Marta Ortega nació en Madrid un 14 de febrero, hace 27 años. "Soy una niña", dice si le preguntamos por cómo se definiría. Pero lo cierto es que es una campeona que consiguió hacerse con el número uno del ranking del World Pádel Tour con solo 22 años, siendo así la más joven en lograrlo.
Siempre acompañada y apoyada por sus padres. Siempre con la mente puesta en la victoria, Ortega es una deportista entregada que reconoce sus victorias en base a esfuerzo, dedicación y una precisa habilidad para perseguir la perfección. Así habla con Magas de todo el mundo que la rodea, también del que la construye por dentro.
De todos los deportes que existen, ¿por qué elegiste el pádel?
Empecé haciendo un montón de deportes de extraescolar y fue un poco prueba-error. Cuando me puse a competir al pádel, se dio bien desde el principio. Empezamos a ganar los torneos en el circuito de menores y eso hace que te enganches el empezar a ganar y sentir que viajas a los torneos y que eres una de las primeras parejas aunque seas joven, engancha. Al final me fui enfocando, invirtiendo mi tiempo en este deporte y a los 14 años entré en el circuito profesional.
¿Crees que tienes 'algo' especial para ser buena?
Mi frase por bandera es que el genio se hace de un 1% de talento y un 99% de trabajo. Yo no sé si tengo algo especial o no, pero soy trabajadora. Tenía dos sueños en mi vida que eran ser médico y ser número uno del mundo y hasta que no conseguí ambos de los dos nunca dejé de trabajar.
A día de hoy sigo estudiando y formándome en el mundo de la medicina, y también sigo entrenando para intentar volver a tocar lo más alto, que desde luego, es un objetivo que me planteo y que me gustaría alcanzar. Creo que no tengo un don especial, no tengo un talento especial, simplemente, soy muy trabajadora y luchadora.
Has sido la número uno más joven con 22 años, ¿cómo se lidia con las expectativas siendo tan joven?
Cuando llegó ese número uno matemáticamente, antes de acabar la temporada, yo no sabía que lo éramos. De hecho, me lo dijeron los periodistas en un torneo. Para mí el ranking y los números en ese momento no eran lo más importante, sino tratar de mejorar, de ser cada día mejor jugadora.
Era un objetivo que estaba ahí y es muy bueno poder alcanzar los objetivos que te marcas. Desde luego el número uno es algo que yo creo que tiene todo deportista que compite a un alto nivel, para mí sigue siendo algo que está ahí.
Al final solo gana uno, con lo cual todos los demás siempre lo hacen peor en algún momento. Expectativas, creo que en el deporte por mi parte ninguna. El número uno vino porque trabajamos muy duro y lo conseguimos y ojalá podamos seguir trabajando y agarrar confianza, ganar partidos, ganar torneos y en algún momento de lo que queda de la carrera, volver.
"Los deportistas somos unos privilegiados por dedicarnos a lo que más nos gusta, a algo que es sano, pero la competición es muy dura."
El ranking se mueve mucho... ¿Cómo es abandonar ese número uno? ¿Cómo cuidas tu salud mental dentro y fuera de la competición para que esto no afecte?
La salud mental es algo que al principio no se tenía tan en cuenta y ahora gracias a que varios deportistas le han dado voz y visibilidad, se tiene más presente.
Muchas veces pensamos en un deportista como algo guay. Se levantan, entrenan un rato, hacen deporte, viajan... hacen lo que más les gusta. Y es verdad, somos unos privilegiados por dedicarnos a lo que más nos gusta, a algo que es sano pero la competición es muy dura.
Estás siempre rodeada de gente con la que te vas a enfrentar, que puede ser amigo y llevarte bien, pero al final siempre estar rodeado de un mundo muy competitivo. Pasan un montón de pensamientos en tu cabeza, también pasas mucho tiempo sola, fuera de casa... mentalmente es duro estar siempre al 100%.
Bajar en el ranking nunca es satisfactorio, es un paso atrás y mentalmente es difícil. Por eso es importante darle valor a esa parte al igual que a todo lo demás.
La salud mental es una pata de la mesa a cuidar igual que el físico, la táctica y el descanso. Cuando has alcanzado niveles de juego muy buenos físicamente, jugar mal un momento importante es más mental. Si puedes cuidar eso y la parte física para aguantar los partidos interminables, es un gran punto a favor que puede marcar la diferencia.
Dicen de ti que te gusta mucho ser precisa, ¿es esto lo que más te define en la pista?
Me gusta no dar nunca una bola por perdida, ni un partido por perdido hasta que lo dicte el juez. Juego, set y partido. Me gusta en la vida ir siempre a por todas y no darme por vencida.
"Alguna vez se me ha pasado por la cabeza, (...) La balanza se decanta por los momentos buenos y todo lo que me está dando el deporte."
¿Entonces nunca has pensado en dejar el pádel y dedicarte solo a la medicina?
