Cuando hace apenas un año me contactó la editorial B de Blok encargándome un cuento que contuviera un poco de todo lo que enseño y transmito en mis cursos, parecía misión imposible. Me decían: "Que tenga un toque Waldorf, y estimule el habla de los niños, incluso que facilite problemas específicos con algún sonido. Y que sirva para introducir las letras, para leer, y para la matemática". Y la lista seguía… A veces el exceso de exigencia bloquea.

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Por suerte, no me dejé llevar por el primer susto y decidí ponerme manos a la obra, aunque no supiera aún bien cómo iba a resolver todas las peticiones. A la hora de escribir cuentos y crear Rimas con Movimiento —un método que estimula el lenguaje y ayuda a trabajar las dificultades en la pronunciación de forma lúdica— la propia naturaleza es mi gran fuente de inspiración.

Yo misma vivo en el campo, en un entorno rural cerca de pueblos de menos de 2000 habitantes, donde las montañas, los bosques, los ríos y mi huerta me susurran ideas constantemente. Concretamente, la antesala de La magia de las estaciones (B de Blok, 2023), lo que me ayudó a crear el formato con agilidad, fueron las historias de Rompompóm y Tatín.

Son dos duendecillos de tela que durante la pandemia fui fotografiando en los distintos parajes naturales de mi entorno, produciendo historias en el transcurso de las cuatro estaciones. Y me había quedado a medias el cuento de los enanitos en mi huerta. Con todo esto y muchas ganas, me senté frente al ordenador… Sí, porque la labor de escritora tiene un poco de inspiración y mucho de disciplina y dedicación.

Cuestión, que empecé escogiendo cinco duendes en vez de dos. ¿Por qué? Porque a su vez cada duende está vinculado a una vocal, tanto por su nombre como por su carácter y las frases qué dice. Esto permite trabajar letras, sonidos y también cinco emociones básicas.

Portada del libro. Tamara Chubarovsky

Por ejemplo, llega Pac a la huerta diciendo, lleno de alegre entusiasmo, "¡ja, ya estoy acá!". Los duendes viven en el bosque y en el transcurso del año realizan diversas tareas, tanto en el huerto como en otros entornos, visibilizando los cambios específicos de cada estación y sensibilizando a los niños respecto a la naturaleza.

A su vez, las labores del huerto conectan a los niños con las frutas y las verduras, animando indirectamente a mejorar la alimentación y adquirir hábitos saludables, inspirados por el ejemplo de los duendecillos. El libro también insufla valores como gratitud a la tierra, al agua, al sol y todo lo que nos rodea. Este mismo acercamiento a las flores y plantas invita a descubrir patrones, colores y números escondidos en ellas.

Y claro, además todo está escrito en forma rimada y con gran riqueza sonora, incluyendo algunas Rimas con Movimiento, que son textos acompañados por gestos de dedos, de manos o de todo el cuerpo, que favorecen especialmente el desarrollo del lenguaje y la motricidad. El libro incluye un QR donde se pueden visualizar los vídeos de estas Rimas para que podamos acompañar la lectura con estos momentos de interacción, repletos de múltiples aprendizajes.

Y también trae una guía para sacar el máximo partido al libro con ideas de actividades para realizar a partir del cuento. Como por ejemplo coser en fieltro los enanitos —viene el patrón— o interpretar el cuento con títeres. Y más allá de todos los aprendizajes formales, La magia de las estaciones invita a un momento entrañable para compartir entre adultos y niños, desde el primer año de edad hasta los siete.

Sirve como lectura acompañada y también como primer libro de lectura autónoma. Sus bellas ilustraciones y su tamaño grande lo hacen muy amable y acogedor. También procuré introducir entre las actividades de los duendes en la naturaleza, momentos de juego y ocio, para inspirar a los niños a jugar. Me parece importantísimo destacar esto en un momento en el que los niños cada vez juegan menos, y aún menos en la propia naturaleza y con elementos simples y naturales.

En definitiva, los duendes y la naturaleza me susurraron la historia al oído, y las palabras fluyeron como las aguas del río. Y así como se despertó en mí la creatividad, el cuento despierte la tuya y la de los niños, en otoño, primavera, verano y Navidad. Si quieres conocerme más o saber más sobre Rimas con Movimiento y Cuentos como herramienta pedagógica, me encuentras en Instagram y Youtube como Tamara Chubarovsky. Y por supuesto, si lo que quieres es entrar en la magia de las estaciones, lo encuentras en Amazon, La Casa del Libro, FNAC, El Corte Inglés y otras librerías.