La empresaria, escritora y presidenta de la Fundación que lleva su nombre, Sandra Ibarra, es la invitada en un nuevo capítulo del pódcast de EL ESPAÑOL y Magas, Arréglate que nos vamos. Se coloca ante el micrófono, junto a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo.
"Sandra no hace mucho, ha sido una prometedora modelo que a los 20 años se enfrentó a una leucemia y de nuevo la misma enfermedad siete años después. Y en ambos casos la superó y es una maravilla de mujer", asegura Cruz Sánchez de Lara en la presentación de la invitada.
"Sandra sigue siendo un modelo de mujer, la modelo de mujer que ha convertido su objetivo de vida en ser el altavoz de quienes sufren el cáncer", apostilla Charo Izquierdo.
Y añade: "Esta vallisoletana de Medina del Campo además, es Top100 honoraria, estudió Publicidad y Relaciones Públicas. Ha escrito Las Cuentas de la Felicidad (Planeta, 2012) y es coautora del libro Hablemos sobre Felicidad (2015). Además, es empresaria y ha creado la marca Kiss&Fly Solidary by Sandra Ibarra.
"Encantada de estar rodeada de dos magas, de dos amigas. Charo desde hace muchísimos años conoce bastante bien mi trayectoria, y hemos podido sumar esfuerzos juntas en todo este tiempo con personas que sufren el cáncer no, qué viven el cáncer. Yo cambio la palabra sufrir por vivir, porque al final en la vida lo que podemos elegir es la actitud con la que podemos vivir las cosas”, asegura Sandra Ibarra.
Y añade: “Si eliges vivir y no sufrir, bueno, pues eres protagonista de tu vida, aunque tengas cáncer, aunque hayas perdido el trabajo, aunque tengas un divorcio, eres protagonista de tu vida y desde ahí se viven las cosas de otra manera”.
“Estos tecnicismos y estos lenguajes, de la forma en la que nos referimos a las cosas, aunque ahora estamos en un momento de piel muy fina ante todo, pero es verdad que en el tema del cáncer, eso de sufrir o padecer una larga y terrible enfermedad… ¿Por qué la gente lo asocia siempre al cáncer? Largas y terribles hay muchas enfermedades. Se dice: 'Ganó o perdió la batalla contra el cáncer' pero no lo podemos llevar al territorio del ganador o el perdedor.
Y continúa: "Todas nuestras amigas y amigos, que hemos perdido, que han perdido la batalla, ¿son perdedores? No. No se han curado, pero han sido ejemplos de cómo transitar por la enfermedad y cómo transitar por la vida”.
“No nos hacen daño las cosas, sino la idea que tenemos de las cosas. Y la idea del cáncer está muy estigmatizada".
El momento del diagnóstico
Sandra recuerda cuando le diagnosticaron la enfermedad. “En el año 95 cuando me diagnosticaron a mí, imaginaros como era y todavía seguimos con ese estigma. Pero sí tenemos esperanza. Estoy en un momento muy feliz de mi vida después de 29 años vinculada al cáncer, porque por fin hablamos de supervivientes de cáncer, porque se calcula que en España somos dos millones de supervivientes de cáncer, unos 12 millones en Europa y unos 32 millones de supervivientes en el mundo”.
“Y después de tantos años de perder a tantas personas, hemos abierto ese camino de esperanza, para decir por fin, que cada vez más personas nos curamos. Yo he sido la única superviviente en las dos ocasiones de mi planta”, asegura la empresaria.
La vida se puede ensanchar
“Mi amigo Jorge Font siempre dice que la vida no se puede alargar, pero que se puede ensanchar. Y a mí, personas como Pilar Canalejo y como 'las fantásticas' de la Fundación, que así se hacen llamar, tenemos un grupazo maravilloso, me ensanchan la vida”, confirma.
“Y siguiendo con la esperanza, ¿alguna vez te olvidas de que has tenido cáncer?”, pregunta Charo Izquierdo.
“No es una cuestión de olvidarlo, es una forma de vida. Y no quiero que se me olvide porque soy una privilegiada y gracias ello, me dedico a lo que me dedico. Respeto a las personas que lo quieren olvidar y no quieren volver a ello. Pero yo no podría dormir por las noches sabiendo que puedo ayudar a otras personas y no hacerlo y ser una privilegiada y mirar para otro lado. No me hace daño, y he aprendido a ponerlo donde toca incluso cuando pierdo a personas”, confirma.
Y añade: “Hay días de duelo que no me los quita nadie, evidentemente. Y hay días que, como dice Rosana en la canción 'no tengo ganas de subirme al mundo', pero busco que se convierta en energía para seguir trabajando. Cuando pierdes a una persona, son razones para seguir peleando. Los que nos quedamos tenemos la obligación de VIVIR con mayúsculas y tenemos la obligación de vivir por ellos. A ellos les gustaría que les doliera algo o tener algún problema, porque significaría que están vivos”.
Escuela de vida
“Nosotros acabamos de lanzar una aplicación que se llama Escuela de Vida y lo más importante de esa aplicación, es que hay una comunidad, una comunidad con la que dialogar cuando te diagnostican cáncer en vez de ir a doctor Google, que es terrible. Lo primero que quieres es encontrar a otra persona a la que le han diagnosticado lo mismo que a ti, y si está en el mismo hospital y si tiene el mismo equipo médico, ya es la alegría del mundo”, asegura Sandra Ibarra.
“Es una comunidad de personas que están viviendo el proceso o ya lo han superado y que van a ser tu fuente de inspiración. Hablas con personas que acabas de conocer en el momento, abrazándose y ya quedando. Y entonces para mí ese es el regalo, esa parte de encontrar que nos sintamos comprendidos, acompañados y eso forma parte de la otra enfermedad que es la psicológica. El cáncer es una enfermedad física, pero también psicológica, y hay que curarse de las dos”.
La responsabilidad de los medios
“Al final los medios tenemos una responsabilidad de daros voz. Me parece fantástica la aplicación”, confirma Cruz Sánchez de Lara.
“La salud es lo más importante que tenemos, es que sin salud no existe nada más, que es el artículo 43 de la Constitución y que estamos tan desprotegidos en tantos ámbitos. El cáncer es la pandemia de nuestro siglo. Y no se aborda como tal. Es una cuestión de Estado, es una causa de salud global”, afirma.
Y continúa: “Uno de cada dos hombres y uno de cada tres mujeres va a tener cáncer. El pasado Día Mundial del Cáncer se hicieron públicos los datos y son esos.
“Es que hay un 40% de cánceres evitables. Y ¿por qué no estamos invirtiendo en prevención para que la sociedad no enferme? Un 40% de nuestros hijos, maridos, hermanos, amigas, familiares... Es decir, podemos evitarlo. Una vez que eres diagnosticado, que nos traten de la mejor manera posible con la innovación, con equidad, nos curamos según nuestro código postal todavía”, afirma.
“Eso es muy fuerte y sería bueno que moviera a la acción”, subraya Charo.
“Es que dentro de la misma ciudad, en un hospital te curas y en otro no, y nosotros tenemos pacientes de los dos hospitales, entonces de repente mujeres con cáncer metastásico que tienen la opción en un lugar, en un hospital, tienen una esperanza. Su amiga que está en el otro no la tiene, que está en su casa esperando muchas ocasiones a que un medicamento se apruebe, que tarda una media de 540 días. Medicamentos que ya están aprobados en Europa y no tenemos tiempo”, concluye Sandra Ibarra.