La periodista, fotógrafa y escritora Cristina Morató lanza su nuevo libro Reinas de Leyenda (Plaza y Janés, 2023) con el que pasa revista a cinco soberanas a las que la historia no ha tratado como debiera.
Durante más de veinte años, la intrépida periodista recorrió más de setenta países compaginando sus aventuras por el mundo con la dirección de programas de televisión y colaboraciones en radio y en prensa. Trabajos que decidió dejar en un segundo plano para dedicarse a su gran pasión, la escritura.
Las mujeres son la fuente de inspiración de esta incansable viajera, y en este ocasión también lo son. Hablamos con ella de estas cinco legendarias reinas que fueron calificadas de déspotas, libertinas, desalmadas, arpías y locas…
“La imagen de una mujer con poder resultaba subversiva, antinatural y si a esto añades la misoginia de la época, pues todas estas reinas han sido víctimas de una gran manipulación histórica”, asegura Cristina Morató.
Y añade: “El caso de Catalina la Grande es muy elocuente. Se habla más de la ‘habitación sexual’ que tenía en el palacio de Tsárskoye Seló y donde al parecer se encontraron objetos y mobiliario erótico, que de otras facetas de su vida como que fue la primera persona en Rusia que se dejó vacunar contra la viruela y con su ejemplo salvo la vida a millones de personas. O cómo impulsó la educación de las mujeres o como su magnífica colección de pinturas y esculturas dieron origen al Hermitage, hoy uno de los museos de arte más importantes de Europa. Tras su muerte los bolcheviques propagaron la leyenda de que Catalina había muerto mientras practicaba el sexo con un caballo. Esta barbaridad se tomó como cierta durante años, incluso aparecía en los libros de historia”, asegura la autora.
Fueron injustamente tratadas por la historia, una historia en la que las mujeres no han contado hasta ahora, ¿éste ha sido uno de tus objetivos para este libro, rescatar a las olvidadas?
La historia se ha escrito desde el poder, y el poder lo tenían los hombres. Los historiadores han contado las hazañas y conquistas masculinas invisibilizando todo el poder y el talento femenino. Es necesario, más que nunca, reescribir la historia con una mirada femenina, y eso es lo que me he propuesto en Reinas de Leyenda, mostrar las luces y las sombras de unas mujeres con grandes capacidades que fueron silenciadas, humilladas o directamente como la emperatriz Cixí, borrada de los libros por decisión de Mao.
¿Qué van a encontrar los lectores en tu nuevo libro?
He intentado mostrar el lado más humano y menos conocido de unas reinas y emperatrices que dejaron su huella en la historia. Isabel I de Inglaterra, hija de Ana Bolena, pasó de ser una princesa bastarda a dar nombre al glorioso siglo que reinó;
Catalina la Grande no dudó en ponerse al frente de un ejército para derrocar a su esposo y dirigir con mano firme el imperio ruso, mientras que la emperatriz china Cixí llegó a la Ciudad Prohibida como concubina y acabó gobernando durante medio siglo uno de los imperios más grandes de su tiempo y teniendo en sus manos el destino de un tercio de la población mundial.
Catalina de Aragón, primera esposa de Enrique VIII fue una de las soberanas más amadas por los ingleses y la primera mujer embajadora de la Historia nombrada por su padre Fernando el Católico.
Entonces dices que los mejores reyes de la historia fueron hombres.
A lo largo de la historia muchas reinas han demostrado tener más aptitudes para gobernar que sus esposos.
Carlota de Bélgica fue emperatriz de México con solo 25 años y ante la ineptitud y las constantes ausencias de su esposo Maximiliano de Habsburgo ella no tardó en tomar las riendas del poder. Tenía instinto de mando y superaba en firmeza y energía a su esposo. Fue la primera mujer que gobernó México.
Catalina de Aragón, la hija menor de los Reyes Católicos, tenía mucha más experiencia que su frívolo marido Enrique VIII a quien le aburría la política. Catalina parecía dócil y sumisa pero tras esta fachada se escondía una mujer de fuerte carácter, con gran destreza para la diplomacia y tenía un extremo tacto en el manejo de los asuntos de Estado.
Aunque de manera no oficial, se convirtió en su asesora más influyente y llegó a tener un gran poder en la corte. Cuando Enrique VIII abandonó Inglaterra en 1513 para luchar contra Francia, Catalina se quedó como regente y organizó con éxito la defensa del reino contra el ataque de Escocia que aprovechó la ausencia del rey para invadir el norte del país. Su valor y templanza provocaron la admiración del pueblo inglés.
¿Por qué has elegido a estas cinco reinas y no a otras?
Porque son unas reinas y emperatrices que a pesar de todos sus logros y conquistas han sido muy maltratadas por la historia y su leyenda negra pervive hasta nuestros días.
Se ha dado más importancia a su vida sexual o amorosa que a sus grandes logros. Tres de ellas – Isabel I de Inglaterra, Catalina la Grande o la emperatriz Cixí - fueron las mujeres más poderosas de su tiempo.
Gracias a su fuerza, inteligencia, valor y ambición consiguieron llevar las riendas de grandes imperios y gobernar en un mundo de hombres. Y sin embargo se las ha tachado de déspotas, libertinas, arpías, locas, desalmadas para desacreditarlas.
Yo no las juzgo, he intentado entender la época que les tocó vivir y he recurrido a su correspondencia privada, a sus diarios, a sus memorias para descubrir su faceta más íntima y menos conocida.
