Jane Badler, la malvada Diana de ‘V’, cuarenta años después de la serie que conmocionó al mundo: “Hay gente que realmente piensa que los lagartos están entre nosotros”
"El mensaje de la serie sigue vigente hoy, es muy poderoso"
Esta conversación empieza en un lugar y termina en otro. Han pasado cuarenta años de la época en la que, con un mono rojo y gafas ahumadas, Jane Badler (Nueva York, 1953), la malvada Diana de la serie de ciencia-ficción V, dejó traumatizado a medio planeta:: y en sentido literal medio planeta porque se calcula que en 1983, solo en Estados Unidos, la mitad de los televidentes la siguió sin poder pestañear.
“Todo el mundo vio V”, explica ella misma a Magas. “En algunos países, tres cuartas partes de la población vieron la serie. Es una cosa extravagante, que nunca podrá volver a suceder y que sería imposible ahora, en la era del streaming”. Hoy, cuando se refiere a la temida serie que la hizo famosa, pronuncia /fi/, que es exactamente como se deletrea la letra uve en su mayúsculo acento neoyorkino, alargando el sonido de la vocal. Y aún hay algo ciertamente inquietante en su forma de decirlo.
Es innegable que la serie de los visitantes se convirtió en algo más que un blockbuster. Una muchedumbre de fans quería saberlo todo de aquellos extraterrestres depredadores, con Diana a la cabeza, y de la resistencia con un irresistible Mike Donovan, interpretado por el actor Marc Singer, dándole réplica. Así fue cómo ella se convirtió desde entonces en un icono pulp de fama extraordinaria. “Fue instantáneo. Rodamos y al poco tiempo del estreno ya estaba sentada en el programa de Johnny Carson y en el de David Letterman después de Elizabeth Taylor o Tom Jones. Las mayores súper estrellas y yo, en el mismo sillón. Fue un poco salvaje… Paparazzis, el Macy’s Day Parade de Manhattan, algo muy fuerte”.
Aunque poca gente lo llegó a saber, la serie estaba basada en una novela de Sinclair Lewis, el primer premio Nobel de literatura estadounidense, titulada It can’t happen here (1935) y su significado era político. Trece millones de dólares y el poder conjunto de NBC y Warner Bros hicieron posible esta súper producción audiovisual. Se distribuyeron pegatinas, posters, camisetas y miles de personas se tatuaron su logotipo: la escena más impactante de la serie era sin duda el momento en el que, gracias a un maxilar móvil y una garganta hinchable, Diana parecía devorar una rata viva.
A lo largo de su carrera, Jane Badler aparecería en otras series míticas como Falcon Crest o Mission: Imposible, en el reciente remake de 22 capítulos de V (2009) y en multitud de films, hasta llegar a proyectos actuales como Ricky Stanicky (2024) junto a Zac Efron. Hoy charla con Magas sobre su vida “de película”, la frivolidad de la fama en los inicios de su carrera, el origen de las adicciones, la tragedia y las obsesiones conspiranoicas. El director de V, Kenneth Jonhson, declaró hace poco que siguen recibiendo emails y mensajes por Facebook sobre la serie: han pasado algunos años, pero parece ser que para muchas personas los recuerdos siguen estando ahí.
Badler hoy
¿Desde dónde nos llama?
Estoy sentada en mi cama, en mi habitación en Melbourne, Australia.
Es usted neoyorquina, ¿cómo llegó a vivir en Australia?
Pues vine de visita por primera vez a mediados de los 80, después de V, me invitaron a presentar unos premios y me trataron como royalty. Recuerdo cuánto me impactó pero, sobre todo, ¿sabes lo que más me impactó? Lo guapos que son los hombres. Conocí a mi marido y me mudé aquí [ríe]. Soy afortunada de vivir en esta casa y en este país. Lo único es que está muy lejos de todo. Tardo 24 horas en llegar a Europa, así que es difícil improvisar un viaje, aunque me encanta España.
¿Cómo le llegó el papel de Diana?
Estaba en Nueva York haciendo una serie, The Doctors, con Alec Baldwin, cuando me llamaron para un casting. En esa época tenías que volar para acudir a las audiciones. Hoy en día todo se hace por zoom o self-tapes en casa, no había Internet así que literalmente cogías un avión a la costa oeste y hacías la prueba en directo. Recuerdo hacer la audición allí, en un hotel. Esa noche me llegó una nota por debajo de la puerta que decía ‘Don’t Leave Town’ [‘no dejes la ciudad’] y a la mañana siguiente estaba haciendo lecturas en el edificio de enfrente. No tuve que hacer más pruebas, todo sucedió muy rápido.
