Verónica Pascual (Burgos, 1979) siempre ha tenido muy clara su vocación: dedicarse en cuerpo y alma al mundo de la robótica y la tecnología. "Me he criado en una familia muy dedicada al trabajo en este campo, mi padre es ingeniero y en nuestra casa siempre se ha fomentado mucho la práctica de las áreas científicas", comenta.

Pascual recuerda con nostalgia cómo su padre les llevaba a la estación de trenes en Burgos para enseñarles cómo funcionaban, o cuando cogían un vuelo y les explicaba la estructura del avión. "Gracias a él he vivido una evolución muy natural en mi carrera, porque desde pequeñita lo he interiorizado mucho".

Las carreras técnicas son complicadas, pero muy necesarias para el progreso humano. Pascual resalta la importancia de desarrollar competencias cognitivas y mentales para poder abordar proyectos complejos, como es en este caso el estudio de esta clase de materias "mientras eres estudiante, y luego, en el transcurso de la vida", puntualiza.

Verónica Pascual durante la entrevista. Javier Carbajal

Pascual y su equipo comenzaron a desarrollar actividades relacionadas con el mundo de la robótica cuando apenas existía en Europa: "Nos tocó recorrer un camino que prácticamente creamos nosotros, nos íbamos reinventando a lo largo del viaje. Apenas había estándares ni actores en el sector, por lo que tuvimos que desarrollarnos muchísimo para crear lo que ahora son los estándares de la robótica móvil". 

España y tecnología

El informe PISA expone que España se encuentra un punto por debajo de la media europea en este sector, un punto por encima de la media de los 81 países de la OCDE y 100 puntos por debajo del mejor país de la OCDE. "Esto tiene mucho que ver con nuestros resultados en matemáticas, algo en lo que debemos de trabajar mucho, porque las matemáticas son esenciales de cara a las carreras tecnológicas, Y las carreras tecnológicas son esenciales en el desarrollo del panorama laboral", asegura.

Es cierto que el sistema educativo ha ido cambiando muchas veces a lo largo de los años, y el sistema actual, la LOMLOE, incorpora o va incorporando más elementos relacionados con la experimentación y la tecnología en el aula. "Esto es muy positivo, porque todavía tenemos que desarrollar mucho más el campo de la exploración, de la curiosidad, de la resolución de problemas, de los modelos ágiles, de la resolución dentro de los modelos de trabajo en equipo y de lo que se llama el challenge based learning. Es necesario que nos acerquemos más al ámbito científico e industrial".

Verónica Pascual. Javier Carbajal

Verónica señala, además, la importancia de poner más en práctica lo que se estudia, desarrollar más contenidos prácticos y ajustar los contenidos en función a cada estudiante y sus fortalezas: "Una labor del profesorado que seguramente pase de compartir contenidos de manera unidireccional a ser un mentor de los estudiantes, buscando potenciar las habilidades de cada uno de ellos".

La ingeniera afirma que es muy sano que los estudiantes aprovechen la oportunidad de tener un desarrollo curricular fuera de España: "Es buenísimo de cara a poder salir de nuestra cultura y de nuestra manera de hacer las cosas, y poder así nutrirnos de visiones alternativas. Pero creo que es igualmente necesario que hagamos todo lo posible por volver a atraer el talento en el que hemos invertido, buscando además que los jóvenes comprendan cuáles son las oportunidades y necesidades existentes dentro de nuestro país".

"Debemos atraer de nuevo a España el talento joven para que comprendan las oportunidades y necesidades que hay"

Mujeres y carreras STEM

Existe una clara inclinación masculina dentro de las carreras de la rama de ciencias. "En general hay muy pocos estudiantes, ya sean hombres o mujeres, que deciden realizar una carrera STEM. Estaríamos hablando de un 7%  que se decantan por la rama tecnológica; ahí está la primera brecha. Dentro de ella encontramos otra complicación: dentro de ese escaso 7% de estudiantes, menos del 20% son mujeres", explica Pascual.

