "una reflexión sobre los factores políticos, sociales y económicos que conforman nuestro tiempo y sus efectos en el individuo". Para ella, leer es una reflexión sobre la condición humana en la que uno puede sumergirse, que ayuda a desarrollar otras perspectivas y las hace accesibles.
Su primera novela, Silberfischchen (Lepisma), publicada en 2010, la hizo merecedora del Premio Klaus-Michael Kühne un año después. En 2012 recibió el Premio Ernst Willner del Festival de Literatura en Lengua Alemana, al que siguió, en 2014, el Premio Karl Arnold de la Academia de Ciencias y Artes de Renania del Norte-Westfalia.
Su novela Wie Ihr wollt (Como desees, 2015) fue finalista del Premio Alemán del Libro, que conseguiría tres años más tarde con Archipiélago y que la convertiría en una de las voces más reconocidas de las letras alemanas contemporáneas.
Estos premios son para ella un gran honor. "En la práctica significa que puedo dedicarme por completo a escribir y seguir pagando el alquiler".
Archipiélago ha sido publicada por primera vez en castellano por Vegueta Ediciones en 2022. Se trata de un libro dirigido a "todos los interesados en la historia y en las grandes y pequeñas catástrofes y alegrías de la vida".
'Archipiélago'
Conversamos con la autora sobre Archipiélago (Vegueta, 2022) y le preguntamos qué le llevo a escribir la obra, qué pretende transmitir a través de sus páginas y por qué decide ubicarla en Canarias.
"Quería hacer tangible la transitoriedad invirtiendo la experiencia habitual del tiempo. Demostrar que nada es estable, ni siquiera nuestros recuerdos, que los adaptamos a nuestras necesidades actuales; cuántos yos diferentes somos en una vida. Mostrar la interacción de este proceso individual con el contexto político y social", dice.
Y continúa: "El método es, en última instancia, el de una excavación arqueológica, cavando desde la superficie, el presente, capa por capa, hacia el pasado, registrando los cambios de una fase a otra".
Respecto a Tenerife y las Canarias, la autora señala que, por una parte, la ubicación responde a un tema personal. "Mi madre es canaria, nacida 1944 en La Laguna. Escribí gran parte de la novela en la azotea de mi abuela con vista a la capilla de Santa María de Gracia y las ruinas del reformatorio. Los Peñas, la familia de mi abuelo, tenían una finca de trigo y de higos en esta zona, la familia de mi abuela viene de Valle da Guerra donde tenían una finca de caña", cuenta.
Y añade: "Mi abuelo fue albañil, mi abuela ama de casa, mi madre trabajaba en Los Rodeos, el aeropuerto. Se fue a Hamburgo (Alemania) en 1972, para aprender alemán, y allí conoció a mi padre y se casaron. Fui al un colegio en Alemania, pero pasamos todas las vacaciones con mis abuelos. Más tarde, cuando mi abuela desarrolló demencia, mi trabajo como escritora me permitió estar a su lado. Fue una persona muy importante para mí, el personaje de Amalia González Herrera en Archipiélago es a su vez un retrato de ella en esta fase de su vida".
Por otra parte, Mahlke señala que la isla ya era muchas islas, "una está metida en la otra".
"A pesar de su ostentosa belleza, su historia se caracteriza por la colonización y dependencia del exterior, por cambios políticos y económicos muy bruscos, como la Guerra Civil, el fascismo, el turismo de masas y la destrucción ambiental, la transición, el auge económico y la crisis crediticia. Debido a los espacios y recursos limitados de una isla, los procesos y desarrollos políticos rápidamente se vuelven más extremos y las estructuras emergen más claras", apunta.
Y continúa: "Otra característica especial es que su ubicación es geográficamente periférica en el contexto europeo, pero era estratégicamente central para las conexiones transatlánticas y la expansión del capitalismo por las rutas carboneras. Por lo tanto, ofrecen una perspectiva muy interesante a la historia europea".
Archipiélago relata una historia con un amplio contenido histórico. Para poder hacerlo, Malhke se documentó con extensas entrevistas con familiares y amigos, pero también fueron de gran importancia las publicaciones científicas, por ejemplo, de Aarón León Álvarez y el Instituto de Estudios Canarios sobre la Segunda República, la Guerra Civil y el franquismo. "La librería del cabildo en Santa Cruz es una fantástica fuente de literatura histórica sobre las islas".