Si hablamos de natación sincronizada, su nombre os sonará. Se trata de Alisa Ozhogina, medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de París 2024. Tras haber obtenido diversas medallas y reconocimientos en esta disciplina, la sevillana se sienta con Nuria March para dar voz a uno de los deportes en los que más precisión, fuerza física y expresión artística existe.
Alisa vive con pasión y perseverancia su paso a la historia de la competencia deportiva, pero también reflexiona junto a Nuria March la dureza de pertenecer a un deporte minoritario en el que todavía falta mucho camino por recorrer para que pueda ser recordado, y no solo en épocas de competiciones internacionales.
Pasión olímpica
La conversación comienza haciendo referencia a todas las medallas que Alisa ha conseguido a lo largo de su trayectoria y, en especial, haber alcanzado el bronce olímpico este verano en los Juegos Olímpicos de París 2024. Alisa confiesa a Nuria lo que ha supuesto para ella: "Esta medalla es un sueño cumplido, me ha dado una motivación enorme para seguir", comenta.
Nuria March es una gran apasionada de los Juegos Olímpicos y para ella es todo un honor tenerla como invitada, ya que la empresaria le cuenta a Alisa que tuvo el placer de verla en París y disfrutar del triunfo de las españolas.
Vivir de la natación sincronizada
Alisa comenzó en esta disciplina cuando apenas tenía 9 años y, ahora con 23, su motor en la vida sigue siendo la sincronizada. Por ello, Ozhogina aprovecha este espacio para evidenciar la falta de apoyo económico que reciben los deportistas de disciplinas minoritarias como la suya: "Desde pequeñas nos han enseñado que solo de la natación sincronizada no se puede vivir".
Tanto Nuria como la sevillana comentan la importancia de formarse más allá del deporte, ya que la carrera de un atleta es corta y a menudo inestable. "Mientras no tengamos un balón entre las piernas, no somos nadie", añade Alisa.
El episodio también aborda temas como la diferencia de visibilidad y reconocimiento entre deportes como el fútbol, a lo que Alisa Ozhogina afirma: "De la natación sincronizada, la gente se acuerda cada cuatro años, y eso da mucha pena".
Ayudas económicas
Nuria pregunta a la deportista qué puede hacer España para que esta disciplina sea más apoyada, a lo que Alisa responde con contundencia: "La ayuda económica haría mucho. Entrenar con mejores condiciones podría ayudar a tener mejores deportistas en España".
Juntas también abordan cómo es la vida de un deportista de élite tras la retirada y Alisa explica que existen departamentos exclusivos para tratar este tipo de temas y asesorar a los atletas, a lo que añade: "Nosotras no cobramos por entrenar porque yo pertenezco a un deporte minoritario".
Moda y belleza
En un deporte tan visual como la natación sincronizada, la moda y la belleza tienen un papel crucial, ya que los trajes de baño, maquillajes y peinados, son un signo distintivo de cada equipo en las competiciones.
Alisa cuenta a Nuria cómo ha sido la evolución de la moda y la belleza en este deporte: "Los dos condicionantes más importantes para un bañador es que sea cómodo y ligero para nosotras", dice. Un hecho curioso que comentan es que, antes de cada competición, son las propias deportistas las que se maquillan entre ellas: "Ojalá tuviéramos una maquilladora y tiempo para maquillarnos bien".
La villa olímpica
Al haber tenido la oportunidad de participar en los Juegos Olímpicos de París 2024, Nuria no puede evitar preguntar a Ozhogina cómo es la vida en la Villa Olímpica, a lo que la deportista confiesa: "Los Juegos Olímpicos son una cosa que pasan cada cuatro años, eres súper afortunada de poder vivirlo, ¿qué queja vas a poder tener?", reflexiona. Alisa cuenta también anécdotas, como cuando se pasó los Juegos buscando a Armand Duplantis, el campeón de salto con pértiga, para hacerse una foto con él.
Otro de los temas que abordan ambas es la situación del deporte paralímpico: "Después de los deportes olímpicos minoritarios va el deporte paralímpico, y eso es muy triste", comenta, señalando que estos deportistas tienen aún menos ayudas y reconocimiento.
Esta semana, en En Marcha con Nuria March, nos quitamos el sombrero ante Alisa Ozhogina, una deportista que, con pasión, fortaleza y dedicación, ha conseguido, a sus 23 años, ser parte de la historia de nuestro país.