"Nuestras niñas no tienen la confianza suficiente, no se ven con las competencias necesarias para poder desarrollarse en un ámbito de especialización en materias STEM, y es necesario que rompamos esa brecha. Esta inseguridad tiene mucho que ver con el hecho de que no necesariamente están viendo a través del sistema educativo cuál es el campo aplicado en el que pueden utilizar esas competencias, que se imparten de una forma muy teórica, y pueden asustar. Debemos darle más importancia a la parte práctica, que es la que les ayuda a normalizar y a pensar".

Robótica y futuro

Es una evidencia que el campo de la robótica ha evolucionado muchísimo en los últimos años, y esta evolución se ve afectada por diferentes dimensiones.

"Cuando miramos hacia el futuro teniendo en cuenta los nuevos materiales que hacen que los robots sean, digamos, más ligeros, podemos observar también nuevos sistemas energéticos que permiten un gasto menor y un recargue más rápido. Por otro lado, también hay más inteligencia tanto a bordo de los vehículos como en los sistemas que gestionan sus flotas, lo que hace que podamos dotarlos de más inteligencia y capacidad". 

 "En la fundación ASTI buscamos que esas niñas conecten con los problemas que pueden resolver en el mundo y cómo hacerlo"

El desarrollo de la inteligencia artificial permite también maximizar el valor de toda la información que se recoge de los sensores de los robots, de tal manera que estos puedan responder mejor en tiempo real aquello que van identificando. "Esto es muy interesante. En el pasado, todas las condiciones que afectaban al funcionamiento de la tecnología eran condiciones que había que predeterminar. A día de hoy la tecnología es capaz de reaccionar a los cambios de contexto en tiempo real. Estamos viviendo un momento de cambio tecnológico sumamente importante", añade.

La Fundación ASTI

Fundación ASTI, la compañía que preside Verónica, se creó en 2017 a raíz de observar cómo la tecnología está destruyendo un tipo de empleo, pero a su vez generando otro. "Buscamos impulsar el desarrollo del talento joven en el ámbito tecnológico a través de diversos proyectos educativos. Las competencias tienen que evolucionar para ser capaces de dar soporte a las nuevas necesidades del mercado laboral, y es necesario que nuestros jóvenes desarrollen esa pasión desde edades tempranas".

La Fundación ASTI se compromete con el desarrollo del talento joven. LinkedIn

En la Fundación se enfocan en dos verticales principales: la primera, referente a la robótica educativa con programas en aulas de primaria y, paralelamente, la preparación de algunos programas extraescolares en los que los adolescentes que cursan la ESO pueden competir en equipo y desarrollar sus robots mientras resuelven retos tecnológicos. "Siempre tenemos en cuenta la sostenibilidad dentro de nuestros proyectos, ya que algunos de los retos consisten en realizar una misión consumiendo la menor cantidad de energía posible. Esto nos permite generar en los jóvenes consciencia de que no solamente hay que realizar un proyecto, sino que también debemos preocuparnos por el gasto energético que supone y reducirlo al máximo", confirma.

La fundación también se preocupa por la brecha de género de la que se hablaba antes, e intenta resolverla creando diversos programas para niñas fuera del aula."Nos enfocamos en la educación de las niñas de 13 años en adelante, y las ayudamos a que descubran esa pasión por la tecnología y no se dejen llevar por los sesgos existentes en este campo. Buscamos que esas niñas conecten con los problemas que pueden resolver en el mundo y cómo hacerlo, además de que puedan conocer mujeres que han recorrido ese camino y tener mentoras que las guíen".

A través del ejemplo de lo que esas mujeres están haciendo, a través de conectarse con ellas y observar cómo pueden cambiar el mundo gracias a formarse en determinadas competencias, cultiva una pasión que les hace superar el miedo a determinados aprendizajes. "Solo así conseguiremos romper la brecha y podremos fomentar el talento femenino que hay en nuestro país, que es mucho".