Loreto Mauleón
Tres años han pasado desde que enamoró al público y crítica con su desgarrador papel de Arantxa en la serie Patria, que le valió un premio Feroz. Desde entonces, la carrera de Loreto Mauleón sigue avanzando con paso firme con otros triunfos como su papel protagonista en la película Los renglones torcidos de Dios o su destacada participación en La chica de nieve.
Ahora, con una película a punto de estrenar y una serie que acaba de terminar de rodar, la actriz confirma su buena racha presentando la gala de clausura del festival de cine de San Sebastián junto a Eva Hache. No sólo eso, ha formado parte del jurado de otra sección de la muestra, el Premio Agenda 2030 Euskadi Basque Country, que reconoce el filme que mejor refleje los valores de la sostenibilidad y solidaridad como emblemas principales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que impulsa la Agenda 2030 en Naciones Unidas.
Es el segundo año consecutivo que es protagonista en Donostia, un reflejo de que Loreto está en un momento clave de su carrera. Magas se ha reunido con ella antes de la gran cita para hablar de su trayectoria, de su faceta más personal y de sus proyectos. Su voz pausada transmite seguridad y tranquilidad, mide lo que dice con precisión y procura no meterse en las aguas turbulentas que a veces asoman. Las palabras que pueden definirla son calma y cercanía.
Loreto, este año repites en San Sebastián, ya que en 2022 presentaste la gala inaugural. Te vas a convertir en una de sus actrices fetiche.
No lo sé (risas). La verdad es que ha ido surgiendo así y este año va a ser muy entretenido. No he preparado nada, acataré órdenes.
Los festivales de cine se han convertido también en un escenario donde son muchos los que aprovechan para hacer alguna reivindicación, ya sea en el momento de presentar, como es tu caso, o de recoger un premio...
Claro, es un lugar donde están todos los ojos puestos en ti, entonces es un buen sitio si quieres reivindicar algo. No es mi caso en este momento, pero sí creo que hay que aprovechar estas oportunidades. Cada uno debe hacer lo que le salga y también es respetable que alguien no se sienta cómodo pronunciando ese tipo de discursos, porque es algo muy personal.
Además de cine, San Sebastián es una pasarela de moda. ¿Sueles preparar ese estilismo de alfombra roja con mucha antelación?
La verdad es que este año no he tenido mucho tiempo para prepararlo, porque he estado rodando fuera y no he podido enfocarme en eso. De todos modos, es un momento que a mí siempre me crea un poco de incertidumbre, como que me apetece, pero a la vez me suele dar un poco de pereza. Pero bueno, este año la verdad es que tenía muchas ganas.
¿Qué buscas en un look para una noche así?
Sobre todo, sentirme cómoda dentro de ese artificio, que no deja de ser como un lugar al que no estamos acostumbradas. Yo, al menos, no estoy habituada a estar cada día así, por mucho que esté delante de la pantalla. Si tengo la oportunidad de ver marcas que tengan que ver conmigo, pues intento hacerlo.
Chaqueta y falda acolchadas de Antik Batik. Botines marrones de Guess.
¿Partías con una quiniela de películas favoritas este año?
La verdad es que no, porque no me había dado tiempo a mirarlas con antelación. Además al ser jurado de una parte del festival tenía ya una lista de las que iba a tener que ver. De todos modos, en los festivales como éste siempre se encuentran joyas cinematográficas que luego hay veces que no llegan a nuestros cines por la razón que sea. Entonces tenía muchas ganas de que me sorprendieran.
Hablemos de tus proyectos de cine. En noviembre estrenas La Ermita, junto a Belén Rueda, y el tráiler es bastante inquietante...
