Es una de las políticas con mayor atención mediática mundial, su nombre aparece a diario en las primeras posiciones de los puntos de información y se reproduce, con mejor o peor acento, en conversaciones de cualquier rincón del planeta. Comma-La. Sin embargo, existe muy poca bibliografía sobre ella.

La periodista María Ramírez, experta en política norteamericana, acaba de publicar con la editorial Debate Kamala Harris, la primera, un libro en formato de bolsillo que dibuja con análisis y prolijidad la trayectoria de la mujer que aspira a la Casa Blanca y que, como reza el título, está acostumbrada a montarse en el carro de las 'primeras veces'.

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De sus pinitos activistas en Howard hasta aquel "¡Póngame con el consejero delegado de JP Morgan!" que espetó en plena crisis inmobiliaria a su asistente, la autora desgrana las claves que permiten entender a Harris como ese fenómeno sobre el que muchos, dentro y fuera del país, anhelan aires de cambio.

Ramírez, actual subdirectora de elDiario.es y colaboradora de The Guardian, se graduó en la Universidad de Columbia con una beca Fulbright, fue corresponsal en Bruselas y Nueva York para el diario El Mundo, también para Univision, y cofundó El Español. Su contacto con la política norteamericana desde hace veinte años la situó en Chicago en las pasadas elecciones y ya tiene billete para el próximo cinco de noviembre.

Con este libro, que tuvo la premonición de publicarse a escasas horas del debate con Donald Trump, Ramírez cincela el perfil de la que podría convertirse en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos. Pero no corramos.

¿Por qué hay tan poca bibliografía de Kamala Harris?

Tiene que ver en parte con lo que ha pasado en estos últimos cuatro años: ha estado a la sombra de Biden y ha cundido cierto temor a que fuera vista como su sucesora; también han pesado esos clichés machistas que siguen existiendo sobre las mujeres poderosas y, por supuesto, los ataques preventivos en este tiempo por parte de grupos muy conservadores, algunos, próximos a Trump. Pero lo cierto es que si la prensa en general tampoco ha hecho mucho caso a Kamala Harris, es en parte porque ella misma ha dado pocas entrevistas en estos años.

Tras el aquel debate frente a Trump parece que ha florecido...

Desde luego, vimos un gran cambio respecto al debate más importante de toda la historia, que fue el del mes de junio y que obligó a Biden a retirarse. De pronto, la carrera se dio la vuelta: Donald Trump era el que parecía confuso, el mayor de los dos, el que no sabía argumentar bien... Kamala Harris también ha cambiado mucho respecto a hace cuatro años, entre otras cosas porque tiene mucho más rodaje, ha participado en más mítines, está acostumbrada a hablar en público, y su experiencia como fiscal interrogadora se vuelve un arma muy eficaz.

Su lenguaje corporal muestra a una política empática, fuera de norma en la actividad de Estados Unidos. ¿Realmente funciona?

El contraste es muy grande y, de hecho, si vemos lo que dicen las encuestas, son precisamente la empatía en la capacidad de unir al país donde Harris gana a Trump. Ahí tiene mucha ventaja y es un punto fuerte. Harris se preparó muy bien para ese debate en el que sabía que recibiría una avalancha de insultos y de mentiras por parte de Trump. Y evitó los errores que cometió Hillary Clinton en 2016, como rehuir la mirada o eludir el enfrentamiento directo.

A Harris se la ha llamado marxista, ultraprogre... ¿El electorado se asusta con estas etiquetas?

Bueno, Trump siempre pone etiquetas exageradas y nada de ello está basado en los hechos. Si desde el punto de vista de Europa miramos las políticas que defiende Harris y las que ha practicado su gobierno, se entienden de centro o incluso de centroderecha.

Es cierto que en algunos asuntos puede estar más a la izquierda que Biden, por ejemplo en la defensa del derecho al aborto, y ha sido más firme frente a la subida de precios de los supermercados o en el asunto de los impuestos, que es uno de los temas que pueden movilizar más a favor de Trump, precisamente por parte de esa élite de la tecnología. Pero, en realidad, la política de Kamala Harris es bastante parecida a Biden, incluso a la de Obama.

Hablando de Obama... Siguen difundiéndose teorías sobre por qué tardó tanto en mostrar su apoyo.

Creo que no quiso ser el primero en apoyarla más bien por el difícil momento por el que pasaba su relación con Biden. Este le culpaba de estar detrás de la presión para que abandonara el cargo, aunque el caso no fuera así. Pero Obama, que tiene una relación personal y profesional desde hace muchos años con Kamala Harris, siempre la ha apoyado en su carrera y hablado de ella como su sucesora natural, así que la tardanza tuvo más bien que ver con ese intento de recomponer la relación con el presidente.

En el libro explicas que, desde 2021, Harris cargaba con un nivel de expectativas que no eran habituales para una número dos. ¿Se la ha sobrecargado de responsabilidad?

Desde luego, al principio era así, pero ya no. Se puede decir que ha estado a la altura este verano porque, por un lado, ha sido muy diplomática manejando la situación y la relación con Biden; y, por otro, uniendo al Partido Demócrata y a sus diferentes divisiones en muy poco tiempo. Nadie esperaba que en casi 48 horas tuviera tanto apoyo de las distintas salas del partido.

A esa tarea diplomática, ¿se le suma la de reescribir las etiquetas que se le han colgado?

