Entrevista

Alba Lago, el rostro del resurgir de Noticias Cuatro: “No hay nada que mueva más la ira del telespectador que no situar bien su ciudad”

“No quería vestidos ajustados y escote. La prioridad es centrarse en la información”

Fecha de publicación:
Fotografía

Esteban Palazuelos

Estilismo

Ana Pérez Santa María

Asistente

Rocío Chozas Martínez

Maquillaje y peluquería

Rosa Navajas

Alba Lago (Vigo, 1985) ha revolucionado Noticias Cuatro y doblegado la imagen tradicional de una presentadora de telediario. Con tesón y paciencia, ha logrado un estilo acorde con su personalidad, y siempre junto a un equipo volcado en el entusiasmo por el retorno de unos informativos que tuvieron el sello de Iñaki Gabilondo.

Se considera una soldado raso, una corredora de fondo. Ha trabajado en medios públicos y privados, fue la pareja de telediario de Pedro Piqueras hasta su jubilación, y desde hace 7 meses presenta en solitario el telediario de las 14h en Cuatro. “El reto es seguir creciendo de forma sólida, y seguir explorando este formato tan libre que nos distingue. Cada día es distinto”, cuenta la periodista, que vive un momento dulce.

Foto uno de Alba Lago con el look uno
Foto dos de Alba Lago con el look uno

Top de Pinko y zapatos de Kurt Geiger

Es el rostro de una cadena que, después de cinco años de silencio, decidió retomar la emisión de sus informativos, fundados en el año 2005 por el periodista Iñaki Gabilondo. Y la expectación dentro y fuera de Mediaset sobre esta nueva etapa se ha traducido en un contundente respaldo al informativo de la viguesa. Con un 6,1% de share y 419.000 espectadores, Noticias Cuatro 1 ha registrado este mes de septiembre su mejor dato. Y la cadena tiene más motivos para dar saltos, porque la franja que conduce Lago ha levantado la audiencia dos puntos respecto al mismo periodo del año anterior. El público quiere sus noticias.

La periodista llega a la redacción de Magas ya maquillada. Viene directamente de la televisión. Antes de entrevistarla, la estilista le enseña una ropa -algo barroca- para que elija. Alba se disculpa con una sonrisa, pero no se ve con estampados: “Mira cómo vengo, toda de blanco”.

Foto tres de Alba Lago con el look uno

¿Cómo afrontas este respaldo de la audiencia?

Con ilusión, emociona mucho recibir el amparo del público, sobre todo después de todo el esfuerzo y trabajo de la redacción, que se ha dejado la piel para devolver a la audiencia la oferta informativa en Cuatro. Además, hemos conseguido hablarle de tú a tú a una franja de edad que creíamos que había abandonado la tele, que es la de 25 a 44 años. Todo esto nos activa el motor y nos da más alas para seguir trabajando para ofrecer un producto de calidad. Es el informativo que a nosotros nos gustaría ver.

¿Pesa la reminiscencia de Gabilondo?

Es un magnífico periodista al que tuve el placer de conocer. Es un honor seguir su legado, y la esencia de aquel Noticias Cuatro permanece. De hecho, muchos redactores de aquel momento siguen hoy en este espacio, que ha adoptado un nuevo formato adaptado a los tiempos.

¿Tienes cierta libertad?

Absolutamente. Obviamente, hay una serie de jefes que determinan los contenidos, pero en las redacciones se debate, y eso es enriquecedor. Yo puedo exponer mi argumento, alguien rebatirlo, y al final llegaremos a un consenso. Se trata de eso, de ser el espejo de las distintas opciones que hay en la sociedad.

Camisa y pantalones de Bariloche y zapatos de Kurt Geiger

Foto uno de Alba Lago con el look dos
Foto dos de Alba Lago con el look dos

Presentas sola los informativos, una rareza en la parrilla nacional.

Yo estoy sola en la mesa, pero el informativo es coral. Hemos hecho de la necesidad virtud. El redactor puede tanto salir a la calle a hacer un reportaje, como defender su tema en el plató. Incluso los directores de Noticias Cuatro, Juan Pedro Valentín y José Luis Fuentecilla, también se remangan y salen al plató para mantener un diálogo. Nuestro formato es bastante libre.

