Vitalista, entusiasta, comprometida y sin complejos. Mireia Martina rompe con algunos de los tópicos que muchos tienen sobre la posición social, el mundo de la moda y las redes sociales cuando hablamos de causas sociales.

Licenciada en Behavioral Economics por la Universidad de Nueva York y poseedora de una doble diplomatura en magisterio infantil y primaria por la Universidad Internacional de Cataluña, viene de una familia bien posicionada. Es profesora, modelo, diseñadora de interiores e influencer y, además, la fundadora y CEO de By the Face, una asociación que lucha por mejorar la vida de las personas con albinismo en África. También ha sido Lead Project manager en la ONG Reforest Project, organización que trabaja en la reforestación en colaboración con marcas de moda para compensar la huella de carbono. Un currículum que impone.

Ayudar a los demás y poner su granito de arena en construir un mundo mejor ha sido su meta casi desde que tiene uso de razón. Magas ha hablado con ella para conocer de cerca su labor y también su inspiradora manera de entender el mundo.

'By the face'. Cortesía

¿Cómo decidiste poner en marcha By the Face?

Soy profesora y he desarrollado mi carrera en Barcelona durante once años siendo tutora de 5º de primaria. Siempre supe que mi labor era ayudar a los niños y estar a su lado en todo el proceso de aprendizaje. No solamente en lo académico sino también en lo personal, ya que al final pasas al día tantas horas con ellos que son parte de ti ves cómo se van desarrollando. Sin embargo, allí mi labor tenía techo, porque mi ayuda era limitada. Siempre sentí la necesidad de ayudar a los que más me necesitaban y sabía que eso era cruzando fronteras y yendo donde hay niños y niñas que no tienen hogar, ni acceso a la educación, que son incluso raptados y mutilados de camino al colegio. Aquellos que sus problemas van más allá de lo académico, porque sufren por sus vidas.

Cuéntanos un poco cómo funciona la asociación, los objetivos y los logros que habéis obtenido hasta ahora.

By The Face trabaja por y para los más vulnerables, dando visibilidad al proyecto con influencers, actores, actrices, modelos y todas las personas que, de manera altruista y voluntaria, dan la cara porque quieren cambiar y mejorar el mundo. Sin una finalidad lucrativa para ellos, sin obtener beneficios que no sean destinados íntegramente al proyecto de niños albinos en África. ¿Y por qué en África? Porque ser un niño albino no es igual en Europa que allí.

Viven una situación muy complicada...

En África esta condición genética es rechazada y ocultada. Muchos niños con albinismo desaparecían al nacer, o eran asesinados por sus familiares, por las creencias de mala fortuna que ese nacimiento traería a la familia. Más tarde se extendió la idea de que se podía garantizar una buena salud, suerte, riqueza y parabienes en la vida para todos aquellos que poseyeran un trozo del cuerpo de una persona con albinismo. Tan irracional como suena, tan increíble como parece. Así empezó una persecución, secuestro, mutilación y asesinato de personas con albinismo en diversos países de África que todavía hoy sigue presente.

Además de la protección, a nivel médico ¿qué necesidades tienen?

Se caracterizan por tener una visión muy limitada y en general un déficit visual importante. La falta de pigmentación puede gestionarse con relativa sencillez en nuestro mundo occidental, pero en África el mayor enemigo que tienen es el propio sol. Ante la imposibilidad de usar cremas protectoras, la falta de ropa adecuada y debido a su sobreexposición diaria a la radiación solar, acaban desarrollando lesiones cutáneas que pueden acabar con su vida de forma muy prematura. En África las personas con albinismo difícilmente superan los 40 años de edad. Todas estas muertes son evitables, gratuitas e innecesarias. Por ahora se trabaja de la mano de clínicas dermatológicas y hospitales de Barcelona que proporcionan ayudas médicas y los recursos necesarios para que podamos ayudarlos y mejorar sus condiciones de vida. En By The Face siempre trabajamos ayudando a organizaciones locales que trabajan diariamente allí, hay una estrecha colaboración entre los dos países.

En el mundo de la moda, del que provienes, prima la imagen y, pese a parecer superficial, también puede enviar mensajes de inclusión y empoderamiento. ¿Hacia dónde debería tender?

Precisamente By The Face se llama así por mi estrecha relación desde joven con el mundo de la moda. Un mundo que, por suerte, está evolucionando y cambiando y banalizándose cada vez menos, porque se está adaptando a los cánones actuales y de belleza general. Y no solamente eso, también visibilizando otras bellezas que seguramente antes eran excluidas por no ser estéticamente perfectas como el albinismo o el vitíligo. Gracias a dar visibilidad a proyectos así, conseguimos una igualdad para todos y una concienciación mucho más amplia de que la belleza está en todos lados cambiando las reglas del juego. La moda ya no solo tiene que ver con una cara bonita, sino que en By The Face apostamos porque esa cara sea la cara visible de una mentalidad empoderada y transformadora del mundo y de los que habitamos en él.

