La psiquiatra Marian Rojas Estapé: "Nos asusta mucho el pensamiento suicida de los adolescentes. Hay mucho aislamiento"
La autora de 'Recupera tu mente, reconquista tu vida' deja claros los peligros de las pantallas entre los niños y los jóvenes.
Autoras de palabra con Rosa se ha citado en la consulta de la psiquiatra Marian Rojas Estapé, escritora, licenciada en Medicina. Trabaja en el Instituto Rojas-Estapé en Madrid, su labor profesional se centra en el tratamiento de personas con ansiedad, depresión, trastornos de personalidad, y de conducta, enfermedades somáticas y trauma, y te proporciona herramientas para que te comprendas mejor para poder recuperar el control de tu vida.
Tras el éxito de sus anteriores libros: Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina, editados en más de 40 países y con más de 3.000.000 de ejemplares vendidos en todo el mundo ha publicado Recupera tu mente, reconquista tu vida (Espasa 2024), un libro que te ayuda a pensar qué conductas muestras cuando te ves envuelto en emociones que no sabes gestionar y cómo nos hemos convertido en drogodependientes emocionales inundados de múltiples distracciones.
"Reconectar con nosotros mismos y con todo lo maravilloso que nos rodea es necesario para encontrar el equilibrio que ansiamos. Porque hemos perdido la capacidad de prestar atención a lo importante, de profundizar y de concentrarnos. La felicidad a golpe de clic es efímera, es irreal", dice.
La felicidad efímera en la gratificación que nos produce un clic, porque vivimos subyugados a una pantalla y no sé si somos conscientes de ello.
La clave de este libro es abrir los ojos. Cuando tú vives en una rueda constante de sensaciones y emociones, existe un momento en el que te anestesias, dejas de sentir. Y cada vez te notas más vacía, pero con más necesidad y al mismo tiempo con más incapacidad de sentir y de conectar con lo importante y lo único que buscas son conexiones efímeras.
El problema es acostumbrar al cerebro a vivir a modo clic. Porque las frustraciones y las cosas que de verdad nos llenan no están en una gratificación instantánea, todo requiere tiempo, esfuerzo, perseverancia y paciencia.
¿Ahora toleramos mucho peor la frustración y el dolor?
El dolor nos acompaña desde que nacemos, y el sufrimiento está en la vida. Todos tenemos temas que nos preocupan.
Nuestro organismo intenta buscar el equilibrio, saber gestionar ese sufrimiento y no buscarlo en internet, en el azúcar, en el porno, en videojuegos, en los likes, el alcohol, la cocaína... ya que se produce un exceso de dopamina que puede hacerte enfermar y convertirte en un adicto.
Encontrar el equilibrio en la dopamina no es fácil.
Cuando todo es dopamina, tienes que saber regularte. Pero cuando se trata de tus hijos, tienes que influirles poderosamente en sus fuentes dopaminérgicas: lo que comen, lo que ven en la tele, su acceso al teléfono...
Tienes que proteger a la infancia, libre de pantallas. Porque el que haya cosas muy modernas en la vida, no significa que sean buenas para el organismo. Y a un niño tienes que influirle poderosamente porque su cerebro en ese momento está en plena fase de ebullición y de crecimiento para entender estos mecanismos.
"Hay un mundo oscuro del que no se habla: niños de 9 años enganchados a la pornografía a través del móvil"
Niños, y el acceso a través de las pantallas a la pornografía. Sin olvidar a las niñas que prostituyen y graban, y la vida que hay detrás de ello.
Hay un mundo muy oscuro del que la gente no habla. En los últimos años, sobre todo durante y después del confinamiento, hay niños de 9 años enganchados a la pornografía a través del móvil, y es cuando ahí actúan los algoritmos.
En el libro hay una anécdota terrible, en el que una prostituta me cuenta su historia y me dice que quiere que conozca a su productor que va a venir a España y quiere hablar conmigo, porque está harto de que le quite trabajo.
Entonces apareció en la consulta y me dijo que estaba encantado porque había conseguido bajar al inicio de la pornografía, de niños de los once a los diez, y ganaba millones porque hacía algoritmos.
Y pensé con horror que hay gente que quiere perturbar el cerebro de los niños, porque son potenciales clientes para siempre. Porque desde pequeño le metes esas imágenes, en microvídeos cortos que te enganchan donde ya no hay ningún tipo de cortejo y donde se distorsiona lo que es el acto sexual.
La sexualidad forma parte de la vida, es un lenguaje del amor, una vía de escape. Y la sexualidad no te deja indiferente: o te encanta, o no te gusta, o es una vía de escape, o te produce sufrimiento.
¿La pornografía da lugar a la violencia sexual?
Cuidado que eso es muy importante. Toda persona que he tratado en los últimos dos años relacionada con manadas o con tema de abuso de violación, todos me han reconocido que ven pornografía.
Esto no significa que por ver pornografía te vayas a convertir en un abusador. Pero lo que sí significa es que se llega a eso terrible que estamos viendo y que a todos nos preocupa porque hay un exceso brutal en pornografía.
Hablamos de estímulo, ganas, conducta, recompensa, posrecompensa, que son los pasos que da la mente para entender el funcionamiento de la corteza prefrontal.
La corteza prefrontal es una zona maravillosa del cerebro que va madurando a lo largo de los años. Pero tiene un momento de etapa neuronal en la adolescencia que es brutal. En ella, el cerebro decide qué zonas va a potenciar y qué zonas va a dejar un tanto apartadas, porque no son tan necesarias.
El cerebro recuerda lo que le calma, lo que le excita, lo que le da placer. Y esto es clave. Por eso no se trabajan las adicciones arrebatando 'el producto', sino que se trabaja con la emoción que activa la necesidad de consumirlo.
El impacto de las redes en la salud mental de los adolescentes es claro. El porcentaje de los que tienen en algún momento pensamiento suicida supera el 48,9%.
Estas son cifras muy importantes. El pensamiento suicida es lo que más nos asusta. Todos los psiquiatras estamos viendo en los últimos tiempos una crisis enorme mental en adolescentes. Hay muchos jóvenes que tienen ese pensamiento, no es tanto que planifique cómo quiero morir, sino que a veces quiero morir.
Esto es multifactorial. Pero lo que le hace bien a un niño y a un adolescente se está perdiendo, lo que nos ayuda y lo que nos sana se está perdiendo y lo que nos hace daño en muchas ocasiones se está incrementado.
Todos hemos pasado en la adolescencia por estos momentos de crisis de crecimiento, pero tienen que darse en un buen entorno. Porque hay mucho vacío y eso genera sentimientos de tristeza, angustia, ansiedad, adicciones, muchísima soledad... Al final las pantallas te aíslan muchísimo, y el aislamiento está presente en todas las enfermedades mentales.
No hay ninguna fórmula mágica que cure al instante, hay que trabajarlo, eso requiere tiempo y requiere abrazar. El poder del abrazo.
Me encanta la palabra abrazar, soy superfan de esa palabra. Lo tengo muy interiorizado, me fascina. Entiendo que hay gente que intimida y que, ojo, no le puedes dar un abrazo a todo el mundo. Pero en mi caso particular a mí me funciona. Es decir, el abrazo es el te traigo a mí, te consuelo, no te juzgo.
¿Y el silencio?
Vivimos rodeados de ruidos, pero tú tienes que llegar a ese silencio interior que cuesta porque hay un aturdimiento de palabras y empieza la voz esa interior de la que yo hablo mucho en el libro, la red neuronal por defecto. Para mí la psicoterapia es aprender a educar esa voz interior para conseguir momentos de reposo mental, de calma.