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El vestido de novia
Con tan solo 19 años, la actriz empezó a marcar la historia de la moda con el look elegido para su boda con John Barry: lució un minivestido blanco de ganchillo, de espíritu babydoll.
Hizo eco a una tendencia que también adoptaron varias estrellas en los años siguientes. "Podría decir que las bodas de los años 60 marcaron un antes y un después en la historia de la moda: Jane Fonda, Audrey Hepburn, Yoko Ono o Jane Birkin fueron algunos de los iconos que contrajeron matrimonio en esa década y que eligieron vestidos en versión mini para su enlace. Diseños poco comunes hace más de seis décadas que fueron un elemento de lo más disruptivo al que muchas otras novias siguieron", nos explican los expertos de Fabra.
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El capazo todoterreno
Marcar tendencia significa arriesgar y sobrepasar las fronteras de lo preestablecido. Jane Birkin no dudó en hacerlo a lo largo de su vida, apostando, entre otros, por un complemento fetiche.
"El capazo, asociado al mar Mediterráneo por su relación con culturas como la egipcia o la griega, en la actualidad se trata de uno de los diseños más reconocibles gracias a referentes de estilo como Jane Birkin", destacan los expertos de Zahati.
La estrella lo lucía tanto de día como de noche, en todas las temporadas, con looks más formales o informales, confirmando la versatilidad de este bolso.
"A lo largo de los años, el capazo ha sido objeto de diversas reinterpretaciones por parte de diseñadores de renombre y marcas de lujo. Firmas como Loewe, Jacquemus o Miu Miu han sido solo algunas de las firmas que han incluido este bolso en sus colecciones estivales, convirtiéndolo en un elemento imprescindible en el armario de cualquier fashionista", añaden los expertos. Jane supo sacarle partido y convertirlo en una gran opción.
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Básicos
"Es imposible tener estilo sin confiar en uno mismo". Esta frase resume la apuesta estilística de Birkin, quien siempre abogó por el minimalismo. Adepta de buenos básicos como la camiseta blanca, se puede considerar una pionera del lujo silencioso.
El básico más representativo de su estilo es, sin duda, el vaquero de corte acampanado. Birkin se convirtió en la mejor abanderada de este diseño de jeans, de tiro alto, corte flare y azul, especialmente popular en la década de los 70. Fue un símbolo de un movimiento social marcado por la contracultura de este momento.
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Moda Adlib
Sus diseños de ganchillo, con el blanco como protagonista, la convirtieron en una representante de la moda Adlib ibicenca, y de forma más amplia, de una estética bohemia, en consonancia con el espíritu de una época libre.
"La isla de Ibiza es desde 1971 la fuente de inspiración de una forma de concebir la moda única, con una filosofía basada en el respeto por el entorno y en el concepto slow fashion. Un sello de artesanía que ha recorrido un largo camino desde hace más de 50 años, cuando los primeros hippies tomaron la vestimenta tradicional de la isla y la fusionaron con tejidos y estilos de todo el mundo. Hoy en día, la moda ibicenca se ha hecho un hueco inspirando a los mejores diseñadores y aglutinando propuestas", nos recuerdan los expertos de Adlib Ibiza.
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Pionera del 'naked dress'
En el estreno de Slogan (1969), Birkin, de apenas 23 años, acaparó todos los focos con un minivestido negro, transparente, que decidió llevar sin sujetador y con braguita a la vista. Un look revolucionario, por su osadía y sensualidad, que popularizó el naked dress.
El diseño transparente cosechó un éxito cada vez más importante, por obra de Jane pero también de otras figuras en los años siguientes. "A mediados de los años 70, una joven Cher deslumbraba en la Gala MET con un vestido transparente, solo decorado con plumas blancas y algo de pedrería para tapar ciertas partes del cuerpo. Un modelo que después la llevó a protagonizar la portada de la revista Time. Ese fue el primero de varios naked dress que la acompañarán en su carrera", recuerdan los expertos de Juan Vidal.
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Musa de diseñadores
Otro vestido marcó su historia: este metalizado de Paco Rabanne. Ultracorto y de tirantes, representa una de las facetas de la actriz, rebelde, sensual y osada, sin jamás renunciar a la elegancia.
También corroboró el interés del mundo de la moda por ella, que siguió vinculada a numerosos diseñadores a lo largo de su vida.
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Diva de alfombra roja
Gozaba de una naturalidad y sofisticación nata, que destacaba tanto en el street style como en ocasiones más especiales. Recordamos, entre otros, este diseño elegido por Birkin para presentar la gala SNICOP en beneficio del Variety Club, en Cannes.
Un vestido negro, de plumas y escote palabra de honor, que reflejó la habilidad estilística de la artista y su capacidad para rescatar tendencias, al margen de los básicos.
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Un bolso icónico
En 1981, Jean-Louis Dumas, director ejecutivo de Hermès, se encontró al lado de Birkin en un vuelo París-Londres. La actriz, madre de Kate y Charlotte, se quejó de la falta de comodidad y espacio de su bolso. Dumas no dudó en esbozar las líneas del que se convertiría en uno de los modelos más icónicos de la casa: el Birkin.
