"La robótica forma ya parte de nuestra vida, aunque a veces no nos demos casi cuenta porque no se ve. Y muchos robots son aparatos que están muy alejados de la apariencia humanoide a la que nos había acostumbrado la ciencia ficción". Con esta reflexión arrancan Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo, un nuevo episodio de su pódcast Arréglate que nos vamos que cuenta con una invitada de excepción: Silvia Leal.
La experta es "una especie de profeta de la tecnología del futuro", según destaca Charo. Es también "la gurú de los últimos avances de la tecnología y de las tendencias", según Cruz.
Silvia, también Top 100, es consejera y experta en innovación, liderazgo y transformación digital. Es doctora en Sociología y asesora de la Comisión Europea de Competencias Digitales, Liderazgo y Emprendimiento y directora del Programa en Dirección TIC. Es autora de diversos libros, como por ejemplo y e-Renovarse o morir o Ingenio, sexo y pasión.
"Soy optimista, pero soy optimista con datos. Creo en la teoría de las expectativas autocumplidas, sé optimista, te irá bien, sé pesimista, te irá fatal. También tengo un gran defecto con todos mis amigos y amigas, les pongo a todos a estudiar. El 40% de mis amistades están estudiando algún curso", explica Silvia, entre risas.
La experta en tecnología reflexiona sobre el fenómeno del metaverso, que vivió un boom en los últimos años: "El problema que ha habido con el metaverso es que es un repositorio. Ahora se están desarrollando las experiencias. TikTok ha comprado una empresa de gafas, Apple ha anunciado que va a sacar unas gafas asequibles y cómodas. Es una cuestión de desarrollo. No podemos creer que una tecnología fracasa porque los primeros aparatos o los primeros dispositivos sean molestos o lentos".
Añade: "Las experiencias inmersivas no son nada nuevo. Es la fusión de la realidad virtual con la aumentada, la Internet de las cosas, la inteligencia artificial, los sensores, la háptica… se mezclan y te sale una experiencia".
Destaca varios ejemplos: "En Holanda, en una escuela de negocios, han hecho un avatar de un profesor hiperrealista. No es 3D, es hiperrealista para que el alumno, antes de ir a un oral o un escrito, pueda practicar con él. Entonces, ¿cómo no nos vamos a hacer un avatar con todas estas simulaciones? La cuestión es: ¿Para qué?".
Charo comenta entonces que habría que dejar de hablar de metaverso y referirnos más bien a experiencias inmersivas. Silvia lo explica con un ejemplo clave: "Es como un centro comercial. ¿Irías a un centro que no tiene tiendas? No, vas a una tienda que tiene ropa que te interesa y de paso, ves más cosas. Esto es igual. Entras en una experiencia inmersiva y puedes estar sola o encontrarte en un espacio donde hay otras experiencias".
Silvia Leal recalca que no es un fenómeno reciente: "Siempre he dicho que lo importante es la experiencia. Pero la gente compraba terreno. En 2016, escribí un libro sobre inteligencia artificial generativa que se publicó en 2017. Tuvo 17 ediciones, lo compró Amazon, yo ya decía: 'Inviertan en esto porque no hay quien lo pare'".
La experta reflexiona, asimismo, sobre las innovaciones: "Pensamos que los gigantes de la tecnología o las startups están innovando y muchas veces lo que hay que hacer es leer ciencia ficción".
Charo le pregunta a Silvia cómo ha creado su imagen de marca. "Invirtiendo dinero. Ahora estoy contratando a expertos para campañas de TikTok. ¿Cómo potencié mi imagen en LinkedIn? Contando con unas buenas fotografías y contratando a agencias de comunicación que te dan esa fuerza y ese aprendizaje. También preguntando a buenos amigos. Si no es muy complicado llegar a determinados sitios. Crear una buena página web, realizar fotografías de calidad… son pequeños detalles que hacen que tengas una marca que, mires desde donde mires, funcione. También influye la generosidad".
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Otro de los temas más importantes de la actualidad tecnológica es el de la inteligencia artificial. Cruz le pregunta a Silvia qué opinión le merece: "Muchos confunden Business Analytics con la inteligencia artificial. El Big Data incluye millones de datos, de números, palabras, letras, imágenes, audio, vídeo, etcétera. Business Analytics los analizaba y te daba una respuesta a lo que tú necesitabas. Son unos datos estructurados o desestructurados. Con desestructurados, quiero decir que podía ver imágenes y darte una respuesta en base a unos algoritmos", empieza Silvia.
En este sentido, "la IA se diferencia en que aprende. Tienes unos datos, un algoritmo o una pregunta de partida y con el contexto, la IA te dice: 'Me he dado cuenta de que las personas que viven en tal código postal y que son de esta familia, no pagan la cuota de seguro'. Se va dando cuenta de cosas y a la hora de tomar su decisión, se suma el algoritmo, la pregunta de partida, más todo aquello que ha aprendido y que no te ha contado, es decir, la intuición".
Por lo tanto, "la IA se diferencia del Big Data en que no solamente te va a dar una respuesta en función de los datos que tienes almacenados y la pregunta que le haces, sino que con el tiempo va aprendiendo y cada vez te va a dar más respuestas y cuando tú le preguntes cómo ha tomado la decisión, lo habrá hecho como un humano".
La experta recuerda que más que cómo puede evolucionar, cabe reflexionar sobre cómo darle un uso responsable: "El debate es más bien cómo hacerlo bien. No es solo poner una legislación, sino cómo lo hago para que el trabajo que surja se pueda completar, porque ocho de cada diez empresas buscan talento y no lo encuentran. Sin embargo, tenemos una tasa de desempleo en torno al 11%".
Por lo tanto, declara: "Estoy a favor también de que nos preparemos para su llegada. Si no todos, estos puestos de trabajo se los van a llevar los países asiáticos y estarán trabajando para nosotros y nosotros, en lugar de tener un paro del 11%, lo tendremos del 22%".
La trayectoria de Silvia Leal es tan versátil como curiosa. Recuerda que su libro surgió a raíz de la presentación de sus tesis doctoral y de su inmovilización tras un accidente, cuando estaba embarazada. "Empecé a dar conferencias y fue el destino. Si no hubiera tenido este accidente, estaría en una corporación muy grande, probablemente menos feliz", confiesa.
Charo le pregunta sobre el famoso síndrome de la impostora. "¿Quién no lo tiene? Lo que pasa es que ahí están los hechos. Predigo y acierto. Llevo ya una década acertando y en la Comisión Europea hemos tenido un consejo sobre tecnología aplicada a la forma de consumir. Les explicaba que lo que tiene sentido es que hablemos de 2035". Quedamos pendientes de las siguientes predicciones de la experta.