Las tres, Tamara, Ana e Itziar son e interpretan a mujeres con personalidad en tres series que se estrenan esta primavera: Las largas sombras, Nos vemos en otra vida y Marbella. Lo explican, en exclusiva, a Magas en este reportaje.
Es una tendencia clara: la ficción audiovisual busca ahora actrices de reparto con carisma para interpretar papeles de mujeres fuertes, que son capaces de atravesar y cambiar su realidad y, a menudo, también la de las personas que las rodean.
Tamara Casellas, Ana Isabelle e Itziar Atienza son, entre otras, algunas de las intérpretes que brillan en papeles secundarios en las series que se acaban de estrenar esta temporada, y todas ellas coinciden en esta descripción.
Esto no siempre fue así. En los años sesenta y setenta, salvo excepciones, las primeras series de la televisión crearon papeles femeninos de reparto que mostraban casi exclusivamente amas de casa y trabajadoras domésticas, a menudo con vis cómica; algunas ficciones comenzaron a retratar a mujeres no protagonistas con roles fuertes.
Por ejemplo, en Star Trek, Lt. Uhura era una decidida exploradora, en Embrujada la madre de la protagonista, Endora, era una secundaria con mucho carácter; otro ejemplo fue V, con el papel de la malvada Diana o Los Ángeles de Charlie, aunque ellas dependían de la aprobación de un ‘jefe’. Uno de los más comentados fue Murphy Brown, que causó un gran revuelo mediático por su maternidad en soltería.
Los años ochenta y noventa trazaron nuevos secundarios femeninos televisivos de mayor complejidad y carácter con series como Ally McBeal, The Sopranos, Buffy Cazavampiros y por supuesto, Sexo en Nueva York.
En español, algunas de las primeras series en retratar a secundarias con carácter fueron Fortunata y Jacinta o Anillos de Oro, seguidas de algunas series con muchos episódicos, como Siete Vidas, El Comisario, Hospital Central, Amar en Tiempos revueltos o La Señora.
Con la llegada de las plataformas, las series de mayor audiencia, como Mad Men (Amazon Prime), Sex Education o Orange is the New Black (Netflix), Girls o Big Little lies (HBO Max), entre las que están las españolas Las Chicas del Cable o La Casa de Papel tenían ya en sus argumentos, más allá de los protagónicos, papeles de mujeres fuertes en los que existía una determinación por crear su propio destino.
Hoy, este fenómeno ha dado un paso más: esta primavera, hemos hablado con algunas de las actrices que están construyendo socialmente esa nueva imagen de la actriz de reparto; todos son papeles de mujeres que atraviesan dificultades y sostienen su destino.
La potencia de Tamara Casellas
El nombre de la sevillana Tamara Casellas comienza a sonar cada vez con más fuerza, tras su participación en proyectos como El hijo zurdo (con María León) y Ama, una historia sobre mujeres y maternidad. Casellas ha sido premiada en el Festival de Málaga, Premio Sant Jordi, finalista de los Feroz 2024, medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos, homenajeada por el programa Días de Cine…
Empezó sus clases de teatro con 12 años en el instituto y, poco a poco, fue labrándose una carrera con mucho esfuerzo. Ella misma explica a Magas que en Nos vemos en otra vida (Disney+), la serie recién estrenada, su personaje es el de "una mujer que tuvo que sacar sola a su familia adelante, a sus hijos, dada las constantes entradas y salidas de su marido en prisión."
Y añade: "Nunca cesó ese maltrato, ni siquiera cuando estuvo en prisión, de hecho acaba teniendo cuatro hijos con él. No era originaria de Asturias, se traslada allí en la adolescencia y joven se casa con el padre de Gabriel. Siempre vivió en un entorno muy humilde y desfavorecido, y tuvo una relación complicada con el padre de su hijo, teñida por la delincuencia, el consumo de drogas y los continuos malos tratos que él ejercía sobre ella".
De su secundario resalta que "es una mujer fuerte, valiente y con determinación, y que elige ante todo sacar adelante a su familia, y mantenerla unida a pesar de las dificultades que conlleva una vida tan desestructurada de base. Ese es uno de los aspectos que más me gustan de ella. El arrojo y el coraje y la fuerza que tuvo para mantener la familia unida tal y como la conocía. De hecho, ella nunca dejó de llevar a los hijos a prisión. Es la familia que tenemos y hay que amarla. Puede que eso sea lo que más me gustan de ella".
La autenticidad de Ana Isabelle
A Ana Isabelle, nacida en Puerto Rico, cantante, bailarina y actriz, posiblemente la conozcas porque interpretó el papel de la joven Rosalía en el remake de la película musical West Side Story dirigida por el laureado Steven Spielberg en 2021. Todo energía y personalidad, ella misma resume a Magas cómo su personaje en la serie Marbella (Movistar+), que se llama Cati, es el de "una mujer todoterreno. Que sabe lo que quiere, que le gusta sentirse en poder".
"Las mujeres de este nuevo siglo", sigue explicando Ana Isabelle, "ya no tenemos problema en decir lo que sentimos, en hacer lo que queremos hacer, en tener nuestros propios negocios… y eso es algo muy atractivo en ella, en este personaje. A la misma vez, me gusta que tiene un giro muy interesante por su faceta de madre: cuando te hieren en lo que más atesoras en tu vida, realmente tocan en otro lado vulnerable, que está un poco escondido y que quizás quedaba atrás por su vanidad y ambición y por eso hay un girl 360 que demuestra que sigue siendo débil ante la adversidad, pero no desvanece, continúa luchando por lo que más ama".
La fortaleza de Itziar Atienza
Itiziar Atienza, actriz de reparto en Ocho apellidos vascos (2014), entre otras series, explica sobre Candela, su papel en la serie Las largas sombras que "lo que más me gusta de mi personaje es esa capacidad que tiene de poder mirar a los ojos a lo bueno y a lo malo. A todo lo que haya que afrontar, es una persona que no se esconde y no tiene miedo de estar con lo que haya. Eso es lo que más me gusta de ella, esa conexión entre lo que dicen, lo que piensa y lo que hace, lo que siente. Es una persona conectada. No hay represión en lo que ella expresa".
"Mi personaje es Candela, el primer amor de Rita", explica. "Es una mujer fuerte, honesta, valiente, espontánea, llena de fuerza y vida. Cuando eran pequeñas Candela era el motor de la relación entre ellas, la que mostraba la fuerza vital y la valentía para afrontar la censura que pudieran tener por parte de la sociedad. Alguien que no se esconde, que sabe quién, que no tiene la necesidad de autocuestionarse en ningún momento".
Y añade: "La que nos encontramos al final es una mujer que se ha construido alrededor de una herida profunda a la que no ha querido mirar mucho y que con el regreso de Rita se ve obligada a atender a esa parte que le arrancaron cuando era pequeña. El viaje de Candela consiste en esa oportunidad de mirar a los ojos a esa herida".