Otro de los desafíos que tiene Harris es precisamente que no la definan los ataques, que llegan a ser incluso de tintes sexuales. La ventaja o desventaja, según se mire, que tiene es que, a diferencia de Trump, el público estadounidense tiene poca información sobre su perfil. Casi un 30% de los votantes dijeron que necesitaban saber más sobre ella. Ahí tiene un margen para evitar que otros la definan. Puede ser un riesgo o una oportunidad.

"El mundo está en manos de unas decenas de miles de personas que decidirán las elecciones"

La Convención Demócrata fue un punto de inflexión en la carrera de Harris. ¿Cuánto dura el efecto del éxtasis?

La Convención Demócrata sirvió para que Harris recuperara el terreno perdido por Biden en los últimos meses. Ahora, la carrera se parece a lo que veíamos hace un año, antes de que este empezara a caer a ojos de los votantes. El debate pudo ayudar, las encuestas rápidas mostraron que hay consenso en que ella lo ganó, pero esto se tiene que traducir en un apoyo sostenido de aquí al cinco de noviembre.

Sobre todo de cara a ese pequeño grupo de personas en los estados clave donde se juega todo. Estamos hablando de que, realmente, el mundo está en manos de unas decenas de miles de personas en tres o cuatro estados clave que van a decidir. Por tanto, es difícil aventurar cómo estaremos el cinco de noviembre.

"Kamala Harris elude poner el énfasis en su género, a diferencia de Hillary Clinton, que se presentaba como pionera a la hora de romper el techo de cristal. Y tiene sentido"

Se ha publicado que podríamos estar ante las elecciones con mayor brecha de género. ¿Hasta qué punto ellas pueden inclinar la balanza? ¿Votan por Harris o votan contra Trump?

Sí, vemos una brecha de género cada vez más grande, que puede ser récord en estas elecciones. Pero lo cierto es que la propia Harris elude poner el énfasis en su género, a diferencia de Hillary Clinton, que se presentaba como pionera a la hora de romper el techo de cristal. Y creo que tiene sentido.

Todos hemos visto también como Trump y sus aliados han lanzado ataques muy machistas contra ella y contra las mujeres, como el de Vance sobre las mujeres sin hijos y con gatos. Y estos comentarios pueden movilizar, junto a la defensa de los derechos reproductivos, no sólo a las mujeres, sino a la opinión pública en general, que considera que fue un error la decisión del Tribunal Supremo de acabar con la garantía nacional del derecho al aborto. Es un tema muy incómodo para Trump, porque sabe que, en ese terreno, solo puede perder.

Sigue siendo tibia su posición en determinados temas internacionales...

Lo cierto es que Harris es mucho más concreta que Trump. Por ejemplo, ha sido contundente con el apoyo a Ucrania o con la presión a Netanyahu y a las partes para que haya un alto el fuego entre Israel y Palestina. Pero no estoy segura de que eso sea lo que vaya a mover el voto, más bien la percepción de que se va a producir un cambio.

Y la inmigración...

Sí, los dos asuntos que preocupan más a los estadounidenses según las encuestas son la subida de precios y la inmigración. Y en ello, tanto Biden como Harris se han ido más hacia la derecha. En el lado republicano están lanzando bulos muy locos, y hasta ridículos, como el de Trump en el debate hablando de asiáticos que se comen a los gatos, y estos mensajes pueden alimentar el miedo de la gente y su sensación de inseguridad. Es un tema fácil de explotar para los republicanos.

En Europa existe algo así como una Harrismanía. Tú que has vivido en Bruselas, ¿sientes que hay más interés fuera que dentro a que sea la próxima presidenta?

La mayoría de las encuestas dicen que los europeos, salvo unas pocas excepciones, prefieren que gane Harris. Es cierto que cuando no se trata de nuestro país te juegas menos y apuestas por tus intereses. Pero la percepción de los políticos y ciudadanos es de que Trump va a perjudicar mucho a Europa, entre otras cosas porque probablemente vaya a dejar sola a Ucrania y a los vecinos comunitarios. Un mundo sin un Estados Unidos más comprometido es un problema grave para Europa, y eso lo han deducido de manera acertada la mayoría de europeos.

Una de las corresponsales políticas del New York Times contaba que la pregunta que más rondaba la cabeza de los demócratas es '¿qué pasará si pierde Harris?', ¿será la última oportunidad para que una mujer sea presidenta?'.

Si pierde, se buscarán todo tipo de explicaciones y probablemente se acusará al electorado de no estar aún preparado para que gane una mujer. También se podrá decir que escogió al vicepresidente equivocado. Pero no está claro que sea por el género. La mayoría de los votantes han evolucionado desde que en 2016 se presentara Hillary Clinton que, por cierto, compartía ciertas similitudes con Trump: era muy conocida y estaba muy polarizada. Y algunas de las cosas que se le atribuyeron por ser mujer no fue por tal, sino por ser Clinton.

Si pierde Harris, los demócratas entrarán en crisis, pero hay que tener en cuenta que algunas de las personas que podrían volver a competir contra los republicanos en futuras elecciones son mujeres. De hecho, tienen a una candidata muy posible como la gobernadora de Michigan. Pase lo que pase, no creo que suponga descartar a futuras candidatas buenas.

"Una vuelta de Trump sería muy problemática para todo el mundo"

¿Veremos otro acantilado de cristal?

Veremos. Hay grandes expectativas, sobre todo entre las partidarias y partidarios de la igualdad. El simbolismo y el ejemplo, sobre todo para las más jóvenes, de ver a una presidenta, es importante. Pero lo que está en juego va mucho más allá de ese simbolismo. Una vuelta de Trump sería muy problemática para todo el mundo.