Entre las seis y las siete suena el despertador; toca sesión en el agua. Terminas y te pones a estudiar tu grado en Educación infantil o vas al Ayuntamiento de Terrassa a tu puesto de concejala de Deportes. Llega la hora de comer y empieza a sonar esa alarma que te avisa de volver a entrenar. Toca sesión en el agua, de nuevo, y luego entrenamiento en el gimnasio y cardio. 

Así, día tras día, Antía Jácome y Sarai Gascón se preparan para los Juegos Olímpicos de París. Porque, tal y como dice la piragüista, "si no trabajas duro el talento da igual, no puedes sacar tu máximo rendimiento", y eso es algo que las chicas del programa Talento a Bordo de Iberia tienen claro. 

Aunque nos gustaría que esta fuese una imagen habitual, las mujeres no siempre han tenido cabida en la escena de la élite deportiva. Durante años, se han visto en la obligación de desafiar estereotipos y, lucha tras lucha, han ido ampliando los límites de lo que se consideraba, tradicionalmente, como una cosa de hombres. 

El equipo olímpico de Iberia en su viaje a París. Cedida por Iberia

Las cifras lo demuestran. La delegación española de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 contó con un 49% de participación femenina, frente al 29,8% de mujeres en el 92 de Barcelona. Las mujeres están tomando posición en ámbitos que siempre han estado liderados por hombres, y así lo refleja la selección femenina de fútbol con su reciente título de campeonas en la Liga de las Naciones

Y, precisamente, hablando de quienes han redefinido los límites de lo que significa ser mujer, la olímpica en piragüismo, Antía Jácome, y la paralímpica en natación, Sarai Gascón, son número uno en dedicación, talento y determinación. 

Rompiendo barreras desde niñas

Para contar la historia de Gascón nos remontamos a 1995 cuando, con tan solo tres años, sus padres deciden apuntarle a clases de natación en el club de Terrassa. Ahí, entre largo y largo, fue descubriendo su pasión por el agua. 

La nadadora paralímpica, Sarai Gascón. Cedida por Iberia

Pero no fue hasta que cumplió 14 años y ganó su primer oro, en el campeonato del mundo, que tomó consciencia de su gran poder dentro de la piscina. "Me di cuenta de que tenía potencial y encima me encantaba el deporte que hacía", recuerda. 

Y aunque algo más mayor, la gallega tampoco tardó en saber que había dado con la clave en su vida. "Un año decidí acompañar a mi padre mientras nadaba con una canoa autovaciable y el lunes siguiente ya estaba empezando en el club de piragüismo", cuenta Jácome.

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Pero, ¿cómo fue posible alcanzar la élite deportiva? Las chicas de Iberia no tienen dudas y, es que, el talento sin constancia y trabajo duro, se queda en nada. "Para conseguir los ritmos de mis compañeros, que no tienen discapacidad, me he tenido que esforzar más, pero nunca ha sido un inconveniente, sino una motivación extra para conseguirlo", señala la nadadora. 

La piragüista Antía Jácome. Cedida por Iberia

Con sesiones de entrenamiento a diario, tanto dentro como fuera del agua, estas mujeres nos demuestran, una vez más, que "si quiero conseguir unos objetivos, tengo que luchar día a día para que eso salga", tal y como afirma Jácome. 

"El mejor proyecto de un patrocinador"

La vida de los deportistas parece no ser tan fácil como algunos podrían imaginar y, es que, Gascón nos confirma que, "a partir de ser quinto en el mundo, no tienes la ayuda económica necesaria para vivir del deporte". Sin embargo, proyectos como el programa de Talento a Bordo de Iberia son un auténtico faro de esperanza para quienes se dedican a este sector. 

"El proyecto es una locura, no solo ayudan a los deportistas, sino que también dan visibilidad, apoyan a la cultura, y ayudan a las personas que no tienen recursos suficientes para poder sacar su nivel más alto", nos explica Jácome. 

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La iniciativa, que tiene como objetivo apoyar el talento español tanto dentro como fuera de sus fronteras, no es fruto de un patrocinador común. Las facilidades para volar, la visibilidad en sus propios canales, así como el sistema de entrenamiento a bordo, la revista Ronda y los perfiles de Iberia en redes sociales, hacen de este proyecto algo único y especialmente valorado por quienes tienen el placer de formar parte de él. 

Equipo olímpico del programa Talento a bordo de Iberia en su viaje a París. Cedida por Iberia

De esta manera, la aerolínea consigue conectar personas y culturas con el acento español presente. Símbolo de ello es el viaje que han emprendido hasta París todo el equipo de deportistas olímpicos y paralímpicos de Talento a Bordo para ir calentando motores.

"Pertenecer al equipo de Iberia es lo que hace que los deportistas estemos más unidos y más motivados. Además, es un apoyo para que podamos prepararnos, viajar y competir", apunta Gascón. A lo que añade Jácome: "Esperamos que sigan haciendo este tipo de cosas porque a nosotros nos encantan". 

Rumbo a París 2024

Con los Juegos Olímpicos de París a la vuelta de la esquina, los nervios y la presión van en aumento. Son menos de cinco meses los que quedan por delante hasta el comienzo de esta XXXIII jornada y la nadadora, Sarai Gascón, nos asegura que el objetivo es claro: "Te puedo confirmar que todos los deportistas tenemos el foco en las medallas y vamos a ir a por ellas a tope". 

Han pasado ya 32 años desde que España batió su propio récord consiguiendo 23 medallas en los Juegos de Barcelona y, aunque parece que se ha levantado un 'muro' que impide llegar a las 24, las chicas de Iberia no pierden la esperanza. "Yo creo que juntos somos más fuertes y lo podemos conseguir. Debemos estar muy tranquilos y disfrutar de cada día", señala la piragüista. 

Equipo olímpico del Programa Talento a Bordo de Iberia. Cedida por Iberia

Con Gascón luchando por entrenar las centésimas para ganar el oro, haciendo un sueño realidad, y con Jácome centrada crear un barco de equipo con su compañera, María Corbera, las españolas dicen estar preparadas tanto para conseguir las medallas, como para volver sin ellas, pero aseguran estar dándolo todo. 

¿Y el futuro?

La gallega y la catalana son más parecidas de lo que algunos podrían pensar y, es que, aunque cada una se dedica a una disciplina diferente, piragüismo y natación respectivamente, en los dos deportes el agua cobra un papel clave. Pero no solo eso, casualidad o no, las dos chicas de Iberia han optado por el grado universitario en Educación Infantil. 

Aunque, por el momento, los Juegos son la prioridad para Jácome y ha decidido apartar los estudios por un tiempo. Gascón, por su parte, ha compaginado sus entrenamientos con un nuevo puesto como concejala de Deportes en el Ayuntamiento de Terrassa. "Era una oportunidad para aportar esa visión diferente a la ciudad y vivir la oportunidad", añade. 

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Y cuando las similitudes entre ambas parecían haber terminado, los valores aprendidos en el deporte surgen como nuevo nexo de unión. Con el sueño de poder enseñar a niños en algún futuro, la nadadora confiesa tener por objetivo transmitir "los valores compartidos, como el esfuerzo, la constancia y la cooperación entre unos y otros".

Por su parte, a la gallega le gustaría poner su foco en los chicos con discapacidad: "Me gustaría poder involucrarlos en el deporte y ayudarlos a que no se sientan marginados".