¿Tuvo en algún momento la sensación de que aquel papel terrorífico iba a quedar tan marcado en la memoria de varias generaciones?
¿Sabes algo? Es divertido, como actriz hay momentos en que piensas que estás haciendo algo increíble delante de la cámara y no sucede nada. Y hay momentos en los que piensas ‘esto no es nada’ y luego todo el mundo lo recuerda. Nunca sabes. Aunque tengo que decir, honestamente, que no imaginé que el papel de V fuera a ser parte de algo grande y para recordar: fue una enorme producción con una cantidad de dinero tremenda, con una trama alucinante y con un significado detrás importante.
Ha creado imágenes muy impactantes, debe de ser extraño verse con el tiempo en este tipo de fotografías…
Siempre he creído que el modo en que te retratas es importante. Soy muy especial con las fotos, amo la buena fotografía. Es excitante para las dos partes cuando fotógrafo y retratado comparten algo artístico. Me encanta la fotografía y que los grandes fotógrafos tomen imágenes de mí. Algunas de mis fotos de esa época las tiene mi marido en su oficina. Son tan bellas. He sido afortunada de las imágenes tan poderosas que he generado en mi vida.
¿Se considera una actriz de culto?
Definitivamente sí, me considero una actriz de culto. Cuando miro a las cosas que he hecho, incluso ahora, ¡en los últimos cuatro años he hecho tres películas!, y estoy muy contenta con ello. Me gusta. Me hace feliz la posibilidad de tener un lugar en el pensamiento de la gente.
Usted fue pionera en la redefinición de los roles femeninos ochenteros del audiovisual… Una científica, malvada y encima alienígena.
[Ríe] Así es. A mí me atraen mucho los papeles de mujeres poderosas, y son los que he interpretado.
Estratégicas, incluso malvadas…
Absolutamente, y creo que las mujeres cada vez entienden más y más la responsabilidad de elegir papeles en los que puedan ser directoras de una corporación o tener poder… ¡Incluso tener un novio más joven! Ser buenas o malas. Veo cada vez más películas de mujeres mayores con parejas más jóvenes, son pequeños cambios que no podrían haber sucedido hace diez años. Pero no es suficiente, ni de cerca. Tengo esperanza.
Teorías conspiranoicas
¿Entendió desde el principio el significado metafórico de la serie, presente en la novela original?
Creo que me di cuenta después. Todo sucedió muy rápido. Me dejaron el guion, lo leí, vi que trataba sobre alienígenas vestidos como humanos que pretendían ser humanos y ser buenos para la humanidad, cuando realmente estaban aquí para hacer daño y llevarse los recursos del planeta. Eso es todo. Y no fue hasta más tarde, al leer entrevistas con Kenny [Kenneth Johnson, el director], cuando entendí que el argumento estaba basado en un libro de Sinclair Lewis, It can’t happen here, que habla de cualquier tipo de gobierno fascista que puede llegar a convencer a la gente de sus buenas intenciones aunque al final no haya nada de bueno en lo que hacen. Este mensaje sigue vigente hoy, es muy poderoso.
¿Y qué opina de las teorías acerca de los reptilianos? Mucha gente ha creído, alrededor de las series de culto, que existen de verdad…
¿Te refieres a la gente que realmente piensa que los lagartos existen entre nosotros?
Sí, leí que una encuesta asegura que el 4% de la población estadounidense piensa que hay una raza oculta de lagartos que manejan el poder: los medios, las finanzas y la política…
No me sorprende. Amo América, pero hay mucha gente que cree cosas de todo tipo. Aunque definitivamente no soy uno de ellos.
¿Y qué opina de las teorías conspiranoicas?
Creo que tristemente vivimos en un tiempo en el que las personas desconfían de las noticias. Hay pocos medios en los que yo personalmente confío. Creo que mucha información que consumimos no es necesariamente lo que está ocurriendo, por eso es muy importante que cada uno haga su investigación y escuche a personas con sentido común y que estén en los países de los que se habla. Es muy fácil creer, sobre todo en redes sociales, cosas que no son ciertas y cruzarse con teorías de este tipo. Es una época en la que es difícil saber cuál es la verdad.