El que te diga que no, en el deporte, miente. El pensamiento en algún momento de la carrera, cuando las cosas no van bien, viene. Otra cosa es que lo materialices o no, que de verdad lo pongas en la cabeza y digas vale, pues si lo dejo ¿qué me voy a poner a hacer?
Obviamente alguna vez se me ha pasado por la cabeza, porque el deporte son etapas y emocionalmente a veces es difícil porque estás arriba o abajo con 12 horas de diferencia. Lo has hecho fenomenal en el partido el día anterior y has perdido la final. Fluctúa mucho, pero nunca he llegado a materializarlo.
De momento estoy al 100% enfocada en eso. Obviamente me sigo formando en la medicina porque es lo que me gusta y a lo que me querría dedicar cuando me retire del pádel, pero a día de hoy creo que lo disfruto en grande. La balanza se decanta por los momentos buenos y todo lo que me está dando el deporte.
¿Dirías que en la competición hay una un espacio para el disfrute?
La competición es disciplina 100%, tratar de ser mejor que el que tienes enfrente. Cada vez que te metes en el ámbito de trabajo es para competir. Nunca sirve que lo hagas lo mejor posible si el de enfrente lo está haciendo mejor que tú. Siempre es competir.
Tenemos que ser agradecidos de poder estar dedicándonos a lo que nos gusta, disfrutar los entrenamientos y el día de descanso del torneo porque no puedes estar amargado o ser negativo. Como trabajador y como toda persona, en la vida hay que tratar de disfrutar y ser felices cuando uno lo tiene todo para ello.
"Mi proyecto navideño es a lo que le dedico todo el tiempo cuando suelto la pala y lo que hacemos es recoger regalos de noviembre a diciembre para poder entregarlos en los hospitales públicos de Madrid"
¿Quién es Marta cuando escapa de la competición y las pistas de pádel?
Sigo diciendo que soy una niña, aunque tengo 27 años, con una familia a la que le debe todo porque no estaría aquí si no hubiese sido por ellos. También un grupo de amigos y de amigas que cada vez es mejor.
Con el tiempo y la edad me estoy dando cuenta lo importante de agradecer la gente que tengo cerquita. A lo largo de la vida te pasan experiencias que marcan y yo he tenido la suerte en el último año y medio de tenerlo muy claro y de darme cuenta de la calidad de gente que tengo a mi alrededor.
Soy amante de los animales, de la playa... eso sí, siempre con crema de sol y un buen libro. Soy una chica muy sencilla que, si no se dedicase al pádel, se dedicaría a su segunda pasión que es la medicina, que por eso le dediqué tanto tiempo, para ayudar a la gente. Creo que es lo que más me gusta y por eso elegí esa carrera.
Tenemos una campaña de recogida de regalos en Navidad, uno de mis proyectos a día de hoy cuando termina la temporada. Mi proyecto navideño es a lo que le dedico todo el tiempo cuando suelto la pala y lo que hacemos es recoger regalos de noviembre a diciembre para poder entregarlos en los hospitales públicos de Madrid como el Gregorio Marañón o el Niño Jesús, además de los hospitales de QuirónSalud, a los niños que están hospitalizados durante la Navidad.
Qué gesto tan delatador, esto puede hacer ver que eres una estrella del pádel, pero también humana. ¿Quiénes son las tuyas?
Sinceramente mis referentes son mis padres. Son las personas que más admiro del mundo y a las más me gustaría parecerme. Fueron los que confiaron en mí cuando era muy chiquitita y los que invirtieron en mí. No su dinero, sino su tiempo, su felicidad, todo, para llevarme a los torneos a los entrenamientos, para apoyarme cuando las cosas salían mal, para estar ahí cuando yo me agobiaba porque tenía examen, pero también torneo. Se han dedicado en una cosa: a mí; y les necesito a los dos por partes iguales. Estoy muy agradecida.
En el deporte femenino se habla siempre de igualdad, de cuota, de condiciones económicas...
Las condiciones deportivas en general, como los horarios y la visibilidad, en el pádel estamos bastante a la par hombres y mujeres. Es verdad que hace falta que se vea un poco más y que los medios hagan un refresh porque quizás muchas veces solo salen los típicos vídeos de golpes imposibles, salidas por la puerta o brutales recuperaciones que sí son más masculinas.
No hay ningún torneo que sea solo masculino o femenino, en eso nos complementamos. El espectador tiene por una parte a los jugadores masculinos que es más exhibición y, como se dice, más 'pádel champán', y nosotras que llevamos una competición brutal, más táctica, y puede ser más atractivo para ver las jugadas.
La parte económica son detalles que siempre son públicos, o sea, que no hay ninguna información que la gente no sepa. A día de hoy hay torneos en los que sí tenemos el mismo reparto y torneos que no, pero es cierto que el objetivo a largo plazo y con el circuito de lo que se ha hablado es que los premios se vayan igualando.
El entorno profesional del pádel te reconoce, también grandes marcas como Certina, ¿qué supone que una marca así te respalde a nivel deportivo y te dé la oportunidad de diseñar un reloj con ellos?