Cuéntanos lo que los retratos no cuentan…
Isabel Tudor subió al trono con 25 años y su reinado fue uno de los más largos y florecientes de la historia del país. Gobernó 44 años, forjó un imperio que se convirtió en una potencia militar y política de primer orden y dio nombre a la 'época isabelina', considerada la edad de oro de la historia de Inglaterra.
La emperatriz viuda Cixí gobernó el inmenso Imperio chino durante medio siglo, y durante más de 30 años lo hizo detrás de una cortina de seda amarilla porque al ser mujer sus ministros no podían verla. Sus logros fueron extraordinarios transformó un imperio medieval en un estado moderno, sacó a China de su aislamiento. Además abolió castigos tan horribles como 'la muerte por mil cortes', puso fin al tradicional vendado de pies y dio los primeros pasos para la liberación de la mujer.
Y si hablamos de Catalina la Grande, durante su largo reinado de 34 años expandió las fronteras del Imperio ruso, modernizó el país, impulsó el desarrollo del arte y la ciencia.
Carlota, la emperatriz de México, también dejó su huella en este lejano país: fue la primera mujer que gobernó México, emprendió grandes labores sociales, suprimió los castigos corporales y mejoró las condiciones de vida de los indígenas.
Catalina de Aragón, Isabel I, Carlota de México, Catalina la Grande, y la emperatriz Cixí… ¿qué tienen en común ?
En su mayoría comparten una infancia desdichada y una adolescencia como princesas o grandes duquesas marcada por el exilio, el cautiverio, la crueldad de sus esposos e incluso de sus suegras.
Pero justamente los problemas y tragedias que sufrieron las dotaron de una gran fortaleza para abrirse paso en un mundo de hombres. Si consiguieron salir adelante con estos traumas fue sin duda por estas heridas que no llegaron cicatriz y marcaron su férreo carácter.
Las esposas e hijas de Enrique VIII fueron protagonistas de un auténtico 'culebrón' de intrigas, pasiones, traición… unas acabaron decapitadas y a otras no les tembló la mano a la hora de asesinar a sus rivales o enemigos.
Es algo que vienes haciendo con tus anteriores libros, poner el acento en ellas...
En todos mis libros rescato las vidas de grandes mujeres olvidadas por la historia, cuyos nombres no aparecen en los libros de texto a pesar de sus grandes logros y conquistas.
Mis primeros libros fueron un homenaje a las pioneras de la aventura y la exploración. Desde los tiempos más remotos peregrinas, piratas, exploradoras, misioneras, arqueólogas, científicas… se lanzaron a explorar tierras incógnitas enfrentándose a un sinfín de peligros pero parece que la exploración del ancho mundo haya sido empresa exclusiva de hombres como Marco Polo, Magallanes, Livingstone…
Hay que recuperar la otra mitad de la historia, la protagonizada por las mujeres y ese ha sido mi empeño desde que publiqué mi primer libro en el 2001.
Son mujeres inspiradoras para todas, que nos abrieron camino demostrando inteligencia y capacidad para reinar…
Por supuesto, fueron reinas que llegaron al trono superando muchos obstáculos y que gobernaron en un tiempo en que la imagen de una mujer en el trono era antinatural y subversiva. Y sin embargo reinas como Isabel I de Inglaterra o la propia Catalina la Grande fueron grandes líderes y estrategas admiradas en todas las cortes de Europa. Gracias a su inteligencia, astucia, valor, fuerza y ambición dominaron el mundo en unas épocas muy convulsas de la historia.
En nuestro país la princesa Leonor es una mujer muy preparada para reinar, pero que tendrá que hacer frente a muchos retos, según has comentado, por ser una futura reina del siglo XXI, ¿a qué retos te refieres?
Justamente por ser una princesa del siglo XXI se enfrentará a grandes retos, entre ellos, la propia supervivencia de la institución y el mejorar la imagen y la reputación de la monarquía que se ha visto muy dañada en los últimos años.
Dejaste la televisión para viajar, tu gran pasión recorriendo más de 60 países, ¿qué te aporta viajar?
Los viajes han sido mi escuela de vida y no sería la misma sin esa vida nómada y aventurera que he llevado durante tantos años como reportera con mi cámara al cuello.
Mientras estudiaba periodismo soñaba con ser corresponsal de guerra y con apenas 20 años me marché a Nicaragua porque quería cubrir la revolución sandinista. Fueron tres meses muy duros, viajé a los campos de refugiados salvadoreños en Honduras y me enfrenté por primera vez a la muerte, al dolor y a las injusticias sociales.
Fue mi bautismo de fuego y de ahí, ya no dejé de recorrer el mundo con mi cámara de fotos, pero como no tenía estómago para las guerras me dediqué a hacer reportajes sobre la situación de las mujeres en África y en América Latina.
¿Hay algún rincón del mundo donde no hayas estado? Un sitio que algún esté pendiente…
Tengo muchos destinos pendientes pero me encantaría conocer la Antártida, me atraen mucho los confines de la tierra, los escenarios de grandes y épicas expediciones, de joven devoraba las aventuras de los primeros exploradores antárticos como Amundsen o Scott. Sería un sueño poder seguir sus pasos…
¿Cuáles son tus próximos proyectos Cristina?
Por ahora, descansar lo que pueda porque han sido tres años duros de documentación y escritura que me han robado muchas horas con mi familia y mis amigos. En este 2024 tengo varias giras de promoción con mi libro entre ellas una a México en marzo y aún tengo que presentar mi libro en varias ciudades españolas.