Entrevista

La leyenda del karate Sandra Sánchez: “Estar con mi madre cuando tuvo cáncer vale más que una medalla olímpica”

Entrevista

“Me hablaban de la retirada con miedo, pero está siendo un periodo apasionante”

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Un dojo, el espacio destinado a entrenar artes marciales, es el lugar ideal para tener una cita con la karateka Sandra Sánchez. No es un cliché, esta toledana de 43 años ha dedicado gran parte de su vida a este deporte, ganándolo todo (pero todo) y convirtiéndose en leyenda pese a las piedras que ha encontrado en el camino, que han sido muchas. El karategi ha formado parte de su ADN y sigue estando muy presente, aunque ahora, ya retirada de la competición profesional, lo hace desde otra perspectiva.

El ambiente espiritual, cargado de energía, luminoso, con elementos de la cultura japonesa y de las artes marciales de la prestigiosa escuela Dojo Shubukan en Madrid es perfecto para una conversación íntima e inspiradora y una sesión de fotos en la que esta toledana de 43 años se transforma de deportista a estrella.

Foto uno de Sandra Sánchez con el look uno

Vestido de Inma Linares y pendientes de Luxenter

En los primeros segundos del encuentro con Magas se presenta con un: “Hola, soy Sandra”, como si no la conociéramos de sobra. La humildad como bandera. No está sola, la acompaña Jesús del Moral, otro grande del karate, su entrenador, su socio, su compañero de vida, su todo. Si alguien ha pensado por un segundo que ahora que ya no compite lleva una rutina más relajada, es que no la conoce. Enumerar rápidamente todas las cosas que hace y sus proyectos es una carrera de fondo. Nos quedamos con los más relevantes: una nueva empresa que está a punto de inaugurar, relacionada con el deporte que se llamará Podium Vip, y una película sobre su vida que pronto comenzará a rodarse.

Su camino en el karate no ha sido un camino de rosas, pero la constancia la ha colocado en el lugar que se merece: es dos veces Campeona del Mundo de Karate, siete de Europa, oro olímpico en Tokio y otro sinfín de títulos; además de recibir el Premio Nacional del Deporte en 2019 de manos de la reina Letizia. Por cierto, que hablando de la Reina, nos confirma que cuando ha tenido oportunidad de hablar con ella, le encanta hacer preguntas sobre deporte. Y a Sandra, lo que le gusta es leer, ver películas románticas y estar con los suyos. Sencillo, pero clave en su felicidad.

Foto dos de Sandra Sánchez con el look uno

Hace dos años dejaste el karate profesional después de ganarlo todo. ¿Cómo es tu nueva vida alejada del deporte de alto rendimiento?

Siempre me hablaban de la retirada como ese periodo de miedo al pensar qué hacer con tu vida después de tantos años dedicándote a una única cosa, pero la verdad es que está siendo superapasionante, con muchos proyectos. Primero creé la plataforma Chikara Club, con la que Jesús y yo damos seminarios online de karate alrededor del mundo. Nos dimos cuenta de que mucha gente no tiene los recursos para poder viajar y formarse, yo también pasé por esa fase durante mi etapa deportiva, así que queríamos acercarnos a los interesados ofreciendo una formación transversal. Además del entrenamiento, ofrecemos sesiones de coaching, psicología, nutrición…

También soy presidenta de la Comisión de Atletas de los World Games, que son los juegos olímpicos de los deportes que no son olímpicos, y trabajamos para que en 2025 se hagan unos JJOO que cambien un poco la historia de lo que han sido hasta ahora. También trabajo en varios proyectos para mejorar la situación de las deportistas, de las madres atletas, para favorecer la conciliación familiar, etc.

¿Cuántas horas tiene tu día?, ¿te da tiempo a todo?

¡Sí! También he hecho un máster de gestión deportiva y como soy tan activa, no quería elaborar un proyecto final de máster sin más, sino uno real. Así que he creado una empresa para gestionar una aplicación que ponga en contacto a las compañías y a los deportistas, no como patrocinadores, sino centrada en el servicio que pueden dar como noches de hotel, restaurantes y todo tipo de facilidades en el día a día de los deportistas tanto olímpicos como paralímpicos. Ellos a su vez le darían mucha visibilidad a esos negocios.

Ya nos hemos puesto en contacto con muchas de ellas y está funcionando muy bien. El lanzamiento será en mes y medio, con el apoyo además del Comité Olímpico. También trabajo con la Comisión del Deporte en España.