Desde pequeña me han encantado los relojes de mi padre. Certina es una marca que ya conocía, son relojes de alto prestigio y me hizo mucha ilusión cuando como marca me dijeran que su idea era que diseñase mi propio reloj.
Dije 'wow qué guay, pero qué responsabilidad'. Les pedí que me echase una mano, porque me gustan los relojes como consumidora, pero ellos son los que saben.
Sabía que quería un color tirando a negro y se me ocurrió hacerlo del mismo material que las palas, de fibra de carbono. Quería una correa entre tela y cuero, que se pudiese usar para hacer deporte; que fuese de 40 milímetros para que fuese muy grande, porque me gustan los relojes grandes, pero no excesivamente grande como que te molestase. También era muy importante para mí que la que la esfera llevara cronógrafo, que fuera un reloj muy completo.
A partir de ahí ellos me dieron una estructura y fuimos modificando colores, los pespuntes de la correa... puede parecer una tontería, pero para mí marcan la diferencia.
"El proceso de diseñar un reloj es todo lo contrario a la competición de pádel, hay que tener mucha paciencia"
Eres tan perfeccionista en la pista como diseñando el reloj. ¿Qué tan diferentes te han parecido las experiencias?
Cada vez el mundo del deporte y el mundo de la moda están más unidos. Medimos a la perfección qué zapatillas llevamos, qué calcetines que traje nos ponemos...
Soy muy perfeccionista con el tema de las marcas que me siguen, en los colores que toca, que se vea bien, que esté separado el logo de arriba con el de abajo. Y el reloj es algo que yo he llevado siempre, al igual que pendientes, y para mí era muy importante que fuese a tono con mi forma de ser y con mi juego.
Ahora, el proceso de diseñar es todo lo contrario a lo que es la competición, porque hay que tener mucha paciencia, hay que verlo todo muchísimas veces. Encima, como lo quiero todo tan perfecto, soy un poco indecisa, entonces con cada decisión decía 'vale, ¿hasta cuándo tengo para darte el OK definitivo?'.
En la competición no tienes tanto tiempo para decidirte, este proceso así como más relajado de poder hacerlo todo con más tiempo, con muchísima precisión y perfección ha sido muy diferente pero muy guay. Una experiencia única.
¿En algún momento cuando empezaste a entrenar y a jugar a pádel, podías soñar con dedicarte a esto de manera profesional o tu realidad está superando a la ficción?
Definitivamente mi realidad está superando a la ficción, y esa frase te la voy a copiar.
Cuando era chiquitita entrenaba y jugaba porque me gustaba, nunca pensé que me fuese a dedicar profesionalmente a ello. Cuando empecé a dedicarme profesionalmente, seguía en el colegio buscando sacar la mejor nota posible porque quería entrar a Medicina. Cuando seguí dedicándome profesionalmente, incluso llegué al número uno. Yo estaba en la universidad.
Al final los deportistas por la vida que tenemos de viajes, competición y saber cuál es nuestra prioridad, maduramos más rápido que otros niños. Yo siempre lo vi como algo que me gustaba hacer, lo he disfrutado mucho y no lo he visto como mi profesión hasta que acabé la universidad y dejé de ir al hospital todos los días.
Desde que me levanto hasta que me acuesto, me dedico a esto en cuerpo y alma. Para mí, la realidad sigue superando a la ficción porque no pensé que fuese a vivir de esto, estoy muy contenta de estar en este momento en el que estoy creciendo tanto, también superagradecida y disfrutando. Viviendo al máximo.
Acaban de celebrarse los Juegos de París, ¿te gustaría que el pádel llegase a ser olímpico?
Me encantaría que el pádel fuese olímpico, sería un sueño hecho realidad. Debe ser una sensación indescriptible e inolvidable. Poder representar a tu país es un privilegio y, si además es junto al resto de deportistas, en la Villa Olímpica, compitiendo todos a la vez, creo que es lo máximo a lo que puede aspirar un deportista.
Estos JJ. OO. son los más paritarios, ¿quiénes son las referentes que más te están inspirando durante la competición?
He seguido muy de cerca a Carlos Alcaraz y a Rafa Nadal, tenía la esperanza de verlos luchar por medalla juntos y que Rafa tuviera una buena despedida, no fue posible, pero Alcaraz nos ha dado una de plata y seguro que tendrá más oportunidades. He seguido mucho también a Carolina Marín, creo que es un ejemplo como mujer deportista, que mala suerte ha tenido, aprovecho y le mando todo mi apoyo.
Y, hablando de deportistas no españoles, siempre me gusta ver a Simone Biles, es pura inspiración.
Mientras llega el sueño olímpico al pádel, ¿qué competiciones tienes en el horizonte tras el verano?
En septiembre ya está el calendario colapsado de nuevo, empezamos la primera semana en Madrid, después iremos a Róterdam y a Valladolid. Con muchas ganas de que llegue el torneo "de casa", para poder disfrutarlo con toda mi familia y amigos. Este año jugamos poco en España y cada vez que volvemos a nuestro país lo valoramos el doble, son torneos muy especiales para nosotros.