Vuelvo a inspirarme entre mujeres amigas. Una bendición volver a ver a Loreto, una mujer que admiro y a la que tengo gran cariño, que percibo que es mutuo. Difíciles momentos me habían impedido grabar antes, así es que, a sabiendas de que charlar con ella iba a ser bálsamo seguro, quedamos en la sede madrileña de Engie, un edificio luminoso que me sorprende para bien.
[Inés Juste: "La innovación ha sido clave para la sostenibilidad de nuestro proyecto empresarial y sus 100 años".]
Nos conocimos hace muchos años y este día en qué quedamos para charlar, nos sorprendimos, pues parecíamos almas gemelas, vestidas como si una fuera el negativo fotográfico de la otra, juego de blancos y negros que parecía nos hubiéramos coordinado antes. Me arranca unas risas y así empezamos a conversar.
Dos décadas de experiencia en el sector energético y de gas en compañías de diversos países de Europa dan mucho de sí, sobre todo si la principal etapa de su carrera, la de CEO de Engie, la arranca en 2011 con desafíos tan notables como la anterior crisis financiera y lo que después nos ha tocado vivir, y estamos padeciendo.
Ningún obstáculo le ha desviado de su foco: trabajar con digitalización por energías no contaminantes, limpias, mejorando la eficiencia energética con digitalización.
A gala lleva haber sido reconocida con la Orden Nacional del Mérito por el Presidente de la República Francesa. Bonito esto de ser profeta en tu tierra, en este caso ser reconocida por su trabajo en una compañía gala, y bonito también que así sea en nuestro país, donde ha sido distinguida como mejor CEO en las listas de Forbes, Yo Dona y Top 100 Mujeres Lideres en la categoría de Alta Dirección.
Una oportunidad hablar siempre con ella.