La idea de esta entrevista podría haber surgido tras ver la serie Eva & Nicole, protagonizada por Belén Rueda e Hiba Abouk y que, a su vez, estaba inspirada en la vida de dos mujeres empresarias, poderosas y rabiosamente rivales, Oliva Valère y Regine Zylberberg. Conocidas como las reinas de la noche marbellí de los '80 y responsables de colocar esta ciudad de la Costa del Sol en el mapa de la jet set internacional.
Nuestra protagonista, Carmen Navarrete (Londres, 1984), jugaba con muñecas en aquel entonces mientras su padre, directivo de Regine Puente Romano, era competencia directa de Olivia Valère. Y, avatares del destino, años más tarde, la niña se convertía en pupila con nómina de Olivia y se empapaba del negocio. Afortunadamente, su padre no se lo tuvo en cuenta.
Como resultado, Carmen, a sus 40 años, dirige, junto a otros tres socios, el próspero Grupo Mosh, con una fórmula que no falla: buena gastronomía y una experiencia social vibrante: "La aventura del Grupo comenzó en 2016 con Mosh Fun Kitchen, un concepto que realmente fue diseñado para romper esquemas en Marbella. La idea era fusionar gastronomía de alta calidad con un ambiente exclusivo, divertido y lleno de vida, donde la gente se sintiera libre, sin etiquetas y sin el formalismo que muchas veces se asocia con la alta cocina. Un lugar para todos".
Y vaya que lo consiguió. Mosh cuenta hoy con siete súper place to be en suelo marbellí (el asiático NU Downtown está actualmente cerrado): "Con Mosh Fun Kitchen nació la esencia de nuestro grupo y mi oportunidad para demostrar quién era. Mis socios en este proyecto son personas muy importantes en mi vida. Uno es mi marido y los otros dos, amigos de toda la vida. Compartimos la pasión por la innovación en la gastronomía y el entretenimiento, y eso ha sido fundamental para crear algo tan auténtico. Lo cierto es que me siento muy afortunada de poder decir que estamos logrando conquistar los corazones y los estómagos de tanta gente en Marbella", asegura la empresaria.
Hija de sevillanos, criada en Marbella, tan esbelta que sus primeros pasos los dio desfilando para diseñadores locales y certámenes de belleza. Casada desde hace 20 años con Albert Beniflah, marido y socio, y madre de dos hijos de cinco y dos años. Algo estará haciendo bien esta mujer para que el año pasado le otorgaran el Premio Nacional Joven Empresaria de CEAJE (Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios), la única empresaria y proyecto empresarial de origen andaluz reconocidos en la edición 2023.
"Este reconocimiento no solo valida la dedicación que he puesto en Grupo Mosh, sino que también resalta la importancia de la mujer en el mundo empresarial. A nivel personal, me dio motivación para continuar innovando en mi sector y profesionalmente me ha brindado la oportunidad de conectarme con otros jóvenes emprendedores y líderes del sector", comenta.
Carmen destaca en un sector dominado por los hombres y en un Grupo en el que está en inmensa minoría: "Somos cuatro socios y yo la única mujer. Cada uno de nosotros tiene habilidades y enfoques diferentes, lo que nos permite trabajar juntos de manera efectiva, pero creo que las mujeres tenemos una forma diferente de abordar los desafíos y de ver las oportunidades, lo que me permite contribuir con ideas innovadoras y una sensibilidad particular hacia los detalles y la experiencia del cliente. Siento que mi intuición y calma son mis puntos fuertes".
Esas cualidades de Carmen se traducen en crear un ambiente acogedor y auténtico en cada uno de sus locales. Todos con el mismo ADN, pero cada uno con su propia identidad: "Nuestra mayor fuente de inspiración ha sido Nueva York". Sin embargo, cada uno de los siete place to be que regenta tienen un destino de referencia propio.
Playa Padre se inspira en la cultura bohemia de Ibiza y Tulum, donde la buena comida y la música se unen en perfecta armonía; Momento encuentra su esencia en Mykonos, capturando la alegría y el estilo cosmopolita de la isla griega; Motel Particulier toma su inspiración de París y Berlín, donde la vida nocturna y las discotecas son un reflejo de creatividad; Nido Estepona se deja influir por la costa italiana y francesa, creando un espacio acogedor y familiar; y La Cabane, su primer proyecto con Dani García, es un homenaje a Italia, fusionando la estética del mar Mediterráneo con un estilo que evoca la belleza de la costa italiana y donde la buena comida, el ambiente social y la atención al detalle se unen para crear una experiencia inolvidable.
