Lucía Regales (Gijón, 1974) descuelga el teléfono al otro lado del océano y explica a magasIN que una de sus prioridades como vicepresidenta de ECUSA en el capítulo de Nueva York [la Asociación de Españoles Científicos en USA desde 2013] es “ayudar a los investigadores que llegan a la capital de Estados Unidos a encaminar sus investigaciones y su carrera, no solo en centros académicos, también en empresas o instituciones”.
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De hecho, Regales, vive actualmente en Nueva York con sus dos hijos y su marido, y ejerce como directora científica en Curis, una empresa en la que lidera “un programa I+D de desarrollo clínico y traslacional de dos nuevas inmunoterapias” y está especializada en el avance de lo que se conoce como “medicina de precisión”: su especialidad ha tenido una evolución asombrosa durante los últimos años.
Al encontrarse de cerca con diversos casos de cáncer en su entorno, decidió dedicar su vida a conocer mejor esta enfermedad y ver qué nuevos caminos investigadores podrían emprenderse. Actualmente, relata, está enfocada en la investigación de un nuevo fármaco que será de aplicación en leucemias y linfomas avanzados.
Investigadora de éxito
Se dice que el verdadero conocimiento lleva a la modestia, y esto es particularmente cierto en este caso.
Licenciada en Bioquímica por la Universidad de Oviedo, doctorada en Biología Molecular en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC español y postdoc en el Memorial Sloan Kettering, Lucía Regales es sobre todo experta en el estudio e identificación de mutaciones genómicas de resistencia al cáncer y ha participado en el desarrollo de lo que se denominan terapias diana para combatirlas. Estos estudios conllevaron con gran éxito la realización de muchos ensayos clínicos fase I-III en pacientes con cáncer de pulmón.
Durante su paso por la industria farmacéutica y biotecnológica (Elli Lilly, Merck) desarrolló una de las primeras inmunoterapias aprobadas globalmente [“los inhibidores anti-PD-L1 y los biomarcadores asociados a estas inmunoterapias”]. Ahora, este conjunto de descubrimientos son aprovechados “por millones de pacientes con cáncer (pulmón, colorrectal, melanoma o linfomas, entre otros”, resume, de forma modesta.
Acerca del sistema inmune
¿Qué opina de las muchas informaciones que leemos en la prensa? Parece que estamos avanzando mucho en la lucha contra el cáncer…
El cáncer es una enfermedad genética muy relacionada con el envejecimiento y muchas de estas informaciones que se publican en prensa están en estadios preclínicos. Se trata de ensayos en modelos animales que son muy impactantes, pero luego hay que demostrarlos a nivel clínico, lo cual puede implicar normalmente en media más de diez años.
¿Cuál es el mayor avance de los últimos años?
Sin duda las inmunoterapias. Se trata, en pocas palabras, de un cambio de estrategia: fortalecer el sistema inmune y atacar los tumores desde ese ángulo. El cáncer tiene que ver con una proliferación irregular de las células y aunque esa proliferación siempre se ha tratado con quimioterapias y fármacos muy agresivos que paraban el ciclo celular de golpe, esto provoca toxicidades muy altas para los pacientes e interfiere mucho con la vida diaria.
¿Cómo se han conseguido estos grandes avances?
A partir de la secuenciación del genoma humano en el 2001, conocemos las mutaciones relacionadas. En paralelo, hemos entendido cómo funciona el sistema humano y ahora se trata de modificarlo para atacar el cáncer. Las inmunoterapias llevaban siendo revisadas desde los años 50, pero hasta el 2011 no se aprobaron estos inmunocheckpoints que han servido para curar melanomas y cánceres de pulmón, con esperanzas de vida de 10 o más años estos tratamientos pueden permitir hacer vida normal, tras ciertas indicaciones.
¿Cómo definiría la inmunoterapia?
Significa muchas cosas como concepto. Para nosotros, en cáncer, se trata de una reprogramación del sistema inmune: dicho de forma simple, tú tienes unos linfocitos que reconocen las células tumorales y las atacan, pero el cáncer es capaz de enmascararse y las células inmunes no lo reconocen y no lo atacan.
Aquí reactivamos los linfocitos para que reconozcan al cáncer y lo ataquen. Esta es una de las principales estrategias de las inmunoterapias, hay muchas otras en estudio… En los congresos enfocados en cáncer de nuestra época se trata de uno de los temas prioritarios, son una revolución.
¿El cáncer tiene una base genética?
