"La luz entra a través de la herida" decía un poeta y también lo hace a través de los ojos de Mariana Salinas. La manera de entender la energía de la mujer y cómo nuestra presencia cambiará el paradigma del mundo es un aliento para aquellas que ven drenados sus esfuerzos por conocerse, conectar y profundizar en el crecimiento personal en una sociedad que se vuelve cada día más individualista.
Mariana, sobrina del expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, poco o nada tiene que ver con esa faceta política familiar. Nacida y criada en Ciudad de México, la educación recibida desde pequeña la vinculó al mundo espiritual. "Mi mamá solo me daba permiso para salir si escuchaba 30 minutos de la cinta de meditación de Deepak Chopra", y estas bases asentaron su carrera académica: dos maestrías en psicoterapia, un doctorado en literatura moderna y una amplia variedad de certificaciones como instructora de meditación, terapeuta, técnicas de sanación chamánica y, por supuesto, maestra de Kundalini Yoga. Pero su labor va más allá de los títulos académicos, el propósito de Mariana Salinas reside en el despertar de conciencia de la mujer.
Nos recibe en su centro, Sadhana Works, un estudio de yoga escondido entre las calles más tradicionales de Palma de Mallorca. Descalza. Pese al ir y venir de personas que acaban de organizar el encuentro que estaba por acontecerse, Sages & Scientists, ella no pierde la sonrisa, tranquilidad y cercanía. Se nota que disfruta aquello que hace, es poderoso ver su liderazgo desde el afecto.
La pregunta por sus inicios es obligada, ¿de qué conoce a Deepak Chopra, el gurú que introdujo en la meditación a la mismísima Oprah Winfrey?
Tuve la suerte de tener una mamá que desde que yo era muy pequeña se metió en el mundo de la conciencia y la espiritualidad. A mis 18 años, mi mamá me decía "solo tienes permiso de salir si vuelves a oír 30 minutos de esta cinta". Era un casete antiquísimo de este doctor, de Deepak. Lo empecé a conocer para poder salir en las noches, pero la verdad es que su voz siempre tuvo una resonancia muy profunda en mí y empezó a sembrar las semillas que después iban a florecer en mi propio camino espiritual.
¿Qué impacto tuvo?
Vengo de una familia política en México y por unos años mi padre estuvo preso políticamente, fue una situación dolorosa. Ahí fue cuando regresé a esas semillas, a ese camino espiritual que mi madre había sembrado en mí cuando yo era una niña. Siempre digo que el poder de las mujeres es muy grande, porque somos las que podemos sembrar las semillas de futuras generaciones. Cuando todo aquello comenzó a florecer en mí, busqué los cursos del doctor Deepak Chopra y empecé a hacerlos de la mano de mi madre y a tener esas herramientas que él daba como una forma de atravesar los desafíos el dolor, el desconcierto, la pérdida y la depresión.
Desde que tengo 19 años, la meditación, la atención consciente, los buenos hábitos alimenticios y de sueño y la salud integral han formado parte de mí por esa cercanía con el Doctor.
¿Cómo definiría su relación con el gurú?
Desde esa edad he permanecido cerca del doctor Chopra y su familia. Rita, su esposa, siempre me ha tratado como parte de la familia. Y vuelvo a lo mismo, las mujeres somos las rocas en nuestros hogares si estamos conscientes y conectadas. Sin duda ella es una persona muy importante en mi propio camino como ejemplo de una mujer que me sostiene desde su estabilidad, de su claridad, su certeza.
¿De qué manera se materializó todo ese crecimiento?
Un poeta dice que "la luz entra por la herida" y es así, la luz se cuela por la grieta. Tuve que pasar dolores muy grandes para encontrar la luz de la conciencia, el crecimiento y la espiritualidad. Tardé años, estudié mucho.
Tengo dos maestrías en psicoterapia, un doctorado sobre la relación entre el lenguaje y la creación de nuestra identidad, y en paralelo me entrené como instructora de meditación con Deepak Chopra. También soy maestra de Kundalini Yoga y soy terapeuta sacral. Tardé mucho en juntar todas las herramientas.
Cuando llegué a Mallorca encontré este sitio que es un lugar de sanación y de crecimiento espiritual. Basta con descalzarse, poner los pies en la tierra y sentir la vibración y la frecuencia que hay aquí, la tierra que es Mallorca. Era el lugar ideal para que pudiera poner en un solo contenedor todas esas experiencias, ese aprendizaje y mi experiencia personal para poder crear Sadhana Works.
¿Cómo fue este proceso de crear Sadhana Works?
Fue y sigue siendo un viaje de mucha transformación, aprendizaje y crecimiento. Estoy increíblemente agradecida porque creo que es el matrimonio perfecto con Mallorca.
"El mundo de la espiritualidad está muy ocupado por las mujeres y eso es algo que me alegra y me preocupa"
Si una mira alrededor percibe que la mayoría de las que vienen a este centro son mujeres.
Sí, el mundo de la espiritualidad, la conciencia y el bienestar está muy ocupado por las mujeres, y eso me alegra y preocupa a la vez. Nosotras estamos despertando y, como se dice en el linaje de Kundalini Yoga del que vengo, esto es la encarnación más elevada que puede existir.
Incluso en la tradición india se dice que hasta Dios se inclina frente a la belleza y a la gracia que tiene una mujer que se despierta a sí misma y a su poder.
¿Y qué pasa con ellos?
