El deporte femenino vive muy buenos tiempos. Al menos, de cara a la galería y a los resultados. Porque en lo que se refiere a las federaciones y demás instituciones encargadas de gestionar el talento deportivo femenino, y el dinero que a él se debería dedicar, seguimos teniendo nuestras dudas.

Pero quedémonos ahora con lo bueno: las mujeres y el deporte protagonizan una etapa histórica en nuestro país en la que, si bien aún queda muchísimo por hacer y conseguir, es evidente que sus luchas y logros sirven de espejo en el que podrán mirarse las miles de niñas y jóvenes que serán el futuro de nuestro deporte.

Y como muestra, un botón: según la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España, realizada por el Consejo Superior de Deportes, la práctica deportiva en nuestro país sigue siendo mayor en los hombres con un 61,1 %, pero ya hay un 51,8% de mujeres que practican deporte de forma regular.

Un dato bastante positivo teniendo en cuenta, además, que la brecha entre sexos, del 11,3% es menor que en encuestas anteriores.

Los factores que harán posible el deporte femenino del futuro

A lo largo de la historia se ha demostrado que el deporte femenino suele retroceder, y a veces desaparecer, en las épocas de crisis, da igual del tipo que sean.

Así lo explica Carlos Beltrán, escritor y autor de Prohibidas pero no vencidas (Ediciones Desnivel), además de divulgador y experto en deporte y mujer: "Cuando se desayuna, se cena y se come bien, y tienes una casa y un trabajo, los deportes tradicionalmente asignados a hombres pueden también ser practicados por mujeres. Y crecer. Se genera espectáculo, audiencia y afición. Y esto hace que las niñas también compitan Y cuando las niñas compiten, el deporte crece", asegura.

Carlos Beltrán

Partiendo de esa base, y teniendo en cuenta que vivimos una época de 'no crisis' –o al menos con muchos aspectos históricamente desfavorables ya superados–, se podría decir que es un momento óptimo para el deporte femenino. Pero, ¿cuál triunfará en un futuro?

Rosa de Tapia, presidenta del Colegio Oficial de Licenciados de Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Comunidad de Madrid (COPLEF), aclara en primer lugar que se debe entender por 'deporte'. Y recurre a la definición recogida en la Carta Europea del Deporte, de 1992, que dice que "es todo tipo de actividades físicas que, mediante una participación, organizada o de otro tipo, tengan por finalidad la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones sociales o el logro de resultados en competiciones de todos los niveles".

Rosa de Tapia

Por eso, De Tapia opina que para que un deporte sea de futuro "hay que mirar más allá del deporte federado (sólo el 4,6 % de la población femenina española posee una licencia federativa). Tenemos que pensar en el ejercicio físico enfocado a la salud integral de las personas, de todas las edades y condición". Y añade: "Sobre todo si queremos una sociedad más saludable y ahorrar en gasto sanitario".

Con esta explicación acerca de la práctica deportiva desde la base, resulta también muy interesante el punto de vista de Paloma del Río, la reconocida periodista y exdirectora de Programas Deportivos de TVE. "Para considerar que un deporte sea del futuro hay que tener en cuenta diversos factores: los resultados son muy importantes, porque cuando una especialidad deportiva tiene buenos resultados, los medios de comunicación le hacemos caso", asegura.

Al prestarles atención en la prensa, es cuando suelen aparecer los patrocinadores, que buscan la máxima visibilidad. "Y cuantos más patrocinadores, más dinero hay. Y si hay más dinero, el deporte mejora porque todo alrededor –condiciones, equipamientos, rendimiento físico y demás– mejora notablemente", confirma la veterana periodista.

Los medios de comunicación y las RR.SS., fundamentales

Paloma del Río insiste también en la importancia de la prensa para que un deporte de futuro se consolide. "Los medios de comunicación somos muy responsables del devenir del deporte. Y cuánto más espacio les demos, más visibles serán y más atractivos resultarán a inversores y patrocinadores".

Pero también resulta determinante observar las formas, algunas realmente novedosas, en las que se difunden y consumen los contenidos deportivos por parte de la gente más joven, que serán nuestro futuro más inmediato. Si pensamos, por ejemplo, en la generación Z –los veinteañeros de hoy nacidos a finales de los años 90 y principios de los 90–, el consumo de deporte femenino que se realiza a través de las redes sociales alcanza el 51%.

Paloma del Río

Y es que, como asegura Rosa de Tapia, “no podemos obviar la influencia de las RR.SS, son de enorme influencia en este caso”. Y recuerda la importancia “de regularlas para no dar lugar situaciones de desigualdad, inseguridad y malas prácticas”.

El fútbol femenino, una apuesta real de futuro

Como comentaba antes la presidenta del COPLEF, el deporte del futuro se debe gestar desde la base, desde lo que entendemos por ejercicio físico. "Será el verdadero protagonista del futuro en cuanto a que está enfocado a la salud integral de las personas".

Y confirma la importancia del ejercicio en todas las etapas de la educación. “Existen profesionales con formación y competencias como los Grados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte que ofrecerán servicios profesionales deportivos adecuados, adaptados y seguros para que las mujeres practiquen cada vez más y mejor”.

Una base fundamental para garantizar que el acceso al deporte femenino esté desde los primeros años de vida escolar. Y que no parece tan claro con datos como los que arroja la Encuesta sobre Hábitos Deportivos: las niñas acceden al deporte más tarde que los niños. Ellas comienzan antes de los 15 años en un 55,3 %, mientras que ellos lo hacen en un 73,5 %.

