Laura Pausini
"Laura Pausini es como una pila”, dice una de sus colaboradoras, “estás con ella cinco minutos y luego tienes unos cuantos días con más energía”.
Pausini entra en las nuevas y modernas oficinas de Warner Music en Príncipe Pío atravesando unas puertas automáticas que se abren a su paso y lo hace charlando animadamente con un grupo de personas. Lleva gafas de sol, una camiseta de Valentino y un abrigo largo hasta los pies.
Entre esa muchedumbre que la rodea, mientras ella gesticula ampliamente, está su maquilladora, que se llama Rebeca Trillo. Está su publicista, Sonia Segura, y otras seis u ocho personas con diferentes funciones.
Al final del pasillo, hay un set dispuesto como si fuera un plató. Ella llega, se sienta y despliega su sonrisa. Unas botellitas de agua se mueven en la mesa por la energía de su paso.
Laura Pausini comenzó su carrera en 1993, cuando ganó el festival de San Remo con dieciocho años. Hace unos días, treinta años después, era elegida Persona del año en los Grammy Latinos tras una serie de tres conciertos mundiales de celebración en veinticuatro horas.
Con su potente voz y cantando en italiano, español, catalán, inglés, francés, portugués y alemán, esta cantante ha conseguido vender 77 millones de discos y recibir docenas de premios Grammy, World Music Award o Billboard; incluso una nominación a los Oscar y un Globo de Oro, convirtiéndose en la artista extranjera que más discos ha vendido en España y la cantante de música latina no hispana más vendida del mundo.
En paralelo, su espontaneidad ha roto estereotipos [Karol G la homenajeaba al recibir su premio] y la ha convertido en estrella televisiva de formatos como La Voz en diferentes países.
A sus 49 años, Pausini no ejerce de diva, y se divierte jugando con sus equivocaciones al traducirse a sí misma entre idiomas, pero no hay que dejarse engañar: por mérito propio, se sitúa en el podio mundial de cantantes femeninas como Mariah Carey o Celine Dion.
Hace pocas semanas, en el programa La Resistencia y en la revista Forbes, confesaba que tenía una cartera multimillonaria. Hace unos días se casaba por sorpresa para los invitados, escondiéndose en el baño para ponerse el traje con el que ganó su primer concurso.
Según dicen, ¿es usted una batería?
¿Eso dicen? [abre las manos] Sí, me gusta dejar buena energía.
¿Siempre ha tenido ese sobrante energético?
Es que cuando me gusta hacer una cosa, es decir, casi siempre [se ríe], no solamente hablo de la música, hablo de cualquier cosa, doy el máximo de mí misma.
Todo el mundo me lo dice, lo de la energía. A mí me parece muy normal, pero ya que todos me lo dicen... [se encoge de hombros]
¿Se considera generosa?
Sí, sí.
¿Más que otros artistas?
No, hay grandes artistas que son tímidos, o tienen otra manera de ser. Yo soy así con mis amigos y mi carácter es este. Luego, piensa que vivo desde hace treinta años rodeada de periodistas, todos los días hablando de mí, me resulta muy pesado.
Hablando de récords, hoy leí uno nuevo que no sabía de usted: es la artista internacional que más veces ha llenado el gran estadio de esta ciudad, el Wizink Center.
¿Soy yo? Hala, yo tampoco lo sabía. ¡Bravo!
Y vuelve ahora en enero a llenarlo como parte de su gira mundial.
El 27 de enero en Madrid y el 29 de enero en Barcelona.
ALMAS PARALELAS
En Almas paralelas, su nuevo álbum, es la primera vez que cuenta historias que no son suyas, sino ‘paralelas’ a usted...
Bueno, algunas sí son mías [puntualiza con las manos]. Fíjate si son mías que Frente a nosotros ¡son las promesas de mi boda! [ríe].
Y también Un buen inicio habla de algo que yo he vivido. Quería cantarme a mí misma un mensaje optimista para darme las ganas de creer en mí.
¿A qué se refiere?
Entiendo que para muchos no es normal pensar que yo a veces pueda tener un bajón. Pero en realidad así es.
En 2018, el expresidente italiano de Warner me dijo que no quería pagarme el billete para ir a Las Vegas porque ya tenía una edad en la que era imposible ganar el Grammy, y era inútil perder ese dinero. No sé por qué, pero esas palabras me golpearon muy fuerte. Todavía hay días en los que no me siento muy segura de mí misma.