Necesitamos el trabajo que los hombres saben hacer, que es contener, crear estructuras, apoyarnos para que nosotras sigamos creciendo, expandiéndonos y desarrollando esta creatividad, este ingenio y toda esta visión.
Somos muy visionarias y somos capaces de abarcar mucho. Es el tiempo de despertar de las mujeres.
Es un equilibrio que hay que encontrar, pero que no se está dando. Cada vez hay más mujeres que prefieren estar solas.
Está pasando mucho y seguramente amigas tuyas, yo misma y amigas mías queremos encontrar parejas que resuenen con la búsqueda interior que estamos teniendo como mujeres.
Estoy convencida de que líderes hombres como lo es el doctor Chopra, Vikram Paul, Rolling o muchos de los que tenemos aquí, en Sages & Scientists, deben servir como inspiración para que otros tomen también la iniciativa de su despertar espiritual y nos alcancen.
¿A qué se debe esa desvinculación del hombre de la espiritualidad?
Han sufrido una especie de limitación cultural tremenda de la que han sido víctimas. En México hay un dicho: "los hombres no lloran".
Para tener un despertar espiritual y una transformación emocional hay que atrevernos a sentir mucho y hay que atravesar lugares de dolor. Hay que atreverse a llorar y a sentir. A veces eso para los hombres no es tan fácil y hay que entender también de dónde vienen, la carga cultural y la sentencia kármica y de destino que han tenido que soportar de no permitirse sentir.
El punto de encuentro, ¿sería la vida consciente?
La vida consciente es la forma en que hacemos todas y cada una de nuestras acciones. Esta conversación que estoy teniendo contigo, ¿qué tan presente puedo estar realmente? ¿Qué tanto puedo sentir dónde también tú estás? Estoy teniendo un diálogo contigo y quiero saber cómo, dónde estás, aunque no te lo pregunte.
¿Dónde empieza ese tipo de vida?
La vida consciente empieza con la calidad de presencia que tenemos en cada una de nuestras acciones, como preparar la cena, cómo te lavas los dientes, cómo haces tu cama, cómo interactúas, cómo abrazas a la gente que trabaja contigo, qué tipo de madre eres, qué tipo de pareja... Haciendo consciente la presencia constante en cada una de nuestras acciones.
¿Cómo despertar?
Lo mejor es que empieces con herramientas muy básicas como poner la atención a cómo estás respirando. ¿Estás poniendo atención ahorita? ¿Tu respiración es profunda o es cortada? ¿Estás agitada? Atención y, también, meditación. Es fundamental.
¿Qué influencia tiene el yoga en todo esto?
El doctor Deepak Chopra practica dos horas diarias de yoga, y yo practico todos los días una hora diaria con mi maestra Gurmukh, que tiene 83 años y aguanta hora y media diaria. El yoga, como la palabra lo dice, significa reconectar, religar con nuestra conciencia activando nuestra energía, nuestra respiración y equilibrando nuestro sistema nervioso trabajando con nuestras glándulas. Y, dentro de este universo, el Kundalini Yoga es la práctica que más me gusta hacer porque es muy rápida.
Vivimos en un momento en el que estamos inflamados, estresados, queremos huir de las ciudades, salir de ahí. ¿Cómo afrontar el miedo de dejar lo que parece que está impuesto por la sociedad y conocer nuestro propósito?
Es un cambio de paradigma imparable. Estamos en un momento en el que vamos a la extinción de nuestro planeta y a nuestra destrucción como humanidad con las guerras, la injusticia, las diferencias sociales y, en definitiva, lo que hemos creado como humanidad. Si ves el mapa general de lo que hemos creado como seres humanos, es muy triste y doloroso, pero cada uno de nosotros tenemos la oportunidad de empezar a hacer las cosas diferentes para que la proyección colectiva sea mucho más justa, pacífica, equilibrada y alegre.
¿Qué poder tiene volver a conectar con la naturaleza?
Hay una frase muy bonita que reza: "todas nuestras células están danzando con la Orquesta Sinfónica del Universo". Somos parte del universo y estamos desconectados porque vivimos la ilusión de la separación y de la individualidad. Cuando volvemos a la conciencia y despertamos, recordamos que somos parte del todo, no necesitamos sintonizarnos, solo recordar que somos parte del todo y volver al ritmo de lo que ya es. Reencontrar ese equilibrio.
¿Cómo emprendemos ese camino de vuelta?
Requiere tiempo y disciplina volver a nosotros, pero no tanto. Si todas las mañanas, durante 60 días, tomas diez minutos de tu tiempo, y antes de pensar en nada te bajas al suelo de tu cama con un cojín o una esterilla, empiezas a respirar a meditar doce minutos, está probado que el cerebro empieza a cambiar su anatomía. Empiezas a tener más conexión entre los hemisferios de tu cerebro y a tener más sintonía con todos los ritmos de tu cuerpo. Mejoras la inflamación, el sueño, ayuda con la depresión y ansiedad.
No hacer esto, ¿acelera el envejecimiento?
Sin duda.
Y hoy día vivimos más, ¿pero vivimos mejor?
No lo creo, no vivimos mejor porque no hemos mejorado como seres humanos. No importa vivir más, importa despertar en conciencia, ser mejores seres humanos.
¿Cuándo vamos a empezar a ver ese cambio?
Tengo esperanza en que las generaciones jóvenes sepan utilizar las herramientas de la inteligencia aritifical para activar mejores mecanismos de distribución de riqueza, de herramientas, de longevidad, de bienestar y, por supuesto, de despertar de conciencia.
¿Cuál es la clave de la longevidad?
La alegría.