Crecemos pensando que ser mujer significa ser el sexo débil, menos cuando llegas a un alto puesto, que tienes que ser fría y dura para que te tengan en cuenta. Crecemos pensando que ser mujer significa quedarnos estancadas en un puesto porque nuestro género no nos permite ascender en un mundo masculinizado, y cuando llegas, lo invalidan "porque no te lo mereces".

Crecemos pensando que por ser mujer nos van a frenar, obstaculizar, ridiculizar, examinar o juzgar. Y lo harán. Pero lo que no saben es que ser mujer es lo que nos permite caer y levantarnos más fuertes, para acompañar a todas aquellas que ya demostraron que la caída es parte del éxito.

Una de esas mujeres que lo ha demostrado es Gloria Lomana, quien ha impulsado el proyecto Chicas Imparables para implementar igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en la empresa y para que las chicas crezcan con el conocimiento de que pueden conseguir todo lo que se propongan.

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Chicas Imparables no solo busca formar a las líderes del futuro, sino acompañarlas en el proceso de convertirse en la mujer que quieren ser. Las mujeres hace muchos años crecíamos bajo la premisa de que no íbamos a poder cumplir nuestros sueños, en cambiar esa mentalidad está la clave.

Por ello, el programa de liderazgo está dirigido a chicas de 15 a 18 años, con espacios de aprendizaje, transformación y motivación para la formación en emprendimiento e innovación, con liderazgos sostenibles y en colaboración de IE University y la CEOE.

"Formar a chicas que verdaderamente se sientan imparables es personalmente mi gran pasión, a ello me dedico en cuerpo y alma; pero además estoy convencida que son la cantera de las líderes del futuro. En 10 o 20 años imagino grandes empresas, emprendimientos, innovación dirigidos y liderados por ellas", confiesa Gloria Lomana.

Una iniciativa que tiene abierta sus inscripciones, para que cualquier chica forme parte de la comunidad y deje libre su potencial, para que todo el mundo pueda verlo.

Cartel Chicas Imparables.

"El programa Chicas Imparables impulsa el liderazgo femenino a través de cinco valores imprescindibles para nuestro mercado laboral: el compromiso, las ganas de crecer, el liderazgo, el compañerismo y valentía. En definitiva, esta iniciativa hace que las chicas que pasan por ella sean realmente imparables", explica Antonio Garamendi, Presidente de CEOE.

La sociedad necesita referentes femeninos, en quienes poderse mirar el día que se vean incapaces. Algunas de las futuras líderes, animan a otras mujeres a que se apunten al programa que a ellas les ha cambiado la mentalidad: Carlotta Castro, María Godino, Natalia Monterrubio, María José Ros y Paola Prados.

¿Cómo perciben la importancia de la formación en igualdad? 

Es algo muy importante de tratar, porque al final siempre te encuentras en una clase de ingenieros a solo hombres y esto ¿por qué?

Nosotras no estábamos acostumbradas a ver a tantas mujeres en nuestros alrededores, viniendo de un sector tan tecnológico, juntarnos todas fue como '¡ostras, sí que hay mujeres!', y cada vez hay más. Se tiene que promover más esta igualdad, especialmente en estos ámbitos STEM porque está superdesconocido, comenta María Godino.

Chicas Imparables.

Esta igualdad de oportunidades es mucho más difícil de asimilar para las mujeres porque, para las Chicas Imparables, es algo que nos tienen que inculcar desde pequeñas y tenemos que crecer confiando en que somos mujeres líderes.

La educación es la clave de todo, y es la que nos guía y nos ayuda a decidir qué camino queremos seguir. Si durante toda la historia, la mujer ha estado relegada a un lugar, cuando quiera salir de él, va a sentir desconfianza y, sobre todo, miedo.

"Existe una igualdad de derechos, en la práctica, en la sociedad no hay una igualdad visible. Las mujeres con puestos directivos en las empresas son contadas con los dedos de las manos y en la propia sociedad, el papel de la mujer es secundario, acompañado por la maternidad y otros temas", explica María José Ros.

"Si desde pequeña nos inculcan y enseñan sobre esa igualdad y como es de efectiva, es lo que nos hace darnos cuenta de que podemos y nos motiva a seguir. Es la fase donde tienes más inseguridades y donde estás, realmente, tomando tus decisiones a futuro", añade.

Porque si hay algo que de lo que realmente las mujeres saben, es de poder ser tantas cosas como ellas quieran. "Puedes ser madre, estar trabajando y tener una carrera profesional exitosa. Y gracias a estos programas hemos visto a muchas mujeres que son ejemplo de ello y que nos ha aportado un montón las ganas de conseguir lo que queramos", confiesa Godino.

Chicas Imparables.

¿Las mujeres no se dedican o no se decantan por esto porque creen que es algo de hombres?

Sigue siendo así, pero también se está llevando hacia una tendencia que tampoco puede ser. Si una mujer se quiere quedar en casa y cuidar de su familia es igual de válido que una mujer que quiere estudiar una ingeniería.

