Normalmente las mujeres, junto a los niños, son los grandes damnificados de las guerras. En el caso de Isabel de Benito, ella era la que curaba a los damnificados: la primera mujer militar que ejerció como cirujana plástica en zonas de conflicto. Aunque de eso hace ya mucho, como ella misma dice.
A día de hoy, de Benito hace las funciones de presidenta de la SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética). La primera presidenta en más de 65 años de historia y el mandato de 30 hombres. Ahora, vuelve a ser una pionera en su campo. Aunque como ella dice, lo mejor es dejar de serlo, "porque eso significa que otras mujeres han alcanzado tu lugar".
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Entre sus muchas funciones, la SECPRE con Isabel de Benito a la cabeza se encarga de dar formación continuada a sus miembros, colaborar con varias ONG, velar por la seguridad del paciente, luchar contra el intrusismo o proponer modificaciones legislativas ante los frenéticos cambios sociales y culturales.
"Cada vez tienen más sentido las sociedades científicas y profesionales, especialmente en cuanto a los dilemas éticos a los que nos enfrentamos. Estamos en una era en la que la tecnología es muy importante. Pero después de todos los avances tecnológicos viene la ética, que tiene que adaptarse a las nuevas tendencias", comenta la profesional.
Precisamente de estos temas, ha charlado con el equipo de Magas: ética, tendencias sociales, liderazgo y nuevos retos han sido algunos de los puntos fuertes de esta entrevista.
De entre los 30 presidentes que ha tenido la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, solo ha habido una mujer. Tú. Ya era hora, ¿no?
Sí. No puedo decir otra cosa porque es la realidad. Más de un tercio de los miembros de SECPRE son mujeres, y yo soy la primera presidenta. Es una cuestión que me llena de orgullo y espero que pueda inspirar a otras mujeres que vendrán detrás de mí. Quiero que haya otras mujeres que accedan a la presidencia y superen de largo lo que yo he hecho. Será así sin ningún género de duda.
También tengo que decir que, para ser presidente de SECPRE, da igual ser hombre o mujer. Lo verdaderamente relevante es poder trabajar en favor de todos nuestros miembros y nuestro colectivo.
Hombres y mujeres tenemos la misma formación y esta no es una especialidad que requiera de habilidades concretas en hombres o mujeres. Es completamente irrelevante el tema de género, aunque ser la primera de 30 presidentes es un orgullo y espero que se haya roto el techo de cristal para que después haya muchas mujeres que lo hagan mejor que yo.
"A día de hoy la mujer está muy integrada en el Ejército. El avance ha sido espectacular y conozco a mujeres con altos rangos".
También eres la primera mujer médico militar de esta especialidad y has ejercido tu profesión tanto en el Hospital Central de la Defensa como en diferentes territorios de guerra.
De esto hace mucho tiempo, me he dado cuenta de que ya han pasado muchos años. Cuando accedí a esta especialidad en el ámbito militar, había muy pocas mujeres. A día de hoy, la mujer está absolutamente integrada dentro del Ejército y realiza las mismas funciones dentro del cuerpo médico. El avance ha sido espectacular y conozco mujeres que han alcanzado altos rangos dentro del ámbito militar.
Cuando dejas de convertirte en pionera es realmente cuando triunfas, porque ya no es una novedad y vamos normalizando todo un poco más. Es una cosa cotidiana y eso significa que las mujeres tienen el mismo papel dentro que los hombres.
Desde que yo entré hasta ahora ha mejorado la proporción de mujeres y los cargos a los que llegan de una manera espectacular. Ahora mismo hay mujeres generales médicos. Ha sido una evolución espectacular y razonablemente rápida.
Volviendo a nuestro país, ¿cuáles son las asignaturas pendientes de la cirugía plástica en España?
Hay varias. Para mí la principal es que la cirugía plástica esté representada en más hospitales, que pase a ser una especialidad esencial incluso en hospitales comarcales. La cirugía plástica tiene muchos ámbitos de actuación cotidianos como las quemaduras o la reconstrucción mamaria después del cáncer de mama. Aunque se hace todos los días en la mayoría de hospitales, hay muchos que no cuentan con cirujanos plásticos, por lo que creo que es una asignatura pendiente: poder acceder a todos los hospitales de un cierto nivel.
"Desde SECPRE, nos gustaría que se destinase más dinero a la investigación básica, y estamos trabajando para ello".
También habría que tratar el tema del intrusismo y la seguridad, queremos regular nuestra actividad para mejorar la seguridad del paciente y de nuestra actuación. Y nos gustaría que se destinase más dinero a la investigación básica. Por lo demás, creo que estamos en un nivel extraordinario de competencia y de formación.