¿No se siente segura de sí misma?
Desde niña, no tengo mucha autoestima. Esto quizás ha influido más de lo que pensaba en mi negatividad.
De hecho, el año en que gané el Globo de Oro o mi nominación al Óscar, coincidió con un momento en el que estaba sintiendo un desequilibrio muy fuerte dentro de mí.
Cuando llegó esta canción, pensé que era una señal. Escribí lo que quería decirme y, después de hacerlo, me di cuenta de que, tras la pandemia, a mucha gente le había costado volver a la vida y sentirse bien.
Por primera vez, estoy más abierta a contar otras historias.
¿Por qué ahora?
La mayoría de las canciones que presento son historias de las personas que he fotografiado en la portada [la señala, en la mesita delante de nosotros].
Siempre me ha dado miedo contar historias que no conocía, porque creía que mi voz era tan transparente y honesta que se iba a notar que yo no las había vivido, y podía resultar un poco falso.
¿Qué ha cambiado en usted?
En realidad, en estos últimos cinco años he empezado a verme de una manera diferente, desde dentro y desde fuera a la vez.
Yo, más que nadie en el mundo, por todo lo que he viajado y la cantidad de gente que he conocido, sé lo diferentes que somos las personas. La belleza del mundo está en esa diferencia y en la individualidad del ser humano.
Las canciones que canto sobre los demás, me las contaron ellos. La empatía es algo que funciona más de lo que creemos y tenía que hacerlo. Me ha gustado mucho porque me ha hecho sentir más abierta, más libre, más madura como ser humano.
Durar es otro de sus títulos, parece un símbolo de su 30 aniversario.
En realidad elegí esta canción por el hecho de que, a día de hoy, estamos poco acostumbrados a utilizar esta palabra. Nada dura nada.
Además de los 30 años de carrera, he vivido una experiencia única de amor porque me he casado, después de 18 años estando juntos. Eso es algo muy atípico. No es tan normal que, tras tanto tiempo, un amor siga como si fuera el principio de una historia; pero si me ha pasado a mí, es posible.
Una puede sentirse valiente y creer en una historia de amor que pueda durar. Es difícil, claro. Pero ¿por qué tenemos tanto miedo a las dificultades? ¿Por qué no enfrentamos el sacrificio y dividimos las preocupaciones?
Una historia de amor no es solo entre dos personas que se aman como pareja, también existe el amor familiar o de amistad. ¿Por qué en lugar de hablar con las personas, de resolver las cuestiones que no funcionan, decidimos que es más fácil separarnos?
Esta canción está dedicada a todo lo que significa la pasión entre dos personas, pero también al amor y la amistad, el sacrificio, la perseverancia, la predisposición de estar al lado cuando hay dificultades para tratar de superarlas juntos.
UN PASO EN LA LUNA
Pero es el título de otra de sus nuevas canciones, ¿qué ‘pero’ le pone a su carrera?
Todos lo tenemos en nuestra vida. Yo tengo varios ‘peros’ en realidad. Por suerte, de momento, gana el cariño que recibo, que es mucho más grande de lo que a veces he pensado merecerme.
Cuando pongo las cosas negativas y positivas de mi vida en una balanza, ganan siempre las segundas. Eso me da esa pila que tú dices. Pero hay muchas cosas raras en este trabajo.
¿A cuáles se refiere?
Uno: la fama no es sana. Conforme pasan los años comprendo más en profundidad lo que significa ser famosa y me pregunto ‘¿qué me ha enseñado?’.
La fama, el éxito y el trabajo son tres cosas diferentes. En realidad, la fama no sirve para hacerte mejor persona, es necesario saber cuidar tu propia salud mental o tus emociones cuando estás enfrente de la fama porque no es algo ‘normal’.
El éxito puede dar confianza a las personas que no tienen autoestima, hacerte mejorar, estudiar, dar un paso adelante. Pero la fama... es muy peligrosa, no se la aconsejaría a nadie.
¿Cómo consiguió gestionarla?
En mi caso, el hecho de que mi familia estuviese a mi lado mientras viajaba me ayudó mucho. Leo continuamente sobre chicos jóvenes que empiezan una carrera y se vuelven locos. Mi padre Fabrizio viajó conmigo, dándome consejos para sobrevivir con los pies en la tierra. Él me enseñó a ser disciplinada y tranquila, una persona que nunca se ha creído otra cosa.