Aun así, muchas mujeres no han ido a carreras de ciencias por ese motivo, es un campo lleno de hombres y que meterse ahí, asusta, da muchísimo miedo. De repente dices, '¿voy a poder?' Voy a estar rodeada de hombres donde sé que voy a tener que esforzarme el triple porque va a parecer que valgo menos y voy a tener que demostrar más cuando eso no tendría que ser así.

Al final, la sociedad y la educación te va guiando a llevar a ciertas decisiones de futuro ¿Por qué nosotras acabamos en carreras como medicina o más de cuidado? Porque desde pequeñas nos están inculcando al cuidado y ¿Por qué ellos van a carreras como el fútbol o ingeniería? Porque desde pequeños también se les está guiando a eso. 

El hecho de que tú no apliques a algo no implica que es porque 'las mujeres no aplican', no es que no apliquen, es que se le está enseñando que no vamos a ser capaces de ello, explica María José Ros.

Desde siempre hemos visto como unos estándares de la sociedad, que te guiaban a una carrera u otra, y hoy en día ver ejemplos de mujeres que han logrado hacer la carrera que tú quieres o que no sean hombres, te motiva más a querer hacer la carrera y tener ganas de llevar a cabo tu idea, finaliza Natalia Monterrubio.

Chicas Imparables.

Con más de 800 alumnas, el programa de Chicas Imparables les enseña a mirar hacia el futuro laboral, pero también a valorarse, a darse a sí mismas el puesto que merecen y a saber sacar a la líder que llevan dentro.

Diferentes estudios han demostrado que las niñas crecen con más autoexigencia e inseguridad por la percepción de roles diferentes entre hombres y mujeres, donde estamos obligadas a demostrar más.

"Las chicas generalmente y en clase solíamos destacar más en la mayoría de ámbitos, pero porque nos autoexigimos más o se nos exige más en casa", explica Carlotta Castro.

Un sentimiento que también padecen las mujeres de éxito, que una vez llegan al escalón del liderazgo "tienen ese papel, y tienen la sensación de demostrar más", porque es lo que han aprendido.

"Sentimos mucha autoexigencia hacia nosotras mismas, porque se creen que no somos capaces, pues voy a llegar a eso y más, porque puedo", afirma Monterrubio.

Porque esta autoexigencia nos acompaña durante toda nuestra vida, hasta que aprendemos a desprendernos de ella en medida de lo posible. Sin embargo, la mayoría de las veces convivimos con ella y estamos, constantemente, obligándonos a "demostrar lo que valemos".

En muchas ocasiones incluso nos obligamos a formar parte de ese mundo masculino, solo para que nos tengan en cuenta. "Los chicos dicen las cosas muy duramente, con mucha frialdad. Tú misma tienes que obligarte a serlo también para entrar en su mundo", explica María José Ros.

En esta inseguridad, muchas veces también entran factores externos que nos obligan a resguardarnos en nuestra zona de confort. El colegio, instituto y la universidad, son esos lugares donde sientes que debes esforzarte un poquito más, y aun así, para muchas personas no es suficiente.

"En los profesores se nota más. Yo solo tengo que irme a la semana pasada, cuando un profesor dijo en clase que 'a las chicas nos cuesta mucho más ver el espacio, y que no tenemos perspectiva en 3D'. Mis compañeros se dieron cuenta, y es lo que me motivó y me calmó, que las generaciones de ahora no hacen esos comentarios. Aun así, son esos momentos los que te hacen privarte de preguntar algo, por si te toman como tonta, pero si lo hacen mis compañeros no pasa nada", explica Paola Prados.

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La sororidad que mueve el mundo

Chicas Imparables también las enseña a trabajar en equipo, a escucharse, aprender unas de otras y formar, entre todas, la idea que tienen en mente.

¿Cómo de importante ven el trabajo en equipo y el emprendimiento en los proyectos que realizan durante los cursos de formación?

El trabajo en equipo es una parte superimportante en todos los ámbitos y sentidos, pero en este caso durante el programa creo que fue supernecesario. Aprender que al final en un grupo siempre sale el líder, el que realiza un poco más y sale la persona que está un poco más apartada y también tienes que animar a incluirla, porque si no, no se atreve a participar, porque muchas veces tiene las mismas ideas o mejores, pero simplemente no se atreve a comunicarlas, comenta Godino.

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Y son esas ideas las que, una vez terminado el curso, van a tener que aplicar a su vida diaria. Porque las Chicas Imparables son líderes dentro y fuera de las clases, aunque en un principio no se vieran capaces.

"Lo primero que hice gracias al programa fue perder la vergüenza. Me motivó a hablar en público, a relacionarme con los demás, te hace querer innovar, querer tomar las riendas del trabajo para llevarlo a cabo, te ayuda a aprender a liderar un trabajo y te da confianza en ti misma y sobre todo, a hacer brillar al líder que llevas dentro", confiesa Natalia Monterrubio.

