Estas cuatro artistas comparten rollo... Y uno de los premios de pintura más prestigiosos: "No hay atajos para el éxito"
“Hasta que una arranca es complicado. He tirado muchas cervezas tras una barra”. Ana Barriga
Los tiempos están cambiando. Esta obviedad que cantara Bob Dylan tiene aspectos muy positivos, como es el de la incorporación de la mujer al espacio público. También en el arte y la empresa. Cuatro ganadoras del Premio BMW de Pintura con proyección internacional se citan en el Teatro Real. Las acompañan dos altas directivas de la empresa automovilística.
Artistas y directivas colaboran divertidas con la idea del reportaje. Las primeras son muy conscientes de que su trabajo incluye la promoción. En un camerino, están maquillando a la artista textil Sonia Navarro (Puerto Lumbreras, Murcia, 1975). En el de al lado, Beatriz Ruibal (Pontevedra, 1969) se prueba el vestuario. Como previsora que es, ha traído sus propios zapatos. A pesar de que comparten estudio y son amigas, llevan días sin verse, debido a un proyecto audiovisual que está desarrollando Beatriz en Córdoba.
En el momento en que Sonia sale vestida hacia la platea donde tiene lugar la sesión de fotos, aparece la pintora Ana Barriga (Jerez, 1984). Hay un ambiente festivo. Se saludan con efusividad: “¡Hay que verse más!”. Desde que Ana tiene estudio en Londres, viene menos a Madrid. “Nos conocemos casi todos los artistas -explica- . Y cuando uno va cayendo en la familia de BMW, te sale una sonrisa”.
Llega la cuarta en liza, la artista 3D, Irene Molina (Granada, 1997). Se acaba de mudar y está buscando estudio por Carabanchel. Le sugiero que pregunte a las demás. Hay mucha cordialidad entre ellas, pero poco se parecen entre sí. Si una es reflexiva, otra más traviesa, si una tiende a lo artesanal, la otra a la tecnología. Cuatro maneras de expresión muy diferentes. En común, la tenacidad y una carrera viento en popa.
A pesar de que maquillaje y vestuario requieren tiempo, el ritmo es acelerado. Por fin, llega el momento de la foto de grupo. Las seis suben emocionadas -y con mucho cuidado- al escenario. No se puede mover nada, ni sillas ni atriles. Todo está milimétricamente medido para la función de la tarde.
Dirigiendo la orquesta, desde Alemania venida para la ocasión, Sourour Stanke, responsable mundial de comunicación corporativa y asuntos públicos del Grupo BMW. Es del tipo de persona que sabe exprimir cada minuto del día. La sesión de maquillaje debe ser el único momento en el que puede sentarse.
A su lado, Pilar García de la Puebla, la directora de relaciones institucionales y comunicación del Grupo BMW España. Para ambas, liderar es “inspirar y orientar, no imponer.” Las cuatro ganadoras del Premio BMW, como artistas que son, se colocan a su aire.
La reunión es el preámbulo a la entrega de la 39 edición del Premio BMW de Pintura que tendrá lugar en el mismo escenario el mes de noviembre. Se trata de uno de los galardones más importantes a nivel nacional. Una vez más, la reina Sofía, siempre generosa en su apoyo a la cultura y las artes, hará la entrega a los ganadores.
Sourour Stanke
Pilar García de la Puebla
Ganar supone un trampolín para la carrera de cualquier artista. Un “antes y un después”, según Sonia Navarro. Ana Barriga dice bromeando que fue “un marrón enorme porque debes cargar toda la vida con la responsabilidad.” Tiene un estilo figurativo entre surrealista y pop muy reconocible.
Irene Molina ganó la primera edición de la categoría de Arte Digital en 2022. Un año más tarde lo hizo Beatriz Ruibal, para quien supuso un reconocimiento a su trayectoria y un impulso “que venía, además, de un jurado excelente”. Irene invirtió la generosa cuantía del premio en un equipo de torre por piezas, con una gráfica muy potente y dos impresoras en 3D.
Vivir el arte
Ser artista es difícil, pero se puede vivir de ello. “Con altibajos y trabajando muchísimo. El que quiere algo, algo le cuesta”, dice Navarro. En el ámbito de la alta dirección, el consejo es el mismo. “Haz lo que te apasiona. Y nunca lo olvides: no hay atajos. Una gran carrera es sin duda más un maratón que un sprint”, asegura la alemana de origen tunecino Stanke.
“Hasta que una arranca es complicado. Yo he tirado muchas cervezas tras una barra”, cuenta Ana Barriga, que lleva ya diez años dedicándose al arte. Cree que nunca se despega de manera meteórica: “Parece que una va lanzá, pero no sabes si estás abajo, arriba o en medio. El arte te hace tener los pies en la tierra. Como oscila tanto, tienes que ser frío y calculador y, a la vez, dar volteretas”.