Incluso hay memes que aseguran que Kamala y Trump son realmente reptiles…
¡Mejor no hablemos de política para no meterme en problemas! Quiero que todo el mundo me quiera [sonríe]. Pero puedo quizás decir que, para muchos países, es difícil entender que alguien vote por Trump, pero en América perdieron la cabeza. ¡Veremos qué pasa!
La caída en picado
Badler explica que su estatus de súper estrella, después de aquella conocida serie de ciencia ficción, no duró. Y que la fama se esfumó. “Como no había redes sociales, no había forma de seguir conectada a tu audiencia en esos días. Después de V coprotagonicé la serie de televisión The Covenant con Michelle Phillip, de The Mamas & the Papas y, un poco más tarde, caí en picado. No había trabajo, fue muy raro. Eso nunca pasaría ahora, porque tendría un millón de seguidores y hubiera capitalizado esa fama en mis redes”. Luego sucedió, según nos relata, un ‘tres en raya’, una agencia muy importante y con mucho poder se interesó por ella. “Si un actor estaba con ellos, tenía trabajo asegurado, porque llevaban a los mejores directores, escritores y actores”, pero su agente tenía un contrato y no la dejó marchar. “Pienso en ese momento y es increíble cómo todo pudo haber sido diferente”.
Sin embargo, su vida ‘de película’, como ella misma admite a sus setenta años, continúa siendo un guion enrevesado de inesperadas subidas y bajadas. Su padre y hermano fallecieron cuando ella era pequeña, después vendrían vivencias como la vuelta del remake de V, otros papeles en películas y series de culto, un matrimonio con un acaudalado australiano, la filantropía, su rol como productora… y el fallecimiento de su hijo.
¿Cuáles diría que han sido el mejor y el peor momento de su vida?
Probablemente el mejor sería el nacimiento de mis hijos, y luego el de mi nieto. El peor es demasiado fuerte, fue descubrir que mi precioso hijo tenía una adicción. Es algo terrible de saber. La adicción está muy mal entendida por mucha gente, a menos que hayas pasado por una cercana. Mucha gente piensa, como hacía yo misma, que te llega porque tuviste mucha disciplina o vienes de un background muy particular, pero lo que he aprendido es que algunas personas tienen un cerebro adictivo y no pueden hacer cosas sin entrar de lleno en ellas. Matthew Perry contaba que estaba de fiesta con sus amigos y, mientras ellos estaban bien, él no podía parar. Para muchos es difícil entenderlo.
Usted nació en Brooklyn…
Nueva York, una ciudad que amo. Mi mamá y papá no eran actores, pero a mi padre le encantaban los disfraces [ríe, como indicando que ella misma es famosa en su disfraz] y él organizaba fiestas en las que todo el mundo se disfrazaba. Desde una edad muy joven yo era buena cantando, tocaba la guitarra y actuaba informalmente.
¿Se vio como una actriz siempre? ¿Alguna vez, al disfrazarse, se imaginó que terminaría siendo una malvada de ficción?
A mí me encantaba fantasear. Me gustaba la fantasía, y actuar era algo natural. Fui a la escuela a estudiar drama y cuando me gradué y mi madre fue a New Hampshire, marché a vivir a Nueva York. No conocía a nadie. Pero estaba determinada a, en ese punto, convertirme en famosa. Era muy determinada, pero no a actuar. Lo que quería era ser famosa, como las celebridades. Qué estúpido, pienso ahora cuando lo recuerdo. También podemos decir que era un momento de fantasía en Nueva York en los años 70, con el Studio 54 y el movimiento en las calles, el principio de los derechos de las mujeres... Nueva York no era tan seguro, eso es verdad, tuve suerte. Porque empecé a trabajar en seguida.
¿Cómo conectó con el mundo de Hollywood, las majors y la celebridad?
La primera persona que conocí, no lo creerás, fue O.J. Simpson. Lo cual no es nada genial, pero así fue.
