Natalia de Santiago es escritora, divulgadora, emprendedora y especialista en finanzas. Tras el éxito de Invierte con poco, acaba de publicar Emprende en positivo, (Planeta 2024) un libro enfocado a entender y mejorar las finanzas de todo negocio. Un kit de supervivencia de cualquier emprendedor.

Ella nos ayudará a entender las cuentas de nuestra empresa, tomar las decisiones más acertadas para conseguir nuestros objetivos y ganar más dinero. "Lanzarse al mundo empresarial tiene una parte muy atractiva en la que todo el mundo piensa que ser dueño de tu propio negocio te va a permitir tener jornadas laborales de hora y media y reuniones a la sombra de un cocotero en una playa balinesa", empieza explicando.

Y añade: "Porque claro, todo el mundo presume de ventas millonarias, impensables cuando vives con el sueldo fijo que te ingresa la empresa para la que trabajas. Hasta que no comienzas a peregrinar por las interminables e insustituibles ventanillas de la Seguridad Social, Hacienda y las relaciones con el banco, no te das cuenta realmente dónde te has metido", adelanta.

La autora posa con su libro para emprendedores. Javier Ocaña

Ser autónomo lleva adherido poder manejar tu negocio, tu vida y, sobre todo, tener grandes ingresos que podrás manejar tú mismo. Hasta que empiezan los formularios...

Hay muchos mitos y mucha propaganda online, en la que siempre te venden la imagen de empezar un negocio y vivir disfrutando del ocio en una idílica playa, mientras estás ingresando grandes cantidades de dinero, sin apenas mover un dedo. Y eso,  dicho mal y pronto, es mentira. A lo mejor llega un momento en que esa es su vida pero realmente no es la vida de los emprendedores, ni de la mayoría.

Hay un error muy común y es pensar que te vas a dedicar a lo que te gusta, dando rienda suelta a tu creatividad, y la realidad es que cuando emprendes, eres una empresa con muchos departamentos que te van a tocar y no todos van a gustarte.

Una vez que tienes claro cuál será el negocio que quieres monta, básicamente tienes que cumplir con el protocolo del papeleo.

Sí, lo primero es darte de alta en el IAE, que es el impuesto a actividades económicas, que como normalmente no te suele tocar pagar, pues pensamos que es poco importante. Pero la tiene, primero porque va a tener un impacto en el IVA y el IRPF, y  luego porque también defines a qué te dedicas. De esta forma, Hacienda tiene una idea de cómo va a ser tu negocio.

Previamente, el epígrafe tiene que ser bastante claro, saber a qué me voy a dedicar, qué tipo de negocio es, qué limitaciones tiene y cuáles deberían ser mis prioridades. Y a partir de ahí hacer números básicos, porque nos puede ahorrar muchos disgustos.

El riesgo lo corres siempre tú, para bien o para mal al 100%. Y 8 de cada 10 negocios fracasan en los primeros 5 años... 

Esas cifras son reales. Emprender es una actividad de alto riesgo. Hay que tener en cuenta que los negocios fracasan por un millón de razones, cosas que están bajo tu control y otras que no. Un negocio quiebra cuando se acaba el dinero y ya no se puede hacer frente a pagar las facturas.

La parte de las finanzas, aunque a veces no sea la clave o la razón del fracaso, siempre acaba jugando un papel. Por lo tanto, no nos podemos abstraer nunca. Porque no hay ningún negocio que funcione al que no le cuadren las cuentas.

Cuando eres autónomo, no vendes un trabajo, vendes un valor. 

Sí, y eso no lo pensamos nunca, porque es una cosa que parece muy abstracta, pero tiene muchísimas consecuencias y puede ser muy determinante para tener éxito. Porque cuando tú trabajas por cuenta ajena, tú vendes tu trabajo, tus horas de trabajo, que te las pagarán más o menos, pero tú vendes horas al final.

Como autónomo, a la gente lo que le importa es el valor que aporta el servicio o el producto que le das. A menudo, dedicamos un montón de horas a cosas que los clientes no perciben que les aporten valor y por las que no te van a pagar. Al final tus horas son tu propio límite y el límite de tu negocio y de lo que vas a poder facturar.

Rosa Sánchez de la Vega.

El precio de tu producto o tu servicio no lo pones tú sino el mercado.

Exacto porque ese es otro mito muy extendido. Tienes que averiguar a qué precio están dispuestos tus clientes a comprar tu producto. Si quieres hacer algo de diseño, te has metido en una estructura de costes que el cliente puede no estar dispuesto a pagar. Ese es un defecto de base de modelo de negocio y tienes que plantearte qué valora tu cliente y cuánto está dispuesto a pagarte por ello. No puedes calcular los costos y un margen, y de ahí el precio del producto, porque este te lo pone el mercado y de ahí para abajo.

¿Cómo saber que tu negocio te va a hacer rico? 

Eso es algo que tú tienes que averiguar, porque un negocio que no es rentable va a morir a medio o largo plazo. Entonces, ¿este negocio se puede sostener con esta estructura que yo tengo pensada? ¿Puedo tener una estructura de costes y una estructura de empresa? Sin olvidarnos de que cuando emprendemos o somos autónomos, nuestra principal inversión es nuestro tiempo.

Si hablo de TAN y SAM, ¿a qué me estoy refiriendo? 

Todo el tamaño del mercado. Porque tienes que pensar cuál es el mercado potencial mundial de un determinado producto con este servicio.

Pero digamos que lo importante es: ¿cómo de grande puede llegar a ser este negocio? ¿Cuánto, siendo realista, puedo conseguir? ¿Cuántos gastos puedo afrontar? ¿Cómo puedo sostener los primeros meses?  ¿Qué dinero debo invertir? Estos estudios los puedes hacer previamente sin gastar un euro y te ahorrarás disgustos y dinero.

Tickets y facturas para desgravarte gastos que no siempre lo son.

Gran error. Durante muchos años en España, funcionó esta picaresca. Pero Hacienda no es tonta y está cansada de que le arañen impuestos de aquí y allá y ahora todo esto lo miran con lupa. 

Hacienda quiere saber cuando tú deduces un gasto. Este es el 100% de tu trabajo. Puedes ir metiendo facturas que no se correspondan del todo con tu negocio, pero cuando mires tu historial de años atrás, no te va a compensar. Poca broma con la Hacienda española, el IRPF, IVA, cotización a la Seguridad Social, impuestos, etc.

No se debe escatimar en una gestoría ni en una agencia.

Una asesoría o gestoría te resuelven gestiones que te quitan tiempo. Ellos pueden llevar toda la parte financiera de tu negocio, y a partir de ahí debes tomar las decisiones necesarias porque nadie conoce tu negocio mejor que tú. 

Por lo tanto, emprende  siempre en positivo.

Sí. Es posible. Quiero transmitir un mensaje optimista. Se puede emprender, da muchas satisfacciones, se puede ganar mucho más dinero que por cuenta ajena, también es importante decirlo, pero es difícil.ero.

Escucha Autoras de palabra con Rosa en tu plataforma favorita: 

Spotify | Ivoox | Apple | Google Spreaker |