Beatriz Ruibal añade que se puede vivir del arte “con mucho esfuerzo, dedicación y capacidad de adaptación. Con apoyo de las instituciones, presentándote a determinadas convocatorias, premios y residencias.” Irene añade que es muy difícil, pero se puede. Aparte de su trabajo con galerías, ahora está inmersa en una película con el Niño de Elche.
Irene Molina
Irene empezó con el arte digital cuando se rompió el ligamento cruzado. Mientras estaba inmovilizada en la cama se escaneó el cuerpo en 3D: “Mi cuerpo digital podía estar moviéndose y haciendo cosas. El 3D de mi cara acabó siendo otra cosa. Esto se convirtió en parte de mi discurso artístico”.
Normalmente, la artista parte de un objeto real. Lo escanea, lo distorsiona, trabaja y esculpe en el ordenador, y luego lo vuelve a llevar al mundo físico con una impresora en 3D. Le interesa “todo el proceso por el que ha pasado ese objeto hasta existir, incluido el error digital. Puedes hacer que la máquina se equivoque y se invente cosas. Salen cosas inesperadas”.
Falda de terciopelo blanca de RALPH LAUREN
Chaqueta VINTAGE
Colgante de la artista
Bailarinas blancas JIMMY CHOO
Su obra ganadora del Premio BMW, Liquid cats, era una animación en 3D de un guepardo con apariencia líquida. “Me gusta jugar a ser Dios -explica-. Puedes hacer lo que quieras con los materiales. No se comportan de la misma forma que en un espacio físico. Una cosa pesada puede ser ligera…”.
Liquid Cats, Irene Molina
Beatriz Ruibal
Beatriz proviene de una familia de artistas. Pasó su primera infancia con su abuela y sus tíos. Los tres eran pintores. Luego regresó a Vigo con sus padres y hermanos. Recuerda que por su casa pasaban artistas, intelectuales, políticos…
Falda midi plisada TWINSET
Chaqueta DIOR
Collar bañado en oro y seda de LORO PIANA
Le obsesiona la preservación de la memoria. Suya es una serie de fotografías de objetos personales que “a priori podrían parecer insignificantes”. Desde el cepillo de Zenobia Camprubí hasta una mariposa disecada de Antonio Gamoneda. Las imágenes conservan el misterio del dueño ausente. Reunidas bajo el título Inventario, están de gira con el Instituto Cervantes.
Esa necesidad de registrar y preservar aquello que “está en peligro de desaparecer, sean historias, tradiciones o especies”, se refleja en su obra ganadora del Premio BMW de Arte Digital 2023, Noche Botánica. Es una recreación en vídeo de especies vegetales en peligro de extinción. Como madre le preocupa el mundo que vamos a dejar.
Noche Botánica, Beatriz Ruibal
Ana Barriga
Ana Barriga asegura que se dedica al arte “por los fracasos”. Dejó de estudiar porque se sentía inútil y se distraía. Empezó a trabajar en un bar y el encargado la matriculó en la Escuela de Artes y Oficios. De ahí a Bellas Artes: “Allí, los fracasos se transformaban en virtud. Los profesores y alumnos me alababan.” Ahora tiene estudio en Londres y múltiples galerías que exponen sus obras por todo el mundo.
Traje verde en tejido técnico de CARLOTA BARRERA
Pendientes largos BRIANA
Botines en estampado de serpiente en aguamarina y morado de MARTINELLI
Ana pinta cosas vividas y contadas. Cuando compra “cacharros” por mercadillos, le pregunta al vendedor por qué es tan caro ese objeto. Su respuesta es ya “una historia maravillosa”. Todas esas “vibraciones externas” se ven reflejadas en su obra: “Pero a veces, como la vida está tan rara, creo que las cosas están inventadas y, sin embargo, son reales”.
Y como acto “de rebeldía y de respeto”, tras pintar un cuadro, lo tacha con spray. En la obra ganadora del Premio BMW lo hace con las letras del título, Mande!!!. “Yo lo construyo y lo destruyo -dice riendo-. Son las contradicciones de estos tiempos. Vivimos muy deprisa”.
Mande!!!, Ana Barriga
Sonia Navarro
Sonia Navarro ya quería ser pintora de niña. Sus abuelas eran señoras de pueblo que cosían en sus casas. “Ahora no pinto o pinto sin pintura”, cuenta la artista textil que siempre ha trabajado “con lo relacionado a las labores del hogar femeninas y la imposibilidad de movimiento de algunas mujeres. Con esas tareas, muchas han sido capaces de sacar adelante a la familia en época de escasez”.
Le preocupa la desaparición de ciertos oficios a causa de la globalización. La otrora floreciente industria del esparto en España es un ejemplo. Prácticamente, desapareció con la llegada del plástico a finales de los 60. “Fíjate, el problema que tenemos con el plástico y, sin embargo, el esparto evita que se desertice la tierra”.
Conjunto de top y pantalón en hilo metalizado de MAKSU
La artista murciana admira la sabiduría y el papel de los artesanos y trabaja con pequeños colectivos, como el de las bordadoras de Lorca. Su obra premiada, Redes 1, es una composición casi cubista en la que ha cosido a máquina diferentes textiles. ¿Cuándo se convierte la artesanía en arte?, pregunto. “Cuando lo decide el artista”, contesta.