¿Cuál sería el toque Alba Lago?

Creo que sería un poco, sólo un poco, un toque más desenfadado.

¿Qué pasa cuando te confundes?

El otro día dije que Salobreña estaba en Málaga Así estaba escrito. Y no hay nada que mueva más la ira del telespectador que no situar bien su ciudad. Salobreña está en Granada. Hay que andar con ojo. Me escribió un señor protestando, pero no intervengo en redes sociales, entre otras razones, porque es difícil calcular la repercusión que puede tener cualquier comentario.

¿Qué noticias destacarías de estos siete meses en que lleváis emitiendo?

Este primer semestre de 2024 será recordado por la intensidad electoral. Además, hemos tenido muchísima actualidad. Percibo cierta saturación y hartazgo. Llega información de todos lados, y saber lo que es realmente importante requiere, al menos, un tiempo de reflexión.

Foto tres de Alba Lago con el look dos

Titulares y noticias pasan volando y se olvidan enseguida…

Sí, estamos enganchados o sometidos a un mundo en el que la inmediatez nos aplasta, pero, afortunadamente, creo que en el caso de la televisión hemos sabido mantenernos dentro de esta coyuntura digital.

Al ser el consumo digital tan superficial, efímero y rápido, la gente busca el medio tradicional para poner en orden las ideas. Nosotros contextualizamos y contrastamos la noticia. Y por eso creo que los medios tradicionales, sobre todo desde la pandemia, han recobrado peso.

Tu estilismo es más desenfadado que el de otros telediarios. ¿Lo eliges tú?

Cuando llegué a la tele tenía que llevar aquellos vestidos embutidos, con esos escotes… No me sentía cómoda. La prioridad es centrarse en la información. Un día me reuní con la jefa de estilismo y mi estilista, que es buenísima. Les dije que me sentía más cómoda con americana, incluso con hombreras si hacía falta, obviamente revisitada. Accedieron. Poco a poco fuimos definiendo el estilo. Un día te arriesgas y te pones unas rayas, un estampado, pero intento ir básica.

Con el pelo me pasó lo mismo. Llevaba unos tirabuzones como los de los Ángeles de Charlie. Pasaba todo el rato retirándome el flequillo de la cara y la peluquera diciéndome “no te toques”, hasta que me corté el pelo para estar más cómoda. Melena recta y liso. De vez en cuando me hacen una onda.

Conjunto de chaleco y pantalones de Bariloche

Foto uno de Alba Lago con el look tres
Foto dos de Alba Lago con el look tres

¿Cómo te hacías oír en un ambiente que, entre bambalinas, se oye que podía ser algo machista?

Con paciencia. Todas hemos tenido que demostrar muchísimo más que cualquier compañero de nuestra edad que aspirase a un puesto similar. Vas conociendo a la gente y utilizando pequeñas estrategias para conseguir que ese tema por el que apuestas llegue.

Pero hasta que no eres un poco más sabia y te han dicho 50 veces que no, te das cabezazos contra el gotelé. Propones y propones hasta que lo haces de otra manera. Y sale. Muchas veces, pasa por convencer a la persona que decide que ha sido una idea de él.

¿Qué aprendiste de tu etapa con Pedro Piqueras?

Que Pedro Piqueras me eligiese para estar a su lado fue un sueño. He aprendido muchísimo, a tener mucha cintura, a contar hasta diez antes de decir las cosas y de opinar, y a tomarme la vida con humor. Puede parecer una persona seria, pero tiene muchísimo sentido del humor. Y eso le permite llegar a sitios a los que no llegaría mediante la confrontación.

De hecho, te voy a enseñar la primera noticia que cubrí. [Me la enseña en el móvil. Es un directo desde Parla: una macrorredada contra las mafias chinas con potente psicotrópico incautado en un karaoke incluido].

Has pronunciado muy bien el nombre en chino. ¿Lo estuviste practicando?

