Hace ya muchísimos años, cuando el crecimiento personal y el desarrollo humano eran algo 'raro' que empezaba a emerger, recuerdo ir con una amiga por la Gran Vía de Madrid, discutiendo si el entonces llamado movimiento de la 'Nueva Era' era de conocimiento público o no. Paramos a un transeúnte y le preguntamos directamente: "¿Sabe usted lo que es la 'Nueva Era'?" La persona se quedó dubitativa, como despistada unos segundos y contestó: "Creo que es una calle que está por aquí". Quedó claro quién tenía razón…
De entonces a hoy ha llovido mucho… hoy día, el que se interesa por el crecimiento personal tiene un extenso menú de perspectivas para conocer y explorar su interior, algunas más originales que otras.
En todo este tiempo, he podido ir construyendo y depurando un método terapéutico pionero denominado 'El Juego de la Atención', que se fue formando poco a poco, hasta llegar a su madurez. Un gran número de personas ha pasado por esta experiencia, en la que se hace un recorrido desde la concepción hasta el momento actual, tratando de deshacer malentendidos y traumas, como quien pasa un peine, desenredando los nudos que se formaron en las diferentes etapas de la vida.
Desde hace unos años, la Facultad de Psicología de la Universidad de Murcia ha desarrollado un estudio estadístico sobre la efectividad de este método, cuyos resultados iniciales ya fueron presentados en algunos congresos.
Recientemente, al aumentar el número participantes en la muestra, el resultado ha indicado un aumento todavía mayor en su efectividad, sobre todo en factores relacionados con el equilibrio emocional. A partir de la experiencia vivida con el Juego de la Atención, formé un Máster en Técnicas de Terapia Transpersonal, que ya cuenta también con muchos centenares de alumnos, que usan estas herramientas innovadoras.
Evidentemente, al tener un contacto directo con tantas mentes humanas, aprendí el papel fundamental que tiene el inconsciente en la vida de una persona. De hecho, según la información que retiene el inconsciente, vamos a ver la vida de una forma luminosa o sombría, percibirla como divertida y fácil o vivirla como un esfuerzo continuado. Pocos conocen el hecho de que esta información es la que determina nuestras añoranzas, rechazos, impulsos, deseos y también la vitalidad de la que disponemos.
Otra cosa que me ha llamado poderosamente la atención es el hecho de que el inconsciente no se corresponde con lo conocido, no se rige por las leyes que intuitivamente damos por ciertas, aquellas que observamos diariamente en el mundo físico en el que vivimos.
Responde a coordenadas distintas, incompatibles con lo que esperamos que acontezca. Cuando se trata del inconsciente, no podemos regirnos por nada conocido. Por eso, está envuelto en un halo misterioso, que muchos perciben como inquietante. Sin embargo, es nuestro amigo y su labor principal es protegernos y que tomemos conciencia de lo que es la realidad verdadera.
Cuando tuve conocimiento de algunos principios básicos de la física cuántica, no pude evitar asombrarme con la similitud que tiene con los comportamientos inconscientes. Llegué a la conclusión de que la mente inconsciente es cuántica y que saber cómo relacionarse con ella es materia de interés público. Sobre todo, teniendo en cuenta su influencia sobre nuestra vida emocional.
También, me di cuenta de que el inconsciente se expresa con un lenguaje netamente simbólico y que el símbolo ocasiona olas energéticas y emocionales enormes. O sea, que los símbolos que emanan del inconsciente provocan reacciones importantes, también a nivel consciente. Esto me convenció de que trabajar con símbolos en terapia significa un atajo importante, que evita muchas vueltas innecesarias.
Esto es lo que trato de transmitir en este libro, así como conclusiones sacadas de muchos años de experiencia con la emoción humana. Para entender tu inconsciente y los mensajes que te envía a diario, tienes que conocer su forma de funcionar y su lenguaje. Poner este contenido a tu favor es la labor que te corresponde hacer, para poder vivir una vida que fluya en concordancia con el ritmo natural del universo.
Otra cosa importante es que la manera de pensar y ver el mundo de cada persona se traduce en una frecuencia vibratoria especifica y personal. Como si fuera una huella dactilar. Por eso, percibes la densidad o la levedad de una persona; no es una percepción intelectual sino, más bien, corporal. Lo importantes es que esta frecuencia va a atraer a la vida de la persona exactamente aquello que vibra en este mismo nivel. Como cuando enciendes la televisión y aprietas el botón del canal 1: siempre saldrá el canal 1, simplemente porque está sintonizado con la frecuencia de aquel canal. Luego, la densidad atrae densidad, la levedad va a atraer lo leve y agradable.
La finalidad de hacer terapia es buscar la frecuencia vibratoria que es natural en ti, para que la vida también sintonice contigo de forma fluida. La necesidad de ser querido, de cumplir con expectativas ajenas, de acallar miedos o soledades, hace que muchas veces quieras agradar y dejes de ser tú mismo. Esto hace que pierdas tu sintonía particular y estés visitando niveles que no te corresponden y, por ello, sean difíciles de transitar.
En una palabra, nos movemos en un mundo vibratorio y puedes sintonizar con la frecuencia que te corresponde, como un piano que está afinado, que va a sonar bien. Solamente así, podrás escuchar y participar de la bella música de la existencia.