¿Qué tiene el programa que les hace sacar todas estas cualidades?

Se genera un ambiente de confianza y de motivación, te anima a sacar todo fuera y una vez lo sacas a la luz, ya no lo escondes. Es ese sentimiento de apoyo a tu alrededor, esa seguridad que desarrollas, explica María Godino.

Sobre todo que se crea un ambiente de sinergia, lo que una tiene te lo está constantemente demostrando, entonces eso hace que tú quieras implementarlo. Te sientes inspirada por tus propias amigas y por tus propios compañeros del programa.

Gloria ha incidido mucho en este programa en el que las mujeres ya no somos competentes, sino todo lo contrario, somos compañeras. Entonces eso hace que ciertos aspectos que tú tienes y que te gustaría que te aportaran, a tu propia compañera le sale aportártelo, añade María José Ros.

Y es que, cuando la sociedad no puede hundirte, hace que entre mujeres lo intentemos hacerlo. En muchas ocasiones, vivimos con la sensación de que estamos compitiendo entre nosotras.

"Divide y vencerás. Si no quieres que las personas entren en tu área, si las enfrentas entre ellas, al final se van a frenar entre ellas", explica Carlotta Castro, "Estamos más enfocadas en aprender y crear nuestra red de contactos, que en competir entre nosotras. En ayudarnos, en saber más, conocer las ambiciones de otras chicas, incluso entre nosotras nos compartimos oportunidades", añade su compañera Paola Prados.

Porque en Chicas Imparables, además de aprender de los profesionales que conocen y de aquellos que forman parte del equipo, aprenden unas de otras. 

Añadido a eso, la diferencia de edad les hace apoyarse mutuamente y aconsejarse de cara al futuro. Consiguen ese soporte que durante tantos años, en muchas ocasiones, no han conseguido. "Las nuevas que van llegando, no las conocemos todavía, pero ya las apoyamos", afirma María José Ros.

Las empresas, parte de la igualdad

No solo Gloria Lomana debe participar en esta igualdad, sino que también, desde Chicas Imparables, buscan que otras empresas e instituciones participen y sean conscientes de que las mujeres también son líderes.

¿Cómo creen que las empresas o la propia sociedad pueden o deben contribuir al impulso del liderazgo femenino y a la construcción de un mundo más igualitario?

Las empresas deberían hacer cursos como este, que te da cualidades y oportunidades para poder desarrollarte, a ti mismo y todo lo que llevas dentro, que no sabías que tenías y hacerlo brillar, explica Natalia Monterrubio.

Al final, si están participando diez personas, estás cambiando la mentalidad de diez personas. Estás abriéndole puertas mentales, dándoles oportunidades, haciéndoles descubrir más cualidades que tienen sobre sí mismas. Si poco a poco esto crece, se puede hacer un cambio radical, comenta Carlotta.

Tanto las empresas como las instituciones de enseñanza deberían tener la obligación de estas propuestas y programas que se impulsan, ya sean de mujeres o retos, para promocionar el liderazgo o las asociaciones que hay dentro de la universidad, añade María Godino.

También deberían replantearse las iniciativas que están tomando muchas empresas como que en la alta dirección haya 50% hombres y mujeres, iniciativas a la hora de las entrevistas, que se planteen unos objetivos de 'si hoy hacemos diez entrevistas, que por lo menos sea cinco hombres y cinco mujeres'. Que haya esa igualdad y que empresas se animen a hacer estos retos y estos objetivos, finaliza Paola Prados.

¿Qué consejo le darían a las jóvenes que aspiran a liderar y marcar la diferencia en el mundo?

Una vez entiendes que si fallas, y no llegas, te caes y te levantas y tienes otra oportunidad, que no se acaba el mundo, es cuando dices 'voy a intentarlo', ¿Por qué no vas a ser tú quien lo consiga?, no podemos solo ver las barreras y no lo que tenemos dentro para conseguir lo que queremos, comenta María Godino.

Que no tengan ninguna duda en apuntarse al programa Chicas imparables, porque van a conocer empresas de cerca y van a ver el ambiente laboral con referentes muy importantes y que ese privilegio es muy valioso. Yo hice el programa en 2021 y si tuviese 15 años lo volvería a hacer, añade Paola Prados.

Porque lo cierto es que muchas veces "nos buscamos nosotras mismas las propias excusas", y somos nosotras quienes tienen que saber aprovechar la oportunidad, quitarnos la venda de los ojos y demostrar nuestra valía.

"Tienes dos decisiones, o quedarte una semana en casa con el móvil, o quedarte una semana mejorando tu liderazgo femenino. La vida son constantes oportunidades, y tienes que tener valor para volver a empezar de nuevo", añade María José Ros.

"Una de mis frases favoritas es de Séneca y es que la suerte confluye cuando se juntan la preparación y la oportunidad. Ellos te dan la oportunidad y ya depende de las chicas si quieren cogerla", finaliza María Godino.

Chicas Imparables.