Dolce & Gabbana ha participado con "sus magníficas telas de estampados azules e inspiración mediterránea, ha transformado el espacio en una experiencia visual única" y marca, así, "el inicio de una nueva dirección para el Grupo Mosh, donde la moda y el diseño se conviertan en una parte integral de nuestra identidad".
Carmen se siente tan maravillada del resultado en La Cabane que "de cara a la primavera de 2025, abriremos el segundo proyecto junto con el grupo Dani García, en un edificio emblemático de la ciudad, Aresbank. En esta ocasión, todo el interiorismo lo realiza Lázaro Rosa-Violán y estamos seguros de que será una nueva revolución en Marbella". Pero en su horizonte hay mucho más: "Tenemos puesto el ojo en Madrid y Miami".
He visto una foto de los cuatro socios y me llama la atención que todos seáis jóvenes, guapos y estilosos. ¿Crees que tanta armonía ha influido en el éxito de Grupo Mosh?
Es cierto que en el mundo de la gastronomía y la hostelería la primera impresión juega un papel importante y la juventud y el estilo pueden llamar la atención, sin embargo, creo que la verdadera esencia de nuestro éxito radica en nuestra pasión por lo que hacemos, el compromiso con la calidad y nuestra creatividad y atención al detalle.
Roberto Santamaría, Dom Pastoressa y Albert Beniflah, son tus socios; el último, además, tu marido por el que te has convertido al judaísmo.
Sí, por mi amor por él y por el deseo de compartir plenamente nuestras vidas y valores familiares, me convertí al judaísmo. La conversión no fue solo un cambio religioso, sino también un proceso de inmersión en una cultura rica y diversa. Aprendí sobre las tradiciones, la historia y las costumbres judías, lo que me ha brindado una nueva perspectiva sobre la vida y ha fortalecido aún más nuestros lazos familiares. Es un camino que he recorrido con respeto y dedicación, y me siento afortunada de haber podido integrarme en una comunidad tan cálida y acogedora.
Albert y tú os conocisteis trabajando en Olivia Valère. ¿Quién fue para ti esta empresaria que puso a Marbella en boca del mundo?
En aquella época pudimos ver de cerca el mundo de la hostelería y el entretenimiento en un lugar emblemático. Olivia Valère siempre ocupará un lugar especial en mi corazón. Fue más que una jefa, una maestra. Nuestra relación era muy estrecha, llegando a convertirse en familia. Recuerdo las reuniones en su casa en Marbella durante el invierno y cómo, en una ocasión, me fui a pasar un tiempo con ella en su casa de París. Ella lograba unir el sacrificio con el disfrute, lo que la convertía en una persona excepcional en el mundo de la restauración.
Con ella tuve la suerte de vivir una época dorada en Marbella con personajes emblemáticos como Gunilla von Bismarck, Luis Ortiz, Paris Hilton o Antonio Banderas, un gran amigo de Olivia. En definitiva, esos años me brindaron la oportunidad de conocer a personas increíbles y me ayudaron a forjar mi propio camino.
¿Qué hay en la Carmen de hoy de la Olivia de ayer?
A pesar de que nuestra separación llegó en un momento en que ella ya estaba mayor, nunca se alejó del todo. Se veía reflejada en mis ganas de trabajar, de innovar, de ser detallista y perfeccionista como ella. Pero Olivia venía de una generación donde había marcadas diferencias entre clases y funciones. En cambio, yo me esfuerzo por hacer las cosas de manera diferente. Promuevo un concepto de trabajo en equipo, creando un ambiente donde los trabajadores se sienten realizados y valorados, algo que no era tan habitual en su época.
¿La echas de menos?
Su fallecimiento ha dejado una gran pena en mi vida, se fue sin que pudiera expresarle lo que significaba para mí. No tuve la oportunidad de decirle cuánto la admiraba, no solo como empresaria, sino también como un ícono para todas las mujeres empresarias. Olivia dejó un legado que sigue vivo en todos nosotros, y me esfuerzo por honrar su memoria en cada paso que doy en mi camino empresarial.
Dime, como colofón, algo sin lo que Grupo Mosh no sería lo que es.
La música es la base de todo. En nuestros locales hemos tenido el honor de recibir a varios artistas de la prestigiosa crew de Keinemusik, quienes han venido de manera individual para ofrecer sus sets únicos. Varios DJ como Adam Port, &ME y Rampa que transforman cada actuación en una experiencia inolvidable. O Black Coffee, quien ha dejado una huella imborrable en nuestras noches. Y, por supuesto, el DJ Andrea Oliva que es ya parte de la familia y cuya capacidad para conectar con la audiencia lo convierte en un pilar fundamental de nuestra oferta internacional.