Que a nadie le engañe su apellido, porque los logros y el tesón de esta vallisoletana de pequeño tiene muy poco. Laura es toda una guerrera dentro del boxeo femenino, un referente para muchas niñas a las que le guste este deporte. Su camino en el ring no ha sido fácil, y no solamente por ser mujer, pero ella sigue adelante cosechando triunfos como el del sábado 20 en Valencia. Ganó el combate contra Laura Galano, lo que le permite "seguir rodando y coger experiencia".
Está contenta con la victoria, pero según ella misma confiesa en conversación con Magas "soy muy exigente y siempre veo cosas que hay que mejorar. Creo que podía haber dado más de mí". Esta pelea ha sido muy emotiva para ella, ya que le ha podido dedicar el triunfo a una persona especial: "Se lo he dedicado a mi abuelo, porque está muy malito y se lo había prometido".
Curiosamente, Laura Pequeño y su contrincante eran las únicas mujeres del cartel de esta velada de boxeo, lo que demuestra que aún falta mucha presencia femenina. No hay suficientes deportistas y es complicado encontrar candidatas del mismo peso para que pueden pelear, lo que a menudo hace que haya que pactar aunque las que van a pelear no sean de la misma categoría.
"No hay chicas y es muy complicado igualar los combates femeninos y masculinos en las veladas. El 90% de los combates son de hombres, es el pan nuestro de cada día. No suele haber más de cuatro chicas por categoría", nos cuenta. Aún así, Laura cree que el boxeo femenino "está creciendo, aunque todavía queda mucho. Yo que trabajo en un gimnasio y también con niños veo que cada vez hay más niñas, se están eliminando un poco esos estigmas".
La deportista pone su granito de arena en esta misión, también dando charlas que ayuden a rompen ideas preconcebidas: "Ves a una chica hacer fútbol o boxeo y es un marimacho y un chico haciendo gimnasia rítmica y es gay", decía en una entrevista con EL ESPAÑOL en 2022.
Con paso lento pero firme, ella misma va comprobando el avance: "Yo toda la vida he entrenado con chicos, ahora ver que tantas niñas jóvenes están descubriendo el deporte, seguro que va a hacer que el boxeo femenino crezca en España y en el mundo". Eso, consecuentemente, hará que también haya más inspiración para ellas. Su referente, Laura Fuertes, primera mujer en clasificarse para los Juegos Olímpicos en boxeo femenino: "Es una máquina".
La carrera de Laura Pequeño en el ring no ha estado exenta de dificultades. Este 2024 no podrá presentarse al Campeonato de España como lo hubiera gustado, pese a haber entrenado duro, por problemas con la federación. "Me da mucha pena porque al final es estar entrenando para ese momento y que no te avisen con antelación... Tendré que esperar al siguiente", nos cuenta. Lo que nadie le puede quitar son sus triunfos anteriores.
Quizá a muchos les sorprenda (o no) saber que la vallisoletana quería ser modelo y fue a través de una de sus modelos preferidas, Gigi Hadid, como descubrió el kick boxing a los 14 años. Ahí empezó todo... Cambió ese deseo de "ser un ángel de Victoria's Secret" por el cuadrilátero y debutó en combate en marzo de 2017, en el Torneo Jóvenes Valores que se celebró en Béjar (Salamanca) donde se alzó con dos triunfos derrotando a rivales con más experiencia. Unos meses ganó el Campeonato de España en la categoría de 51 kilogramos. En 2018 revalidó el título, pero algo se rompió en su interior y decidió dejarlo; quizá la presión era demasiado fuerte.
Tres años después regresó y de qué manera, consiguiendo ser Campeona de España de categoría élite en 60 kg. Desde entonces, Laura Pequeño sigue entrenando duro para seguir alcanzando metas. Entrena a otras chicas que quieren subirse al ring y pone el bienestar y la salud mental en el centro de sus prioridades. "Hay que cuidar a tu niña interior. Cuando te hablas mal, te culpas, piensas en el juicio ajeno... tienes que pensar si eso se lo dirías a tu yo de tres años. Esa niña lo que necesitaría sería cariño en ese momento y eso es lo que tú necesitas para canalizar esa culpa. En mi habitación tengo una foto mía de 3 años, otra de 12 y otra de 17, y cada vez que me hablo mal miro a mis tres yos", confiesa.