No es una historia tanto de sustos, sino que es un miedo más psicológico. No quiero destripar nada, ni adelantarme. La película cuenta muchas cosas y lo hace desde la visión de la niña que es la protagonista. Yo interpreto a su madre, que está enferma, y para mí ha sido uno de los papeles más complicados que he hecho, a pesar de que a lo mejor en cuanto a cantidad no salgo tanto. Sin embargo, ha sido complejo porque llevaba mucho tiempo de maquillaje antes de rodar, eran muchas horas de preparación y también porque la trama era complicada. Aún no la he visto y tengo muchas ganas.
Jersey de lana y falda midi de pana de Antik Batik. Botines marrones de Guess.
¿Cómo fue el rodaje?
Toda mi parte fue en un mismo set y había mucha concentración y como mucho silencio, porque era algo muy delicado. La mía es como la parte más emocional de la película, entonces no cabían las distracciones. Hubo mucho respeto, que también se agradece mucho cuando tienes que hacer algo así, tan de sacar entraña.
Tus últimos papeles han sido de mucha carga emocional, sobre todo el que interpretabas en La chica de nieve, una madre que sufre el secuestro de su hija. ¿Cuesta dejar esa carga dentro del set de grabación y no llevárselo a casa para proteger la propia salud mental?
Bueno, yo creo que eso tiene que ver con desde dónde trabaja cada uno. Yo trabajo desde un lugar totalmente fuera de mi experiencia. Me refiero a que puedo usar un recuerdo que relaciono con el personaje, pero no voy a utilizar mis sentimientos en el papel, porque no me interesa mezclarme ahí. Prefiero alejarlo de mí, crear un personaje directamente y sólo centrarme en lo que le está pasando y no relacionarlo conmigo. Entonces es verdad que cuando dicen corten, tú cortas. Si te has pasado el día llorando en el rodaje, sí que tienes una sensación física de agotamiento, pero yo no me llevo el personaje a casa.
Además, acabas de terminar la grabación de una serie, Detective Touré, en la que hay un cambio de registro.
Sí, el personaje no tiene nada que ver con los anteriores que he hecho. Es una mujer súper echada para adelante, que tiene un hijo y trabaja en una farmacia. En la historia se reúnen muchos componentes, hay drama, thriller, comedia... un poco de todo. Aunque de nuevo interpreto a una madre, en esta ocasión se trata de algo mucho más dinámico. Es una mujer con mucha fuerza, así como bastante mal hablada. Es un cambio de registro, que me ha aportado aire fresco.
Tu papel en Patria, por el que ganaste un Premio Feroz, sigue estando muy presente. ¿Dirías que aquel galardón ha sido un poco talismán en tu carrera?, ¿te ha abierto puertas?
Pues yo creo que sí. El problema que hay en torno a los premios no son los premios en sí, sino las expectativas que se crean y que luego, si no se cumplen, hacen que te lleves un chasco. En mi caso, la serie nos dio a todo el elenco una visibilidad que hasta entonces no teníamos.
Mono de cuadros y camisa vichy de IQ Collection. Botas marrones de Guess.
¿Cómo recuerdas tu paso por ella?
Fue un rodaje estupendo y un equipo maravilloso, tanto detrás como delante de las cámaras. Disfruté un montón con mi personaje, que supuso un reto enorme para mí. A mí me encantan los retos. Recuerdo que me despertaba cada día con muchas ganas y muchos nervios de hacerlo bien y con mucho respeto tanto por lo que contábamos como por el lugar desde donde lo contaba yo. Ya no solo hablando del tema político, sino que yo, además, estaba en una silla de ruedas y quería hacerlo con el mayor respeto del mundo. El hecho de que luego la respuesta del público fuera buena con respecto a mi papel me dio mucha paz.
¿Te dio vértigo el trasfondo de la serie con un tema tan espinoso como ETA, cuyas heridas siguen abiertas?