Vaya…
Sí, bueno, en ese momento era una estrella, un jugador muy exitoso, con sus anuncios de televisión de alquiler de coches. La gente lo veía como un héroe esos días. También me impresionó conocer a Bob Hope, que fue una de las personas más famosas de América hacía dos décadas, e hicimos un anuncio juntos para un banco. Alec [Baldwin] no era tan famoso, por supuesto, cuando le conocí trabajando en una serie. Era un actor joven, muy guapo y carismático, y ahora por supuesto es una estrella, pero no lo era entonces. Actuamos juntos en esta telenovela durante un año.
Aparece ahora en ‘Ricky Stanicky’ (2024) protagonizada por Zac Efron, ¿cuál diría que ha sido su papel más complicado en su carrera?
El papel más complicado que he hecho en mi carrera fue en una obra de teatro que hice no hace tanto aquí en Melbourne Theater Company. Éramos solo dos actores sobre el escenario durante noventa minutos, tuve que aprender miles de líneas que nunca terminaban porque era una discusión y nos interrumpíamos todo el tiempo. Una de las cosas más complicadas que hice, pero que fue una gran victoria, estoy muy orgullosa, se llamaba The Mercy Sit. Y quizás Trim Season, que también produje en 2023, ahí hacía un personaje de una mujer diabólica que estaba muy dañada y llevaba consigo mucho dolor.
Un viaje en coche por Melbourne
En un momento, Badler, que fue finalista de Miss América en los inicios de su carrera, se pone una chaqueta de cuero, como explica, y sale a la calle para acudir a una cita, pero no corta la conversación, sigue utilizando el manos libres. “Perdona, tengo que recoger a mi marido [Hains] porque vamos a ver una obra de teatro [se sobreentiende que ellos la producen]. Ahora estoy conduciendo, pero aún puedo terminar la entrevista, ¿se me escucha bien?”.
Perfectamente, ¿cómo es ahora su día a día?
Para mí, tengo que empezar el día con mi práctica de yoga. Así me encuentro mejor el día entero. Quiero ayudar a otros como productora, especialmente a crear documentales con impacto social, impulsar la filantropía y publicar mis memorias. Mi sueño y ambición personal es tener una plataforma para ayudar y contarles lo que viví en mi vida y quizás inspirar a alguien que esté mal porque perdió a un hijo o tiene un familiar con adicción. Y, por qué no, hacer algún papel puntual, por ejemplo de comedia.
¿Qué actrices le gustan más? ¿Le gusta ver series a Diana de V?
Amo Julianne Moore y a Tilda Swinton juntas en su nueva película. De las clásicas me gustan por ejemplo Katherine Hepburn, Doris Day, esas películas. Me encantan algunas de las actrices jóvenes que están surgiendo, aunque no sean súper conocidas, como Florence Pugh, creo que es fantástica.
¿Cómo calificaría a su biografía?
Es una vida muy loca. He vivido una vida muy intensa. Más allá de una carrera extravagante en Los Ángeles y Nueva York, luego un hombre increíble en Australia, he tenido una vida muy privilegiada, pero también el dolor de corazón de perder a mi propio hijo y tener un nieto ahora… Ha sido una llena de subidas y bajadas muy fuertes. Quizás para eso estamos aquí. No para pasar por encima, sino para tener vidas grandes.
Finalmente, ¿le hubiera gustado que su vida hubiera sido diferente?
No. Creo que mi vida sucedió del modo en que debía suceder.
Tuvo muy buenas críticas por sus discos, especialmente por el jazzístico The devil has my double, ¿descarta hacer más música?
Es curioso porque hice tres álbumes, como todo el mundo sabe, y es un trabajo tremendo. Para mi último disco fui a Los Ángeles para trabajar con un productor que me gusta mucho, y pasé mucho tiempo allí. Y ahora que vivo una época muy diferente en mi vida, tengo un nieto y estoy muy feliz en mi matrimonio. No quiero ponerme en ninguna situación que ocupe todo mi espacio mental porque mi vida es muy feliz ahora mismo.
¡Espero que no descarte visitar España al menos una vez más!
He estado un montón de veces, pero vuelvo seguro, porque es uno de mis países favoritos. España es sexy, apasionada, os encanta comer y beber y pasarlo bien. Yo diría que es un país ‘vibrante’. Me gusta estar con gente muy creativa, me da energía. He rodado incluso dos películas allí y grabado una canción. Sobre todo me gusta la zona de los vinos. Y quiero volver, lo haré cuando presente mis memorias, y aprender español. ¡No descarto aparecer en una película española!