Soy Carmen Cabestany, profesora y cofundadora de la Asociación No al Acoso Escolar. Con veinte años, como profesora de lengua y literatura española, de francés, y tutora en varios institutos de enseñanza secundaria de Barcelona y provincias, ahora también realizo charlas sobre Educación Holística a profesionales de la educación. También formo a profesores en Técnicas contra el acoso escolar, un tema que lleva todo mi tiempo y atención.
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El bullying es cosa de todos (Timun Mas, 2023) es, probablemente, una asignatura pendiente conmigo misma y con las personas que creen o han creído en mí. Me encanta escribir y creo que no se me da mal, pero nunca había encontrado el momento adecuado para empezar a hacerlo.
Tenía solo diez años cuando una de mis profesoras de entonces, viendo mi facilidad para redactar, me regaló un libro titulado Mujeres célebres, que aún conservo.
Me dijo: “Sé que algún día veré algo tuyo publicado”. Como soy más bien una autora tardía, no creo que la pobre pueda leer mi obra, pero se la dedico con gusto por haber apostado, a tan temprana edad, por mis capacidades como escritora. Quizás desde alguna otra dimensión pueda verme y se sienta orgullosa de mí.
Este libro obedece a mi compromiso con los chavales y a mi voluntad de contribuir a concienciar a toda la sociedad sobre la gravedad del problema del acoso escolar.
Unos dos millones de niños sufren bullying en las aulas de toda España. Lo he escrito también con la voluntad de hacer saber que hay solución y que, entre todos, podemos acabar con esta lacra. ¿Cómo? ¡Actuando! Y haciéndolo bien.
Cada persona, cada entidad, cada sector social puede y debe poner su granito de arena para construir un inmenso muro de contención contra el maltrato. Todos debemos trabajar unidos para tejer una sólida red de protección de la infancia. No basta con decir: “Yo ya he hecho lo que he podido”. Hay que informar a otros, trabajar conjuntamente, asumir responsabilidades, seguir el tema hasta asegurarse de que se ha solucionado y velar por qué no vuelva a suceder.
Carmen Cabestany, profesora y autora de "El bullying es cosa de todos"
El hilo conductor de la obra es la historia de Nadia, una chiquita desesperada por el maltrato que sufría y por la inacción de su instituto, a la que pudimos ayudar a salir del túnel. Su caso permite hacer un recorrido por los diferentes sectores sociales que intervinieron (centro educativo, inspección, servicios sociales, sanidad, policía...).
Y, siguiendo ese itinerario, analizar las actuaciones de cada quien y poner de manifiesto los errores que suelen producirse y repetirse en la mayoría de ocasiones.
Para solucionar su caso, hubo que enfrentarse con la dirección del instituto, con inspectores, con los servicios sociales e incluso con la policía. ¿Por qué? Pues porque todas estas instituciones iban a una y respaldaban al centro educativo. Por desgracia, este proceder es bastante habitual.
El libro está dirigido a cualquier persona, porque todos, en algún momento, podemos vernos involucrados en un tema tan delicado, pero creo que es especialmente interesante y necesario para padres, profesores, directores, orientadores, inspectores, etc. Y también para chicos de Secundaria.
Quizás lo más novedoso de El bullying es cosa de todos es la visión del acoso escolar como un problema social, como una lacra social en la sombra, como un gran iceberg del cual solo vemos la parte emergente; y, sin embargo, lo más importante es conocer qué pasa bajo la superficie, porque es ahí donde está el entramado, a veces perverso, que condena a las víctimas.
Por tanto, es también un libro crítico, de denuncia, porque no hay nada más innoble que permitir el maltrato a los niños. Yo asumo el compromiso de denunciar con todas mis fuerzas esta barbarie, esta crueldad que todos permitimos, por acción o por omisión.
A lo largo de trece capítulos, pasamos revista al sector educativo, al sanitario, a las fuerzas del orden, al mundo empresarial, al ámbito deportivo, al artístico, a la justicia, a los medios de comunicación, a las asociaciones y, por supuesto, a nuestros políticos, que tanto se llenan la boca de decir “tolerancia cero contra el bullying” pero que, a la hora de la verdad, no toman medidas efectivas para solucionar el problema.
La solución que la Asociación NACE y yo proponemos está al final del libro; es el “Decálogo contra el acoso escolar”, una herramienta efectiva aprobada, por ejemplo, por el Parlamento de Cataluña en 2020, pero que nunca fue puesta en funcionamiento. Es decir, solución hay, y es preciso que todo el mundo lo sepa, pero parece que hay interés en que el problema continúe. ¿Por qué? Algún día, alguien deberá dar respuesta a esta pregunta.
Mientras tanto, sigue habiendo dos millones de niños en las aulas de toda España que van cada día al infierno y que no comprenden por qué tienen que sufrir y por qué nadie les ayuda de manera efectiva. Este libro ha sido escrito con mucho cariño y con mucho rigor.
¡Ojalá lo lean muchas personas y vengan a engrosar las filas de los comprometidos con la causa! Necesitamos crear un ejército numeroso y valiente, un ejército dispuesto a salvar niños. Porque los niños, de un modo u otro, son de todos y son el futuro de nuestro país.