Parece que el mundo cada día gira más y más rápido. En redes sociales, surgen a cada minuto nuevos conceptos que hacen que conocer todos ellos sea realmente complicado, sobre todo para las generaciones que no son nativas digitales. Palabras como "padrear", "simp", "macarronizar" o las siglas "NPC" o "PEC" están a la orden del día.

Y ahora, y desde hace unos años, hay que añadir un nuevo vocablo a todo este universo ultramoderno: femcel. Sin embargo, aunque su origen esté en Internet, dicho concepto va mucho más allá de una simple expresión digital: es toda una reivindicación social de las mujeres.

El movimiento femcel surgió hace un par de años como una comunidad de mujeres que buscan el celibato voluntario debido a su insatisfacción con las normas sociales establecidas. Desde entonces, mujeres anónimas de todo el mundo han ido sumándose a esta tendencia, que parece ganar cada día más adeptas.

Su nombre proviene del término incel, que es la comunidad de hombres que, desde el año 1997, han asumido el celibato voluntario. Sin embargo, y aunque resulte paradójico, prácticamente lo único que comparten es la inspiración en sus nombres, pues los incels y las femcels no tienen nada que ver. A continuación, te explicamos sus principales características y diferencias.

Qué es ser femcel

Se trata de una comunidad de mujeres que han decidido por voluntad propia no tener relaciones sexuales ni románticas debido a su insatisfacción con los estándares de belleza y las normas sociales establecidas. Su presencia es cada vez más fuerte en redes y, a este movimiento, cada día se unen más integrantes que quieren reivindicar su condición.

Una de las creencias de las femcels es que solo atraen a los hombres desde el punto de vista sexual y no desde el plano sentimental. Esto les genera gran rechazo, ya que quieren ser respetadas en todos los ámbitos, no solo sentirse deseadas. "Ser la persona en la que un hombre está dispuesto a eyacular es como ser un inodoro. Puede ser una experiencia muy deshumanizante", declaraba una de ellas a la revista Elle.

Otra de las máximas de las femcels es el pensamiento de que las mujeres poco atractivas están en desventaja a la hora de tener relaciones sexuales. Y ellas se meten en ese saco, de ahí su desdén por el mundo de las citas y los cánones de imagen. Esta comunidad cree que la belleza actual está definida por un rostro simétrico con labios carnosos y nariz, mandíbula y frente pequeñas, además de rasgos neoténicos, es decir, la retención de rasgos juveniles hasta entrar la edad adulta. Por ello, se han organizado para maximizar su apariencia en Internet.

Julia Fox, icono femcel

Ya son miles y miles de mujeres las que se han declarado femcel a lo largo y ancho de todo el planeta. Pero, de entre todas ellas, hay una que destaca por su popularidad e influencia. Ella es Julia Fox, la actriz, modelo y artista italoestadounidense, famosa por su papel en Uncut Gems, o por haber tenido un fugaz romance con el rapero Kanye West.

El pasado mes de mayo, Fox declaró en el programa Watch What Happens Live With Andy Cohen que llevaba dos años sin mantener relaciones sexuales. Además, hizo por redes sociales el siguiente comentario: "Dos años y medio de celibato y nunca me he sentido mejor". Fue en respuesta a una campaña publicitaria de la aplicación de citas Bumble, cuyo eslogan era 'un voto de celibato no es la respuesta'.

Según la actriz, su decisión estuvo motivada por cuestiones políticas, como la derogación histórica de la sentencia que despenalizó el aborto en Estados Unidos. "Es como dejar cualquier hábito, eventualmente lo olvidas y toda esa energía que ponías en el sexo la puedes poner en otras cosas", afirmó. Además, comentó que su intención inicial era cumplir abstinencia sexual durante un periodo de seis meses, aunque luego lo extendió de manera indefinida.

Tras estas declaraciones, Julia Fox volvió a hablar sobre su sexualidad abiertamente hace tan solo un par de meses. Sus declaraciones sorprendieron a todo el mundo, pues anunció que es lesbiana. "Lo siento mucho, chicos. No volverá a suceder".

¿Versión femenina de los incels?

Ambos grupos se centran en los mismos problemas: la dificultad para encontrar pareja, tanto en el plano sexual, como en el emocional. Sin embargo, tienen grandes diferencias que los hacen colectivos muy distintos, aunque, paradójicamente, el nombre de femcel sea una abreviatura de incel, al referirse a mujeres incel (female incel).

La diferencia entre ambos es clara. Por un lado, las femcels no tienen resentimiento u odio hacia los hombres, sino que es su forma de expresar el malestar que sienten contra los estándares estéticos y la necesidad de lograrlos a través de la cirugía estética, el maquillaje o la forma de vestir. Es decir, rechazan las normas sociales que creen dejarles en desventaja respecto a otras mujeres a la hora de tener relaciones sexuales.

Por otro lado, los incels odian a las mujeres abiertamente, y por eso son voluntariamente célibes. Ellos culpan a las feministas de su incapacidad para tener una vida sexual satisfactoria, ya que creen que este movimiento ha hecho a las mujeres demasiado selectivas a la hora de elegir sus parejas. Además, creen que una mujer nunca podrá ser incel, ya que todo el mundo las desea en el plano sexual.

Los incels y sus orígenes.

Aunque resulte paradójico, la comunidad incel fue fundada por una mujer en el año 1997 y, en sus orígenes, no tenía nada que ver con la violencia o la misoginia.

La comunidad incel surgió como un entorno inclusivo y de carácter "amigable" ideado para personas solitarias de cualquier género, no solo hombres. Sin embargo, los hombres extremistas se hicieron con ella hasta convertirse en lo que es a día de hoy.

El terrorismo incel

Otra de las grandes diferencias entre el movimiento incel y las mujeres femcel es la radicalidad de sus pensamientos, que, por desgracia, algunas veces se llevan a la práctica. Los incels cuentan, como si de una religión se tratase, con una rama extrema del movimiento: el terrorismo incel, que ya ha sido calificado por el Servicio Secreto de Estados Unidos como una "amenaza creciente".

Fue el pasado año 2022, cuando el gobierno federal estadounidense publicó un estudio de 26 páginas sobre los incels en el que refleja que aquellos hombres que ven "motivación para la violencia en su incapacidad para desarrollar relaciones con las mujeres" son una amenaza para la sociedad.

Para la realización de este informe, el Centro Nacional de Evaluación de Amenazas del Servicio Secreto de Estados Unidos investigó un caso concreto para identificar señales de advertencia tempranas de extremistas misóginos: el tiroteo en un estudio de yoga de Florida. Sin embargo, ese no ha sido el único atentado incel registrado hasta la fecha.

En 2014, Elliot Rodger, apodado 'El Caballero Supremo' de los incels, perpetró una matanza en la Universidad de California que se saldó con seis muertos. Y, en 2018, Alek Minassian se inspiró en Rodger para acabar con la vida de otras 11 personas en Toronto, aunque a ninguno de los dos se le acusó por terrorismo. No fue hasta dos años después cuando un adolescente que mató a una mujer y se declaró incel fue acusado por terrorismo y condenado a cadena perpetua. Se convirtió en la primera persona en Canadá en serlo.