Redes 1, Sonia Navarro
La globalización
El mercado del arte ha cambiado mucho con la globalización y las redes sociales. “Por un lado, se ha democratizado el acceso y, al mismo tiempo, se ha hecho más competitivo”, explica Beatriz Ruibal.
Sonia Navarro cree que las colecciones extranjeras están cambiando la forma de entender el arte en Asia, América y Europa: “Aunque somos muy diferentes, la globalización y las redes sociales nos están unificando”.
La primera exposición de Ana Barriga en Dubái coincidió con el Ramadán. “Empecé a pintar y a disfrutar y cuando terminé el proyecto me dije Dios mío la he liado”, relata a Magas. Pensó en ponerle “huevos a Santa Clara”, porque como cartelera se eligió “una niña meándose en los ojos de un conejo”. Debió de funcionar porque la exposición se vendió entera y este año ha tenido con la misma galería la segunda individual.
Las artistas han viajado por todo el globo exponiendo su obra. Ana, quizá la más internacional, cree que el mercado del arte está en cualquier lugar, pero que “no es lo mismo el poder adquisitivo de un coleccionista de Madrid que el de uno de su pueblo.”
Las redes sociales
Las cuatro artistas coinciden en la importancia de las redes sociales. “Están acercando el arte contemporáneo al gran público. Antes, el artista era un ente que no se sabía qué hacía”, indica Sonia Navarro. “Ahora ese es tu portfolio”, añade Irene, a quien todas las exposiciones, venta de piezas y colaboraciones le han llegado a través de un mensaje por Instagram, incluida la próxima exposición en Milán. Por su parte, Ana Barriga asegura que “no sólo hay que estar, sino hay que ser. Es como te ven”.
También son una plataforma esencial para Beatriz y “una asignatura pendiente”. Sin embargo, advierte que “a pesar de los beneficios, es importante no dejarse llevar por la esclavitud del ‘me gusta’: “Las redes sociales no deben marcar el contenido ni el ritmo de trabajo”.
El auge de estas aplicaciones y la transición hacia plataformas móviles “nos ha sumergido en un entorno de conexión constante y respuestas inmediatas”, añade Pilar García de la Puebla, la directora de relaciones institucionales y comunicación del Grupo BMW España. Esta interacción nos ofrece una mayor comprensión de nuestros públicos y nos permite ajustar nuestras estrategias”.
La comunicación es cada vez más importante en todos los ámbitos, incluso en política la batalla se libra en ese campo. “En general, el mundo se ha vuelto más ruidoso”, señala la responsable mundial de comunicación corporativa y asuntos públicos del Grupo BMW, Sourour Stanke. Si queremos que nos escuchen, tenemos que comunicarnos de forma clara, concisa y transparente. La reputación es un bien inmaterial”.
Estar frente a estas dos altas ejecutivas impone. Se trata de una apreciación subjetiva, porque ellas son afables e intuyo que archiperfeccionistas. Le pregunto a Sourour cómo abarca tanto: “El cargo parece muy exigente, pero me encanta lo que hago. Priorizar y delegar tareas es esencial y me ayuda a mantener la concentración”. Que cada vez más mujeres ocupen roles estratégicos aporta “una visión más diversa y enriquecedora que responde a las necesidades de una sociedad cambiante”, piensa Pilar.
Vestido de punto técnico marrón de TWIN SET
Collar de cuentas mixtas MAJE
Salones de ante con detalle dorado de GEOX
Vestido de punto negro PAROSH
Blazer con botones joya de GEORGES RECH
Salones en ante bicolor de MASCARÓ
La familia BMW
El Premio viene siendo “una plataforma fundamental para impulsar la carrera de numerosos artistas. Muchos han alcanzado un reconocimiento no solo nacional, también internacional. Un claro ejemplo son las artistas que nos acompañan en esta sesión de fotos”, añade.
Ya se han fallado los finalistas y en noviembre conoceremos a los dos nuevos ganadores de la 39ª edición del Premio BMW para las categorías de Pintura y Arte Digital, que tienen una dotación de 25.000 y 6.000 euros respectivamente. El interés y alcance es tal, que este año se ha registrado un récord de candidaturas (han recibido más de 1.700) y la representación femenina ha ascendido hasta el 44,6%.
La calidad del jurado es siempre un aval de las obras ganadoras. Este año está compuesto, nada más y nada menos, que por el pintor Antonio López, los directores de museo Miguel Zugaza y Guillermo Solana y las coleccionistas y mecenas Patrizia Sandretto y Lucía Casani.
“Al observar las obras presentadas desde su primera edición se aprecia la evolución del arte contemporáneo y la aparición de nuevas formas de expresión artística”, indica Pilar. Está feliz porque este año se ha superado el récord de participación, con un 43% de mujeres: “Es un privilegio poder impulsar el talento”.
Agradecimientos especiales al Teatro Real de Madrid.