En 1984, Hermès comercializó formalmente el bolso. El éxito fue inmediato: su forma generosa, sus asas dobles y su candado, lo hacen inmediatamente reconocible. En la actualidad, sigue siendo uno de los más buscados del mundo: las listas de espera para conseguir un modelo son kilométricas.
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El flequillo Birkin
Además de influenciar el mundo de la moda, también tuvo un impacto en el de la belleza. Su flequillo tupido dio lugar a una tendencia, que vuelve temporada tras temporada y que lleva su nombre.
"Este flequillo se distingue por su efecto peinado-despeinado, un corte algo desfilado. Un tipo mucho más largo de lo acostumbrado. El estilo está en que se corta en cortina posando levemente sobre la frente, llegando incluso debajo de la mejilla y que envuelve parte del ojo sin llegar a taparlo", explican los expertos de DIM Salón.
"Este flequillo resulta bastante sencillo de cortar, ya que es largo, con algunos mechones que llegan a la altura de los ojos, y no requiere mucho mantenimiento. Es tenue, ligero y fácil de arreglar. Su forma es: corto en el medio entre las dos cejas y más largo a los lados. El resto del cabello longitud XXL, tal y como lo lució la estrella en sus años dorados, aunque ofrece versatilidad para poder lucirlo de otras maneras", destaca.
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Una lección de moda
Para Daniele Gennaioli, Jane Birkin nos deja una lección de moda clara: "Que cualquier viaje en avión puede ser una oportunidad para pasar a la historia con una pieza de diseño que lleve tu nombre (así nació el afamado bolso Birkin). Bromas aparte, y, aunque no sea una idea especialmente original, su gran lección de moda radica en el effortless chic, esa sofisticación natural que encarnó en imágenes como la que todos recuerdan: caminando del brazo de Serge Gainsbourg en Cannes, perfectamente vestida, llevando un cesto de mimbre como si estuviera a punto de ir a la playa".
"Mutatis mutandis, quizás esa sofisticación casual y su apariencia guarden cierta similitud con actrices como Sienna Miller, pero creo que es difícil encontrar hoy en día una figura tan impactante desde el punto de vista visual", concluye el experto.
"Mi aspecto es un cóctel. No estoy tan bien arreglada como los franceses, pero no me importa como a los ingleses". No resulta sorprendente que este acto de sinceridad y humildad lleve el nombre de Jane Birkin. La actriz, quien nos abandonó el 16 de julio de 2023, sigue manteniendo viva un aura que solo los iconos son capaces de afianzar tras su fallecimiento.
Nació en el londinense barrio de Marylebone el 14 de diciembre de 1946. Inmersa en la magia del Swinging London, intuyendo su talento, se lanzó rápidamente al mundo de la interpretación, pero también de la música. Estudió en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres.
Tras protagonizar (con cierto escándalo por su desnudez) Deseo de una mañana de verano (1966) y otras películas como Blow-Up (1966) se mudó a Francia para hacer la película Slogan, de Pierre Grimblat. Allí conoció al que se convertiría en el gran amor de su vida: Serge Gainsbourg. Pronto desató la pasión: en 1969, su canción Je t'aime... moi non plus, en la que se pueden percibir los jadeos de Jane haciendo el amor, su sensualidad y espíritu bohemio y libre.
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Birkin sacó a la venta en solitario varios discos, como Baby Alone en Babylone (1983) o À la legère (1999), que la consagraron como artista. Pero además de sus facetas de actriz y cantante, también se convirtió en una referencia fashion, de forma natural y quizá inconsciente.
"Su estilo, andrógino ante litteram, ha vinculado un cierto tipo de glamour con la contracultura de los años 60, ejemplificado en lo que la editora Diana Vreeland definió como el youthquake (o terremoto juvenil). Al igual que Jean Shrimpton y Twiggy, su frágil figura de adolescente redefinió el prototipo femenino de toda una década. Su vigencia radica en el hecho de que, a priori, sus looks son relativamente fáciles de reproducir: unos vaqueros, un jersey y unas deportivas", explica Daniele Gennaioli, coordinador del área de Moda de UDIT, Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología.
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Tal y como recuerda el experto, marcó su generación, pero también las siguientes por ir, en cierta manera, a contracorriente: "En el sentido cosmopolita de fusionar la esencia de la Swinging London con el chic francés, Birkin creó un camino único. De alguna forma, y pese a lo estereotípico que pueda sonar, evocaba la imagen de 'una chica Mary Quant', pero con un matiz de intelectualidad y refinamiento característicos del estilo francés", añade.
"Tanto por sus elecciones personales —incluida su colaboración romántica y profesional con Serge Gainsbourg (casi veinte años mayor que ella y autor del polémico tema Je t’aime... moi non plus)— como por sus inicios en un contexto cultural elevado, donde impuso un modelo juvenil —basta recordar su pequeño papel en Blow Up de Antonioni—, se puede considerar que iba a contracorriente", concluye.
Analizamos los secretos de estilo de una de las figuras más icónicas del mundo de la moda que, año tras año, se sigue asentando como una referencia.