"Las mujeres siempre dicen: 'Podemos hacer todo lo que los hombres pueden hacer'. Pero los hombres deberían decir. 'Podemos hacer todo lo que las mujeres pueden hacer", con esta frase de Gloria Steinem, Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo inician un nuevo episodio de su pódcast Arréglate que nos vamos, que cuenta con una invitada de excepción: Joana Bonet.
No escatiman piropos para presentarla, y los merece todos. "Una gran periodista y feminista con todas las letras. Periodista desde que era casi adolescente, ha colaborado en diferentes medios".
"Fue directora de la revista Marie Claire; lanzó y dirigió la revista Woman. Ha sido directora editorial en Prisma Publicaciones; fue Directora de Publicaciones de Prisa Revistas, lanzó la revista Ikon y actualmente es la directora del Magazine La Vanguardia. Y te diré que es una de las plumas más exquisitas del periodismo de nuestro país. Y lo digo de corazón", repasa Izquierdo.
La respuesta de una emocionada Bonet no se hace esperar: "Primero gracias por esta presentación preciosa, por estar a vuestro lado. Al lado de dos grandes comunicadoras y dos mujeres ambiciosas". Este adjetivo sirve para lanzar un gran mensaje: "Hay que empezar a hablar de la mujer ambiciosa con un tono absolutamente benéfico. Porque cuando una mujer ambiciona, toda la sociedad progresa".
"Claro, es que se confunde ambiciosa y avariciosa", señala Cruz. Joana tiene claro que hay que romper el estereotipo: "El constructo patriarcal ha asociado términos que tienen que ver con el avance y los ha calificado de manera casi maligna. Como si aquella mujer que quiere avanzar, que quiere progresar, que quiere transformar la sociedad, fuera sospechosa de ser una trepa".
Ella ha progresado con fuerza. Entre libros propios y otros en los que participa como coautora lleva ocho; el último es Chacón, la mujer que pudo gobernar. Joana ganó el Premio Maga de Magas en su edición anterior y este año ha formado parte del segundo premio de Maga de Magas de Periodismo y Literatura, evento en el que pronunció un inspirador discurso sobre el papel de la prensa en las mujeres.
El feminismo siempre ha estado presente en su carrera para hacer un periodismo "sin corsés y a la vez introducir la ecología, la política... asuntos que hasta entonces tradicionalmente no se encontraban en las revistas para mujeres". Ha tenido que luchar por cambiar ideas preconcebidas como la de que "el feminismo de alguna
manera expropiaba la feminidad y lo femenino. Pero la feminidad la había dictaminado una mirada masculina. Cuando las mujeres empezamos a decir lo que era femenino para nosotras, evidentemente, el feminismo floreció y hoy la opinión pública ha comprado el término y todo lo que significa".
También hay cierta resistencia al avance por parte de la sociedad, según apunta Cruz Sánchez de Lara. "Lo más peligroso es el retroceso en los avances de las mujeres. Los avances de la igualdad en general", responde Bonet para más adelante añadir: "Nada es exclusivamente propiedad de la mujer. Hablo de la familia, hablo de las atribuciones domésticas, hablo de la responsabilidad emocional y sentimental. Cuando todo esto empezamos a compartirlo, el mundo es mucho mejor".
El tema de la conciliación familiar sale a colación en la conversación entre Joana Bonet, Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo y la periodista es clara al respecto: "La palabra conciliación es una trampa, es una estafa total. Ya sabemos que no existe, que no podemos ser malabaristas las 24 horas y lo que tenemos es que gestionar mucho mejor el tiempo y a la vez todas esas estructuras que nos tienen atenazados y no nos dejan expandir. No podemos medir la vida en términos de producción y de éxito. La vida es un lujo y las que hemos tenido algún problema de salud lo sabemos".
Para la protagonista de este episodio de Arréglate que nos vamos, el feminismo no responde necesariamente a una ideología política concreta: "Casi siempre ha estado defendido por la izquierda, pero, afortunadamente, en el siglo XX las mujeres de derechas también lo han hecho, empezando por Simone Weil, que defendió la ley del aborto en el Parlamento en la República Francesa. Ese fue un momento clave en la historia del feminismo, porque aquellas mujeres con ideologías, sobre todo económicas, conservadoras y liberales, vieron que tenían que unirse para poder expresarse con libertad y, sobre todo, vivir sin asfixias".
Toca hablar de amor. "¿A ti los hombres cómo te han marcado"?, pregunta Charo. "Yo pertenezco a esa generación que educaron para amar y trabajar. A la generación de mi madre la educaron básicamente para amar y para tener hijos. Para nosotras, el amor, cuando éramos pequeñas, nos llegó como un ideal. Durante muchos años, Charo, buscamos ese hombre intenso, ese encantador de serpientes, la inteligencia masculina, pero que a la vez también era muy machista, ¿no? Y lidiamos con eso, necesitamos admirar además de que nos gustaran", responde Bonet.
A continuación, repasa un poco su vida amorosa: "De joven los hombres me gustaron mucho y en los últimos años de alguna manera ha empezado a ser algo más egoísta, mirándome y buscándome a mí. Considero que tener un compañero de vida sin lugar a dudas es un tesoro, pero tampoco es un tesoro imprescindible y único. No podemos creer que solamente el amor nos dará esa ecuación que buscábamos en nuestros inicios de trabajo, amor como ecuación perfecta. Muchas mujeres brillantes que triunfaban profesionalmente a mí me decían: 'Considero que no he triunfado en la vida porque no tengo un amor".
Las autoras del pódcast no dudan en afirmar que su invitada es un referente para las nuevas generaciones. "La felicidad está en esta belleza de quien te cuenta que ha tenido malos momentos en su vida, pero que lo ha superado todo con entusiasmo y con cultura. Y eso es precioso, Joana". dice Sánchez de Lara. Bonet responde: "También ha habido tristeza y para la tristeza no hay una pastilla. Hay que pasarla como el duelo y llorar. Yo soy una persona melancólica, a veces bastante solitaria, pero con esa soledad iluminada y con grandes amistades y grandes afectos".
¿Qué es la felicidad para la periodista? "Es el brillo. El dinero o la belleza son deseos agonizantes. Vivimos una armonización de la belleza en la que todas las mujeres se parecen y hay arrugas que dices: 'Me las voy a quedar'. Las jóvenes no deben depender de lo que no pueden controlar como la juventud o el dinero, sino irnos a ideas que nunca se agotan".