Mireia también ha trabajado en una organización para la reforestación. Cortesía

¿Cuál es la visión del mundo de Mireia y sus valores?

Mi mantra personal es: "Si haces el bien, te viene devuelto" y así ha sido siempre mi manera de hacer las cosas. Para mí no existe una vida sin contribuir a ayudar a los demás. Mi familia siempre ha estado ligada a la medicina, así que imagino que he visto a mis padres ayudar también a los más vulnerables. Hay muchos niños en hospitales y muchas personas que necesitan una palabra amable, un acto de bondad por nuestra parte o incluso compañía. ¿Cuántas personas mayores están solas después de entregar toda su vida a cuidar a los suyos? Si cada uno aportara a la sociedad ese 1% de la grandeza que tiene, seguro que nuestro mundo cambiaría a pasos agigantados. Y esos valores hay que inculcarlos a los niños desde pequeños. Si lo llenas todo de amor, el amor te vuelve, y la recompensa es el mayor de los regalos que se puede tener. Hay que dejar huella en este planeta para las generaciones futuras y saber que tu paso por la tierra no ha sido en vano.

Se critica mucho a personas con visibilidad en redes que abanderen causas en África y otros países del tercer mundo por considerar superficial fotografiarse con niños etc. ¿Se banalizan las causas humanitarias?

Este es un tema importantísimo en la sociedad que vivimos, así que gracias por preguntarme por él. Precisamente, el hecho de que en mis redes sociales y en las de By The Face de momento no hemos tirado de esa hemeroteca de fotografías con nuestros niños albinos, ni de nuestros influencers, modelos y actores conocidos, ha sido precisamente por este motivo, por la idea que se tiene y, a veces real, del postureo de la fotografía. Huimos de eso. Por otra parte, el hecho de asociar la vida que lleva una persona con ayudar en África considero que no tiene nada que ver. Ni todas las personas que trabajamos en educación vamos con babuchas, ni las que nos dedicamos a causas sociales tenemos que llevar rastas, ni los abogados tienen que ir diariamente en traje de chaqueta de Armani.

Tú procedes de una familia acomodada.

Sí, en mi caso, vengo de una familia acomodada y bien posicionada, vivo en el barrio de zona alta de Barcelona y mi nivel de vida puede verse muy alejado de lo que sería una persona que se arrastra por el barro en África, pero es así y es real. Gracias a ese posicionamiento que tengo y a ese estatus al que pertenezco, he podido invertir todo el dinero, que no es poco, en crear una asociación.

Los personajes famosos también ponen su granito de arena y también se les acusa de banales en muchas ocasiones.

Sí, precisamente por su estilo de vida, pero la realidad está ahí. Cristiano Ronaldo ha encabezado la lista de deportistas más solidarios del mundo en 2015; David Beckham, embajador internacional de UNICEF, colabora en inversiones para ayudar a combatir la explotación infantil y las enfermedades en África; Thiago Alcántara ha donado 20.000 euros para la lucha contra la leucemia; Samuel Etoo creó un orfanato en África; Leo Messi ayuda con su asociación a niños en riesgo de exclusión social; Anne Igartiburu colabora con numerosas organizaciones benéficas relacionadas con la infancia y sectores desfavorecidos... Así que creo que es una oportunidad perfecta para demostrar que lo importante es ayudar. Con lo que se tenga y con lo que se pueda.

¿Quiénes son las personas que te inspiran, Mireia?

Son tantas... Aprendo constantemente de todas y cada una de las personas que me rodeo. Todas tienen algo que aportarme y algo que enseñarme, desde mis amigos de toda la vida hasta empresarios con altos cargos ejecutivos. Me inspiran todas las personas que actúan por convicción, que no se dejan llevar por lo que se dice, sino por lo que sienten, y luchan por lo que quieren. Me inspira mi familia, mi marido, mis amigos y todas las personas que se suman diariamente a mi mundo. De ellos aprendo y con ellos crezco y me hago mejor persona, porque nunca es tarde para mejorar.

Estás embarazada, ¿qué tipo de mundo te gustaría que tuviera tu hija?

¡Sí! De una niña que se llamará Cayetana. Me gustaría que tuviera un mundo consciente de sus actos, que piensa en la repercusión de lo que se dice y de cómo se actúa; un mundo en el que nos ayudemos los unos a los otros y lleno de causas sociales, animalistas, medioambientales... Un mundo en el que no exista cabida a la discriminación, el acoso, la violencia en función de raza, etnia, religión o identidad. Me encantaría que se encontrara con un mundo inconformista que quiere un cambio global real y que lo puede conseguir gracias a las nuevas generaciones que suben mucho más concienciados. Entre todos somos más fuertes y podemos cambiar nuestro maravilloso mundo por la cara.