Marian Croak, (1955) es una de las primeras mujeres afroamericanas que consiguió ascender al Olimpo de los dioses inventores, haciéndose un hueco en el Salón de la Fama de los Inventores de EEUU.
La informática y ejecutiva estadounidense cuenta con más de 200 patentes registradas, incluida la tecnología que hay detrás de la plataforma Zoom.
Croak es ahora vicepresidenta de ingeniería de Google y dirige el Centro de Investigación para la Inteligencia Artificial Responsable y la Tecnología Humana.
Infancia curiosa
Cuando la pequeña Marian contaba sólo cinco o seis años, se quedaba boquiabierta cada vez que los electricistas y los fontaneros entraban en su casa para reparar cables y tuberías rotas. Los seguía a todas partes para ver cómo conseguían arreglar y dar solución a los problemas y además, les acribillaba a preguntas. “Y aún hoy lo sigo haciendo” declaraba recientemente en una entrevista para Google.
La fascinación de Croak por la ingeniería fue creciendo con el paso del tiempo, hasta que el pasado año fue incluida en el Salón de la Fama de Inventores de EEUU, uno de los más altos honores para quienes se dedican a crear y diseñar objetos que facilitan la vida a las personas, y donde han sido llamados inventores de la talla de Thomas Edison, Alexander Graham Bell o los hermanos Wright.
Marian Croak ha pasado a ser una de las dos primeras mujeres afroamericanas en recibir ese honor, junto con la fallecida Patricia Bath, una oftalmóloga que creó un dispositivo que se usa durante la cirugía para eliminar fácilmente las cataratas. Algo realmente inusual, ya que de los 610 miembros que tiene el Salón de la Fama de Inventores, sólo 48 de ellos son mujeres, y 30 son afroamericanos.
200 patentes registradas
Con más de 200 patentes registradas a su nombre, Croak desarrolló en particular VoIP, voz sobre iP o Voz sobre Protocolo de Internet, una tecnología que tiene innumerables e importantes usos en nuestra vida cotidiana, incluido el trabajo en remoto. Pensemos en compañías como Skype, Face Time o Zoom.
“Siempre me ha motivado el deseo de cambiar el mundo y para hacerlo trato de cambiar el mundo en el que me encuentro ahora”, comentaba Croak al periodista de Google.
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Croak se animó a estudiar STEM desde edad muy temprana. Su padre le construyó un juego de química con el que quería mostrarle el mundo de posibilidades que se podría abrir ante sus ojos.
Así que se graduó en la Universidad de Princeton y obtuvo el doctorado en la Universidad del Sur de California en 1982. Después consiguió trabajo en AT&T Bell Laboratories y allí comenzó a trabajar en Voice Over Internet Protocol (VoIP), una tecnología que es capaz de convertir los datos de voz en señales digitales que pueden transmitirse a través de Internet, sin importar los kilómetros de distancia entre los usuarios. Algo que cambiaría el mundo.
Inventó VoIP
Croak y su equipo progresaron tanto, que comenzaron a utilizarlo de forma interna para su propia red central. Hoy esta tecnología ha mejorado las capacidades de las llamadas de audio y vídeo online, lo que permite que hoy dispongamos de aplicaciones como Zoom, esenciales para desarrollar trabajo en remoto en la actualidad y que todos utilizamos durante la pandemia cuando no había otra posibilidad que el teletrabajo.
Esta innovación de Marian también significó una revolución en el campo de las donaciones a organizaciones benéficas, sobre todo en EEUU. Por ejemplo, se utilizó con mucho éxito para crear el sistema de donación a raíz del desastre provocado por el huracán Katrina o después del devastador terremoto de Haití en 2010.
Mejora en países sin recursos
Tras pasar más de 32 años en AT&T, Croak decidió unirse a la compañía Google en 2014 donde dirigió a un equipo que llevó la banda ancha a los países en vías de desarrollo de Asia y África, construyendo por ejemplo, wi-fi público en estaciones de ferrocarril en La India.
Hoy la ingeniera también trabaja desde Google asesorando a mujeres y niñas en Nigeria. Conoce bien la importancia de defender la diversidad en este sector. ”Creo que inspira a las personas, cuando ven a alguien que se parece a ellos en algún aspecto y estoy orgullosa de representarles”, aseguró la inventora. “Quiero que la gente entienda que puede ser difícil, pero que pueden superar los obstáculos y que vale la pena”.
Inventoras invisibles
A lo largo de los tiempos han sido muchos los casos de mujeres inventoras que han pasado invisibles por la historia. Muchas científicas, sobre todo, vieron como sus investigaciones y descubrimientos fueron atribuidos a hombres, a pesar de ser ellas las verdades descubridoras o inventoras.
Sin ellas, probablemente no existirían algunas de las tecnologías más importantes hoy en día.
El caso de Hedy Lamarr es uno de los más curiosos porque ella fue más conocida por su faceta de actriz que de inventora. Una mujer revolucionaria y poco habitual para su época.
“Las mujeres científicas han sido tradicionalmente invisibilizadas en nuestros relatos de la historia hasta hace bien poco, y las que han aportado avances en el campo de la ingeniería y tecnología están directamente desaparecidas. Algunas de ellas, son clave en el desarrollo de tecnologías de las que hoy dependen nuestras vidas cotidianas, como Hedy Lamarr inventora del WiFi”, aseguraba María Serrano autora de Hedy Lamarr: Aventurera, inventora y actriz, (Vegueta, 2022) en una entrevista para magasIN.
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“Hedy fue una pionera en muchísimos ámbitos, -continúa la autora- desde la narración cinematográfica (con 17 años interpretó el primer orgasmo femenino de la historia del cine) hasta, al final de sus días, la cirugía estética (diseñó también formas de cirugía que innovaron en ese campo). Pasando por todo un espectro de innovaciones tecnológicas en las que ideó desde un avión para Howard Hughes, una bebida de cola en pastillas o la tecnología a la que más se dedica este libro, el 'sistema de transmisión en espectro ensanchado por salto de frecuencia' precursor de la tecnología WiFi”, concluye.
También la matemática estadounidense Gladys West fue una figura clave en la invención del sistema de navegación por satélite o GPS.
Ada Lovelace inventó la programación. Ella fue quien escribió el algoritmo informático original para una máquina que procesara letras y números: la máquina analítica que se produciría años después.
Margaret A. Wilcox inventó la calefacción para automóviles en 1893, y Alice H. Parker, poco después de la Primera Guerra Mundial inventó un sistema de calefacción central para el hogar.