Algunas personas necesitan construirse un personaje, y vivir con eso yo no sé cómo se puede conseguir.
En una canción canta a Venus. En relación con otras mujeres, ha explicado cómo fue cantar con Madonna, y cuánto la inspiró.
Así es [sonríe].
¿Qué otras mujeres la inspiran especialmente?
Muchas. La que más, sería mi madre, que tiene una luz muy diferente a la mía. Más calmada y más consciente de su ser. Siempre ha deseado que fuera una persona más simple: que hubiera vivido en el pueblo en que ella sigue viviendo, que no viajara, que no fuese famosa.
Me sigue diciendo después de treinta años que le hubiese gustado que yo fuese farmacéutica, que era su sueño. Pero está feliz de ver mis sueños cumplidos y no me pone obstáculos.
Su grandeza es amarme, aunque soy opuesta a ella. Esto no siempre es así, hay familias que se rompen por la diferencia. Mi madre me ha enseñado a mirar a los otros con los ojos abiertos, y esa es la luz de Venus.
¿Qué quiere decir?
Venus tiene una luz diferente, mucho más fuerte. Esta canción está dedicada a una chica que conocí en California. Estaba buscando una solución a sus problemas y sólo podía encontrarla a través de una libertad inaccesible, estaba encerrada en su propia jaula.
Muchos pensamos que somos libres y, en realidad, no lo somos. Encontrar la libertad es, a veces, una búsqueda muy larga y muy dura, pero necesitamos seguir. Es una búsqueda infinita, pero hay que buscar la luz de Venus poética. Es una luz interior, más fuerte, la que hay que encontrar.
Otra de las canciones se titula Qué es. Hablemos de su secreto.
En mi caso, yo me siento siempre bien cuando estoy con más personas. Las cosas me parecen muy fáciles cuando hago algo con gente, y complicadas cuando estoy sola. Es increíble, porque uno piensa ‘si lo hace bien con otros, será porque antes habrá resuelto sus cosas dentro de sí misma’. No es así. Existe siempre una inquietud en mí.
Su primer éxito se titulaba, de hecho, La soledad.
Sí, ahí hablaba de un tipo de soledad adolescente, esa que te hace sentir por primera vez traicionada. La soledad sigue siendo una palabra muy complicada para mí. Muchos quieren tener momentos para estar solos, pero yo me inquieto cuando lo estoy. Me pregunto si me estoy tomando el tiempo suficiente para mí. A veces parece que el trabajo se ha convertido en una prioridad, y reflexiono, ¿debo continuar, o ya lo he dado todo?
¿Necesitaría ahora dedicarse más a sí misma?
En realidad me he dedicado a mí. Aunque siempre tengo miles de planes ‘b’, me gusta que las personas puedan saber que son capaces de hacer más de una cosa, y que si algo funciona mal, pueden explorar otras posibilidades. Porque yo me imagino muchas veces que no soy famosa, incluso hice un documental sobre eso...
¿Por ejemplo, qué haría?
Sería maquilladora, por ejemplo. Me imagino haciendo siempre algo artístico. Quizás es algo poco común que una persona muy famosa hable de no serlo o de tener otra profesión.
No es que rechace lo que soy, es que siento una curiosidad verdadera por saber qué es no serlo. Es un punto de vista diferente y es importante preguntárselo de vez en cuando. Es incluso sano.
Finalmente, hay una canción en el disco que se titula Un paso en la luna. Aún no ha habido ninguna mujer en la luna, se planifica el 2025, según creo...
En realidad, sí, hay una italiana que fue. Samantha Cristoforetti, que pilotaba con una... ¿cómo se dice?
¿Una nave espacial?
Eso es, ya hubo una mujer italiana que viajó en una ‘nave’ [hace un gesto de gran ilusión al encontrar la traducción]. Lo que digo en esta canción es que a veces es más fácil dar el primer paso en la Luna que encontrar una solución. Así es la contemporaneidad, desafortunadamente, para cualquier generación.
Nos estamos acostumbrando a alejarnos de los problemas en lugar de enfrentarlos. En esta canción pusimos un ritmo ‘con la caja en cuatro’, como ese ritmo del corazón que te invade cuando estás corriendo.
Esa sensación que se vive cuando no estás de acuerdo con alguien y te pones brava. Pero sí, ahora lo siguiente es que las mujeres pisemos la Luna.