Foto uno de Sandra Sánchez con el look tres
Foto tres de Sandra Sánchez con el look uno

¿Alguna sorpresa más en este intenso currículum?

¡Sí! Se está preparando un biopic sobre mi vida, con Atresmedia y ya tenemos los actores elegidos. De mí hace Andrea Ros y el papel de Jesús lo interpreta Patrick Criado, llevan muchos meses preparándose para hacer las katas de karate y cosas así. Pero yo voy a ser la actriz de doblaje de mi propio personaje para algunas escenas. Es un proyecto increíble, no solo por lo que supone para mí que hagan una película de mi vida, sino también por mi deporte. Se va a grabar en España y en Japón y va a suponer una gran visibilidad para el karate.

¿Qué sentiste cuando leíste el guion?

Se me removieron muchos sentimientos, no sé explicarlo muy bien. Es como estar leyendo un libro que son tus propios recuerdos, y los hay bonitos, pero también dolorosos. Tengo ganas de saber qué voy a sentir al ver a los actores representando mi trayectoria. Es una gran aventura que vivo con ilusión y ganas.

¿Cómo es tu vida ahora fuera de la competición?

Cuando competía entrenaba una media de seis o siete horas diarias, ahora dos o tres. Sigo entrenando mucho porque damos muchos seminarios y yo soy muy activa, así que hago ejercicios con los chavales, les muestro katas completas. Así también me quito un poco el mono, porque me apasiona entrenar.

Foto uno de Sandra Sánchez con el look dos

Conjunto de Adolfo Domínguez y pendientes Amalgamia

El deporte femenino está en auge, sobre todo en los más mayoritarios como el fútbol. El caso del karate sigue siendo aún minoritario.

Es cierto que estamos viviendo una época muy potente, pero aún hay cosas que mejorar. Por ejemplo, cuando a las nuevas generaciones se les pregunta por referentes, estaría bien que de vez en cuando nombraran a una mujer, pero todavía cuesta mucho. Las deportistas somos visibles solo cuando conseguimos algo extraordinario, algo inimaginable. En mi caso fue al lograr la triple corona: el Campeonato de Europa, el del Mundo y los Juegos Olímpicos el mismo año. Era algo que no se había conseguido nunca y aun así tampoco tuvo una visibilidad brutal. Pero se está trabajando en ello. Iberdrola, por ejemplo, ofrece mucho apoyo.

Es importante ir a los colegios y hacer ese trabajo personal, en redes sociales, etc, para dar visibilidad y que vean que somos de carne y hueso y que el día de mañana pueden ser ellos los que estén ahí.

Foto dos de Sandra Sánchez con el look dos

Echemos la vista atrás, ¿de dónde te viene esa pasión por el karate?

Empecé con cuatro años, pero sin conciencia de nada. Mis padres querían apuntarnos a una extraescolar y eligieron karate para mi hermano y baile para mí, lo normal de aquella época (se ríe y levanta los hombros resignada). Yo le acompañaba al dojo, veía que estaba aprendiendo a pelear y pensaba ‘me va a ganar’, porque peleábamos mucho. Quise hacer lo mismo que él y en casa me cambiaron sin poner pegas.

En cuanto empecé a hacer karate, me enganchó. Siempre digo que soy la persona que soy también por este deporte, porque ha templado un poco mi hiperactividad, mi energía a través de las katas, de la meditación. Sentía que no encajaba en el mundo y aprendí a expresar todo lo que llevaba dentro a través del karate. También me ha servido para canalizar otros momentos complicados de mi vida, como la enfermedad de mi madre, que padeció cáncer de mama.

Y entonces lo dejaste todo para estar a su lado, algo que te penalizó gravemente en tu deporte.

Entré en el Centro de Alto Rendimiento recién cumplidos los 18, con la ilusión, además, de tener la oportunidad de formar parte del Equipo Nacional. A los dos meses de empezar, le diagnosticaron cáncer de mama a mi madre y, sin dudarlo, volví a casa; solo quería estar con ella para apoyarla. Hace 20 años no sabíamos tanto en torno a la enfermedad, pero incluso ahora hay muchas cosas duras que no se ven. Las noches sin dormir, lo mal que se pasa después de cada tratamiento… Hay que estar ahí, a su lado y eso vale más que una medalla olímpica. En ese momento no pensé que pudiera tener consecuencias deportivas.

Foto tres de Sandra Sánchez con el look dos

Foto cuatro de Sandra Sánchez con el look dos

Pero las tuvo y durante muchos años.