Claro, 50 veces. Cuando Pedro Piqueras me dio paso, me quedé en blanco. Sólo pensaba “me está dando paso Pedro Piqueras”. Era el año 2012. Ahora comunicamos con menos corsés, han evolucionado tanto las formas como el contenido. Y también he cambiado yo. He ido acumulando experiencias. Ahora estoy en un momento dulce de mi vida.

Foto tres de Alba Lago con el look tres

¿Qué le dirías a alguien que empieza?

Muchísima paciencia. Esta profesión es como una carrera de fondo. Hay que aprender a disfrutar del camino y de las etapas.

Llevas 20 años delante de la cámara. ¿Sientes presión por tener que estar guapa?

No, en absoluto. Pero nunca la he sentido. Tengo 39 años. En mi infancia y adolescencia, los cánones de belleza eran 90/60/90. Imagínate si hubiera querido aspirar a ser aquello…

Me parece importante que la gente se sienta a gusto consigo misma. Luego, si te quieres potenciar al máximo, fantástico. Yo me siento bien con la cara lavada, camiseta y pantalón blanco. Si mis maquilladores, que son fabulosos, me pintan un ojazo, bien. Pero me siento más a gusto al natural y sin estampados (se ríe).

Pantalones de Bariloche

Foto uno de Alba Lago con el look cuatro
Foto dos de Alba Lago con el look cuatro

¿Eres capaz de apagar el móvil y desconectar cuando te vas de vacaciones?

Me obligo, y no solo en vacaciones. Los sábados intento no ver el móvil, a no ser que haya una última hora, que al final te va a llegar por cualquier lado, ya sea tu madre que te llama, la tele de un bar…

Pero hago un ejercicio a propósito. Me cuesta muchísimo. Nuestro trabajo no acaba cuando termina la jornada laboral. Estamos en constante conexión viendo lo que pasa, contestando a no sé quién… En vacaciones trato de irme fuera de España para no coincidir con la franja horaria. Así, cuando me conecto al móvil, si ha habido un problema ya está resuelto.

Tu novela Andrea contra todo pronóstico es en parte autobiográfica. Tú también tuviste que emigrar a Londres en busca de trabajo a raíz de la crisis del 2008.

Yo soy uno de los efectos secundarios de esa crisis. Empecé a trabajar antes de acabar la carrera y siempre había pasado de un programa a otro, hasta que se terminó el de verano en el que estaba. Tenía 25 años. Me planteé que a lo mejor no valía para esto. Me apetecía romper. Pensé que, si iba a cambiar de profesión, debía ser teniendo una experiencia enriquecedora como ir a Londres.

Trabajé de modelo de corte de pelo, de azafata, doblando ropa en una tienda. Allí me reconocieron unos chavalitos y me dijeron “tú eres la presentadora de Marca TV” y yo les contesté muy digna: “Sí, pero ya no”.

Cuando me propusieron en Mediaset escribir un libro sobre esta experiencia, yo, muy temeraria, me lancé. Y ahí se quedó mi aventura literaria. Si me dijeran ahora que escribiera una novela, diría que no. Es para gente con talento literario.

Foto tres de Alba Lago con el look cuatro

Habiendo nacido en Vigo, ¿qué es el mar para ti?

Todo. Crecí en la playa de Carnota… Si me apuras te diría que aprendí antes a flotar en el mar que a caminar (es broma). El primer año que llegué a Madrid lloraba. Creo que los que venimos a trabajar a Madrid pensamos que estamos de paso, pero llevo ya 17 años.

El mar es casa y en cuanto puedo me escapo. Hay épocas en las que siento que me marchito y, tras unos días al lado del mar, con el olor a salitre, las algas, la brisa, vuelvo como nueva. Mis compañeros lo notan. Soy muy transparente, muy a mi pesar.

¿Tienes morriña?

Siempre tengo a Galicia presente en las conversaciones. Es algo involuntario, seguramente tenga que ver con la morriña, pero pienso en mi tierra y me parece extraordinaria; es un motivo de orgullo.