Según la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, en 2020 el 10,5% de los pacientes que acudieron a un cirujano plástico lo hicieron influenciados por las redes sociales. Y un 4,99%, por personas famosas. ¿Esto es positivo o negativo? ¿Qué consecuencias puede tener?
Creo que llegará un momento en el que algunas redes sociales o influencers serán percibidos como lo que realmente son: vendedores de contenido. Lo que hacen es publicidad. Cuando un paciente sabe que hay publicidad y beneficios económicos de por medio, su capacidad de influencia disminuye. En redes sociales se está regulando y la población general, y sobre todo los más jóvenes, se acabarán dando cuenta de que están ante un anuncio publicitario como el que se puede ver en una valla de una autopista.
En ese sentido, creo que la tendencia de creerse todo lo que hay en redes está disminuyendo y los jóvenes van a ver con un espíritu más crítico lo que ven. La ley también va a obligar a clasificar eso como publicidad y como un acto que tiene una recompensa económica detrás.
"No es buena idea intentar solucionar problemas mentales con cambios físicos. Cuando los detectamos, las personas para tratarlos son los psicólogos".
¿Qué líneas de actuación crees que tenemos que seguir para abordar el problema de los jóvenes? Cada vez hay más problemas de salud mental, complejos, inseguridades, las tasas de suicidio se elevan…
Los cirujanos no sabemos cómo abordar el tema de la salud mental porque son los psicólogos y los psiquiatras los que trabajan en ello todos los días. Nosotros tenemos que valorar muy bien las motivaciones y la percepción, y lo que espera conseguir cada paciente de una cirugía estética. Tenemos que ver si tiene unas expectativas razonables y realistas o no.
Los cirujanos plásticos intentamos conocer mejor al paciente antes de recomendarle una cirugía. Esto es básico porque no es buena idea intentar solucionar problemas mentales a través de cambios físicos. Un cambio físico ayuda a tener más autoestima y bienestar, pero es cierto que hay patologías de salud mental que no se arreglan con cambios físicos, y eso nos compete a los cirujanos advertirlo. Cuando detectamos que puede haber un problema de salud mental, las personas indicadas son los psicólogos o los psiquiatras.
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¿Crees que ha cambiado la visión que la sociedad tiene de los retoques estéticos? ¿A mejor o a peor?
Sí, lo creo. La irrupción de redes sociales y las tendencias en publicidad que desgraciadamente vemos en algunos casos, sí que han cambiado de forma relevante la percepción que algunas personas tienen de la cirugía estética. Todas esas cuestiones han contribuido a trivializarla, a parecer que son tratamientos sin complicaciones, procedimientos fáciles de realizar…
"Una cirugía no es una activida inocua, tiene potenciales complicaciones incluso haciéndolo todo bien".
Pero para eso estamos los profesionales, especialmente la sociedad científica que nos agrupa a los cirujanos estéticos, que es la SECPRE, para guiar y poner límite a todas estas prácticas, y dejar a nuestra especialidad en el lugar que corresponde en cuanto a los beneficios y riesgos de los pacientes. El paciente debe tener una información mucho más equilibrada de dónde se está metiendo porque la cirugía no es una actividad inocua, tiene potenciales complicaciones incluso haciéndolo todo bien. Y el paciente lo tiene que conocer.
Mirando hacia el futuro, todas las profesiones se van a ver alteradas por las tecnologías como la inteligencia artificial o las nuevas tendencias. ¿Hacia dónde crees que nos llevarán los avances en la industria de la cirugía plástica?
Pienso que nos llevará a que los tratamientos sean cada vez menos agresivos y con mejor tiempo de recuperación. Hay infinitas líneas de investigación. Los trasplantes de tejidos, por ejemplo, son muy importantes en la cirugía plástica. Los temas tecnológicos, como la utilización de nuevas energías, también modifican de manera dramática lo que nosotros hacemos. La inteligencia artificial supondrá una serie de mejoras en ciertas tecnologías como el diagnóstico por pruebas de imagen o en la planificación.
Ten en cuenta que nosotros seguimos dando cursos en cadáver para poder entrenar ciertas técnicas quirúrgicas. Creo que en un futuro vamos a tener más opciones tecnológicas para entrenar todo ese tipo de intervenciones. La tecnología avanza de una manera extraordinaria, y estos cambios plantean dilemas éticos que también vamos a tener que resolver. En un futuro necesitaremos más profesionales que sigan dando impulso a nuestra sociedad.