Sí, por aquel entonces se interpretó como que había desaprovechado una oportunidad y no se me volvió a llamar, sin darme ningún tipo de explicación. Eso te causa dolor. Así que sí, desaparecí del radar de la federación durante muchos años. Sospeché que si seguía entrenando se darían cuenta y me volverían a llamar… Pensaba, ‘este año va a ser’ e iba pasando el tiempo y nada.

Llegó un momento en el que me centré más en otras facetas de mi vida y me fui un año a Australia. Al volver, me propusieron competir de nuevo a nivel internacional con un club de Dubái y empecé a conseguir medallas. Al fin, con 32 años, conseguí entrar en el Equipo Nacional.

Foto cinco de Sandra Sánchez con el look dos

En este camino te ha acompañado Jesús, ¿qué ha supuesto él para ti a nivel profesional y personal?

Jesús es un todo, es un pack completo. Mi amigo, mi compañero, mi psicólogo y, a veces, mi enemigo también [se ríe]. Le conozco desde hace muchos años, porque él estaba en la Federación de Castilla-La Mancha y me había entrenado alguna vez. Por eso, cuando volví de Australia y me proponen competir, sabía que Jesús era la persona adecuada. ¡Y en un principio no quería entrenarme!, pero yo insistí.

Empezamos a viajar a Japón para absorber más conocimiento, con el fin de llevarlo hacia mis entrenamientos, y todo empezó a florecer tanto a nivel competición como sentimental hasta que se convirtió en mi pareja. Una de las cosas de las que me siento más orgullosa es de que la gente empezó a ver lo mismo que yo veía. Jesús se convirtió en el seleccionador nacional y en su época el equipo tuvo los mejores resultados de la historia.

Foto cuatro de Sandra Sánchez con el look uno

A raíz del caso Rubiales se desencadenó un nuevo #metoo en el deporte, ¿has vivido alguna situación complicada en ese sentido?

Yo nunca he tenido ningún problema en la federación, siempre me han respetado. Pero en el terrero personal, una noche volviendo a casa tuve un problema con un grupo de chicos que me atacaron. Por suerte, supe salir de ahí y no me pasó nada grave.

Eso me hizo tomar conciencia de lo importante que era el karate en mi vida, y de que todas esas millones de repeticiones que hacemos en clase, son necesarias para que la mente y el cuerpo no se bloqueen en una situación de tanta tensión y shock como ese. Fue una situación que cambió mi forma de enfrentarme a la vida. El karate me salvó.

¿Aún hay que cambiar muchas cosas en este deporte para que las mujeres tengan una mayor proyección?

Sí, se ha evolucionado muchísimo, pero faltan pasos por dar. Cuando empecé a hacer karate en clase éramos otra chica y yo, aunque la clase era la misma para todos y todos éramos iguales. Ahora voy a cualquier dojo y está repleto de niñas. Es verdad que a nivel de seleccionadoras falta mucho, porque las que hay son solo de equipos femeninos. Es una tendencia que no entiendo.

Foto dos de Sandra Sánchez con el look tres

Vestido de Tory Burch y anillo de Calaïa

Décadas vistiendo el kimono, pero en eventos y en sesiones de fotos como esta sale el lado más ‘fashion’ de Sandra Sánchez, ¿cómo es tu relación con la moda?

Antes mi fondo de armario era la mitad kimonos y, la otra, chándales y ropa deportiva. Cuando salía de ahí me sentía muy perdida. De pronto te invitan a galas y no sabes qué ponerte. Lo pasaba mal, porque además soy chiquitita y no es fácil encontrar cosas que me sienten bien. Ahora soy más creativa y además me encanta tunear prendas. Me compré una máquina de coser y juego a transformarlas.

En efecto, durante la sesión de fotos Sandra Sánchez se transforma como una crisálida de la que sale una mariposa convertida en estrella. Es una leyenda de su deporte, que ha conseguido cosas extraordinarias como ser la primera mujer en recibir el premio Karate Do Legend y aun así mantiene su humildad.

“No soy la primera en merecerlo, quiero defender a tantas compañeras mías que también deberían haberlo ganado y que hicieron cosas extraordinarias. Costaba pensar que se le podía dar a una mujer en nuestro arte marcial, que al final viene de una tradición de hombres. He roto una barrera y espero no ser la única que lo haga”, confiesa como colofón a esta entrevista. Ante esto solo podemos decir, un placer sensei -el término jamonés para designar a los maestros de artes marciales-.

Agradecimientos

Agradecimientos especiales al espacio Dojo Shubukan