Además, y como afirma Carlos Beltrán, "las niñas suelen empezar a jugar en deportes de equipo mixtos. Y con el paso del tiempo, al no encontrar compañeras suficientes para formar equipos solo femeninos, acaban abandonando al práctica en la adolescencia". Por eso cree fundamental también trabajarlo desde la base. Y sentencia: "El trabajo de apoyo a las niñas, que además es muy bonito, no se hace correctamente".

En este sentido, Rosa de Tapia aporta otra idea fundamental. Y es la que compete a las políticas públicas, necesarias para garantizar el acceso al deporte en igualdad de condiciones. "Las administraciones públicas deben dedicar recursos que avalen un servicio deportivo de calidad y otras acciones que promuevan estas prácticas como una reducción del IVA o la deducción del IRPF", explica.

Dicho esto, y atendiendo a esos factores primordiales que comentábamos al principio –resultados, atención por parte de la prensa y patrocinadores, entre otros–, parece fácil inclinarse a vaticinar que el fútbol pueda ser el gran deporte femenino de la próxima década. Así lo ve Paloma del Río, quien reconoce que si debe augurar un deporte en general que vaya a 'tirar' en un futuro, "espero que sea el fútbol. Ahora hay ya muchas niñas que quieren entrar en las escuelas y clubes, y espero que, por todo lo que ha ocurrido y, principalmente por haber ganado el mundial, el fútbol femenino sea el espejo en el que se reflejen muchas niñas".

Las futbolistas, los mejores referentes

El de los referentes no es una asunto menor. Y con los recientes acontecimientos acaecidos en el fútbol femenino en España parece bastante claro. Las jugadoras han obtenido, y siguen en ello, resultados históricos, a pesar incluso de seguir siendo víctimas de numerosas discriminaciones. Por eso ellas pueden ser el mejor ejemplo para las niñas de hoy y las mujeres y deportistas del futuro.

Así lo ve Carlos Beltrán, quien afirma que "la élite del deporte tiene como única función ser referente. Y si eso falla, ya sea porque se dopan o por un mal comportamiento, para mí ya no merece ser considerado deporte de élite”. Y afirma que las deportistas de hoy son mujeres "que no solo contestan ante las injusticias, sino que lo hacen muy bien. Saben perfectamente cuales son sus derechos y lo que tienen que pedir. Y que hay que defenderse hablando y actuando".

Y recuerda a grandes nombres del deporte femenino español como las hermanas Lucinda y Margot Moles, Aurora Villa o las conocidas como Las Raquetistas, que por demostrar su independencia, talento y rebeldía fueron silenciadas a partir de la Guerra Civil. "Si las niñas de hoy tiene de referente a Jenni Hermoso, que no tolera el comportamiento del presidente de su propia federación, algo va muy bien", reconoce.

El escritor y divulgador se aventura también a pensar que la escalada pueda ser una práctica deportiva femenina que sorprenda en una década. ¿La explicación? "Las mujeres no buscan tanto los deportes de competición. Los adolescente tienden a querer entrar en las dinámicas competitivas, pero las chicas de la misma edad prefieren hacer deporte para estar sanas y sentirse bien. Por eso ellas optan más por prácticas como el crossfit, el fitness, caminar o la escalada. En el deporte de competición sentirse sano y bien no suelen ser factores tan fundamentales", aclara.

Nuestras sociedad del futuro y sus deportistas 'espejo'

Según el estudio longitudinal sobre la Evolución de la Violencia contra las Mujeres en la Infancia y la Adolescencia en España, elaborado por la Fundación ANAR, todas las violencias machistas han aumentado entre los adolescentes españoles. En especial la violencia de género, que ha aumentado en un 90%. Aunque la violencia sexual tampoco se queda corta, pues es hoy un 40% superior entre los jóvenes.

Con estos datos nada halagüeños en la mano, si pensamos en cómo será esa sociedad de la próxima década que haga posible la consolidación de deportes femeninos como el fútbol o la escalada, la periodista Paloma del Río es muy clara: "Espero que sea mucho mejor. Que no demos pasos atrás y que las mujeres tengan puestos de responsabilidad en todos los ámbitos, no solo en el deporte".

Y añade: "Espero también respeto a las deportistas y que se les devuelva el lugar que deben ocupar siempre, no solo cuando hay olimpiadas. Con esto no quiero decir que se le reste a ellos nada de lo que ya tienen. Pero sí reivindico que las mujeres dispongan de las mismas condiciones que ellos llevan disfrutando desde hace muchos años”.

Del Río vaticina que las deportistas del futuro "tendrán que ser espabiladas y reivindicativas con sus derechos y condiciones. En las generaciones anteriores parecía que las mujeres deportistas estaban en un segundo nivel, como sumisas. Espero que las del futuro sigan creyéndose de verdad que tienen derecho a practicar deporte en igualdad y con las mejores condiciones que cada federación particular pueda proveer".

Por su parte, el divulgador Carlos Beltrán apuesta porque en ese futuro próximo "exista un buen puñado de hombres que estén dispuestos a desaprender lo que nos enseñan desde pequeños. Y que se metan en al dinámica de la igualdad y del feminismo". Aunque advierte: "No lo veo tan fácil".

Nosotras tampoco. Pero visto lo visto –y es mucho lo que está pasado ante nuestros ojos en los últimos tiempos–, la esperanza es lo último que se pierde. Y eso, las mujeres de este país, y más aún las deportistas, lo llevamos grabado a fuego.