Yo creo que lo que se estaba buscando era abrir un diálogo, por lo menos nosotros lo sentíamos así y en nosotros generaba eso. Y luego he podido comprobar, hablando con mucha gente, que en efecto ha sido así. El objetivo se consiguió. Es verdad que al principio da vértigo porque te enfrentas a muchas opiniones, pero una vez hecha, no. Lo importante es el valor del mensaje: el perdón. El final es eso y fue muy emocionante, muy bonito y muy sanador.
La actriz Joan Collins en su última biografía relata el abuso de poder y sexual en el mundo del cine que ella misma y muchas de sus compañeras sufrieron en su época. ¿Crees que queda mucho por avanzar en ese terreno?
Este es un melón muy grande que abrir. Hay muchísimo que mejorar, por supuesto, pero ya no sólo en el mundo del cine. Creemos que hemos avanzado mucho, pero todavía falta. Con respecto al tema de los abusos, no me voy a meter en ese jardín, pero sobre todo porque yo no lo he sufrido. Quiero decir que no puedo hablar en primera persona, pero se está viendo. Van saliendo cada vez más cosas y la gente necesita hablar y que se sepa. Espero que siga siendo así y que se conozcan los casos, porque lo que está pasando es intolerable. Hay que sacarlo y que se acabe con esta lacra.
En España ya ha llegado la figura de coordinador de intimidad en los rodajes para las escenas íntimas, ¿era algo necesario?
¡Me parece fenomenal! Yo no la he tenido en ningún proyecto hasta el momento, pero conozco a compañeros que sí. Creo ayuda mucho, porque simplemente se utiliza como herramienta para poder construir una secuencia, normalmente que tenga sexo e intimidad, y poder hacerla como cualquier otra escena, como si fuera una coreografía y haciendo que la gente se sienta más tranquila. Te dan pie a que si hay algo que te incomoda lo puedas decir sin sentirte mal, que es lo que creo que ha pasado hasta ahora. Son herramientas muy valiosas. Da tranquilidad y seguridad, porque puede que te sientas muy vulnerable al hacer ese tipo de secuencias.
Son muchas las cosas que el feminismo ha aportado también al cine...
Absolutamente sí y muchas más cosas que cambiarán gracias a él.
Jersey de lana de Antik Batik y falda de Ikks. Botas negras de Guess.
Conocemos a Loreto Mauleón a través de sus personajes, pero poco a la persona que hay tras ellos. ¿Cómo es Loreto detrás de cámaras?
Soy muy normal y creo que poco interesante. Yo siempre busco normalidad en mi vida, porque es lo que necesito para compensar todo lo relativo a esta profesión. Me gusta estar con mi familia, con mis amigas, con mi pareja, estar en casa, hacer cosas normales y corrientes... Con lo que más disfruto es haciendo lo que no puedo hacer en el día a día, cuando me toca estar de un lado para otro.
¿Qué cosas te preocupan como ciudadana?
Pues muchísimas. Me preocupa mucho la falta de respeto hacia otras personas en general, ya sea por su condición sexual, ya sea por su raza, por cualquier cosa. Todo lo que vaya contra cualquier derecho humano me pone muy nerviosa y muy triste. No lo entiendo. No entiendo que hoy en día no toleremos a otras personas por ser diferentes a nosotras. Veo que hay mucho odio en la sociedad y eso me genera mucho malestar.
¿Cómo te ves dentro de 20 años a nivel profesional?, ¿esperas que haya papeles interesantes para mujeres maduras, que es algo de lo que se quejan muchas actrices?
Yo lo que espero es estar haciendo papeles de la edad que me corresponda y que los siga habiendo, por supuesto. Ojalá pueda hacerlo. A nivel personal seguiré buscando la tranquilidad de la que te hablaba; creo que la tranquilidad está infravalorada.
¿Te planteas dirigir?
No tengo mucha ambición en ese sentido, no lo descarto, pero de momento no me lo ha planteado, Y eso que me encanta ser dirigida por mujeres, que es algo que últimamente he hecho mucho.
Agradecimientos a EH - Elena Comunicación y Vality por su colaboración.