Sí. La causa son las mutaciones erróneas en los genes. Cambios en los genes harán que cambie cómo funcionan nuestras células. Si los genes acumulan estos errores, las mutaciones, producirán proteínas erróneas, lo cual provocará a su vez una proliferación también irregular de las células y esto puede terminar invadiendo otros tejidos, es decir, la “metástasis”.
Por ejemplo, se sabe que el tabaco provoca mutaciones en el genoma de las células del pulmón debido a la nicotina, que es una molécula que se inserta en el genoma debido a su fórmula química. De todos modos, aunque el cáncer sea genético, si tu sistema inmune está funcionando bien y es fuerte, todas esas mutaciones serán identificadas y atacadas como si fueran una infección.
¿El sistema inmune se puede mejorar con los hábitos que tenemos?
En efecto. Sabemos cuáles son algunos de los factores que influyen, como la dieta [mediterránea], el ejercicio [moderado], la calidad del aire y otros factores ambientales dañan el sistema inmune, así como el estrés. Además, están como comentamos el tabaco y el alcohol. También existe correlación entre la obesidad y el cáncer, como vimos que ocurría también con la COVID. Ojo, porque con el envejecimiento es imposible mantener un sistema inmune intacto.
¿Y el estrés?
Hay evidencias de que existe una correlación, provocando un debilitamiento del sistema inmunitario.
¿Qué opina de las nuevas estancias para recuperar el sistema inmune en pocas semanas?
No hay muchos estudios sobre estancias cortas de reactivación del sistema inmune. Hacer vacaciones está genial, pero hay que intentar evitar los niveles de estrés durante todo el año, cambiar las pautas de millones de horas de trabajo, no dormir bien, fumar, llevar una dieta horrible… Algo corto no revierte los efectos del estrés. Hay que ir hacia un cambio de vida.
¿Cuál diría que es la diferencia entre investigar en Estados Unidos y en España?
En España, para mí hay un problema de estrategia y de oportunidad. Desgraciadamente, en mi país no hay una estrategia nacional y a largo plazo de investigación, aún no se ha creado.
Hay gente muy buena, pero no se trabaja en una gran estrategia para promover la investigación. Luego está la inversión, que aquí en EEUU es tremenda: en España el presupuesto sigue siendo bajo, ha mejorado, pero la estrategia cambia entre las diferentes instituciones, regiones y centros y no integra sector público y privado, por lo que se diluyen oportunidades.
Liderazgo femenino
Regales explica a magasIn cómo, en paralelo al resto de sus ocupaciones, lidera “una asociación de mujeres españolas en NYC para promover la integración de las recién llegadas a la ciudad, su promoción profesional y el apoyo a la cultura española en la ciudad de Nueva York”.
El que era inicialmente un foro cerrado de mujeres españolas en NYC ahora se va a transformar en la asociación Spanish Woman Society [nombre aún por confirmar]. “Todo comenzó con un pequeño grupo. Ahora somos cerca de 300 mujeres montando una fundación, con la intención de celebrar mayores eventos culturales, de networking y de negocio. Se habla mucho de empoderamiento, de diversidad y eso está muy bien, pero luego hay que pasar a la acción, creemos que es muy importante la unión de las mujeres en ese aspecto y que hagamos piña entre nosotras, para suplir la carencia de información”.
De todas las mujeres que la han inspirado, “Margarita Salas sería la más importante, la gran investigadora asturiana, una pionera que trabajó con Severo Ochoa. La perdimos hace poquito, era una mujer extremadamente visionaria, de las primeras que decidió dedicarse a la ciencia. Nació en un pequeño pueblo de Asturias, ni siquiera en Gijón, imagínate. Fue descubridora de los mecanismos de replicación del ADN, también hizo diferentes estancias internacionales, y ayudó mucho a que se trajera la biología molecular a España en los años cincuenta. Sus trabajos de replicación en virus bacterianos, y sus muchas patentes hoy del CSIC, son un ejemplo para todas y todos. Y nos recuerdan la importancia de las pequeñas cosas, porque ella trabajaba con virus, supuestamente pequeños”.
La conversación con Lucía Regales termina con una reflexión sobre la visión personal de muchas mujeres que conoce en su sector y otros. Regales insiste en reivindicar “una mujer natural y común, sin nada que envidiar a las celebrities: y es importante para las chicas más jóvenes saber que puedes ser feliz, profesionalmente, teniendo una profesión de científica o de ingeniera, feliz o incluso muy feliz”.