Pepa Romero, la reportera y presentadora más popular: "Creo en Dios, rezo, voy a misa y mi virgen es La Milagrosa"

"Nuestra invitada de hoy es una mujer muy conocida por los telespectadores y bastante por ti, Cruz, porque menuda compañera tienes en Y ahora Sonsoles.  Es una ilusión que hayas venido a Arréglate que nos vamos, querida Pepa Romero". Así presenta Charo Izquierdo, directora de ENCLAVE ODS, el nuevo episodio del pódcast que conduce junto a Cruz Sánchez de Lara, vicepresidenta de EL ESPAÑOL y editora de Magas y ENCLAVE ODS.

Esta periodista, que ha sustituido a Ónega al frente del programa en varias ocasiones, empieza reconociendo que tuvo sus dudas antes de dar ese gran paso."Yo llevo toda la vida siendo reportera, haciendo mucha calle, muchos platós, a veces ejerciendo como copresentadora… Pero lo que es presentar un programa como este, que es un trasatlántico de dos horas, no. Más que nerviosa, estaba tensa por la responsabilidad", confiesa.

La propia Sonsoles le dio un consejo: "Sé tú y disfruta". Y Pepa lo siguió a rajatabla; de ahí su éxito. "Yo creo que la naturalidad es lo único que traspasa la cámara. La gente te ve a ti, no un personaje. Yo lo noto mucho en la gente que me para por la calle. Es maravilloso y hay veces que me emociono con lo que me dicen", añade. 

Pepa Romero posa junto a Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo. Esteban Palazuelos

Por supuesto, no faltan en esta charla los piropos hacia el alma mater del espacio de las tardes de Antena 3. "Sonsoles es maravillosa, ella sí tiene esa naturalidad, esa cosa que traspasa, que parece que está en el salón de tu casa", asegura Romero, mientras Charo y Cruz, que la han tenido como invitada al pódcast, asienten.

Pepa Romero estudió Periodismo, lleva 15 años como reportera y estuvo cinco en el equipo de investigación de La Sexta, así que ha hecho grandes reportajes y sus ojos curiosos han visto muchas cosas. Se le pregunta cuál es la imagen que más le ha impactado durante su trayectoria y ella busca en su memoria antes de responder.

"Antes de que llegase el COVID, se comentaba el tema del virus, pero no con seriedad. Entonces nosotros en Equipo de investigación dijimos 'oye, habrá que hacer algo, ¿no?'. Porque ya empezaba a llegar a Europa, a Italia. Se lo propusieron a un compañero y lo rechazó, porque le daba miedo. Yo dije que sí, porque tampoco sabía muy bien adónde iba. Mi madre siempre dice 'tú no es que seas valiente, lo que eres es muy osada, como que no te lo piensas", relata.

"Cuando llegué a Milán con el cámara, me encontré una ciudad completamente vacía, pero tampoco lo entendía muy bien. Y ya la imagen que me pareció brutal fue cuando fuimos a Codoño, que era el pueblo donde estaba el paciente número uno de Europa, para entrevistar a uno de sus amigos y vimos el lugar rodeado de carros blindados, policía, militares, coches fúnebres… Se estaba muriendo la gente ahí dentro y me pareció que estaba como en una película", confiesa.

Un dato curioso de Pepa Romero es la razón por la que decidió hacer Periodismo: fue su madre quien la animó a meterse en este mundo. "Ella es como Leonardo da Vinci, hace de todo. Es abogada y periodista de corazón, estudió Teología y también escribe. Ganó premios de poesía y ahora la estoy animando a que termine una novela que empezó. Yo de pequeña siempre quería que me grabaran, haciendo entrevistas a mi hermana y esas cosas… Todo eso mi madre, que es muy intuitiva, lo iba viendo y cuando llegó el tiempo de las solicitudes para la Universidad me dijo que hiciera Periodismo".

Algo inaudito, más por aquella época. "A mí, mi padre no me dejó hacer esa carrera", dice Sánchez de Lara. Antes se tenía la idea de que no era una profesión con futuro. "Mis hermanos, por ejemplo, estudiaron los dos empresas, y eso siempre te da un poquito más de posibilidad de salir mejor adelante. Vivir del periodismo bien no es tan fácil", reconoce la invitada al pódcast.

Y hay más curiosidades que se destapan en este episodio, como las dotes musicales de Pepa, que no duda en ponerse a cantar para deleite de sus anfitrionas. "¿Sabéis que yo de pequeña me quería presentar al programa Lluvia de Estrellas? Pero tenía un examen y no pude ir", revela. Seguidamente, con una pequeña guitarra que se trajo de Tailandia (donde estuvo cubriendo el polémico caso de Daniel Sancho) entona un tema.

Y lo hace muy bien, aunque de joven no le permitieron entrar en el coro. Pero sí cantó en eventos familiares. "Lo hice, por ejemplo, en la boda de mi hermano, que fue durante la pandemia y éramos muy poquitos. Ahí saqué todas las canciones de misa, que me las sé todas", dice entre risas.

"Porque tú eres muy religiosa", interviene Charo, a lo que Pepa contesta: "Sí. A ver, no soy cinturón negro… O sea, creo en Dios, rezo, voy a misa, etc. Mi 'supercura' es el Padre Carreño, que era mi profesor de Historia en Ferrol y es impresionante. En su homilía te da un chute de energía y sales de ahí diciendo que te vas a comer el mundo. Me he criado con esas creencias en casa y mi Virgen es la Milagrosa".

"¿Qué es la última cosa que le has pedido?", le preguntan. "Que no deje de sentir nunca a mi abuela, que se ha ido hace poco, el 3 de enero. Quiero sentirla cerca. Ella era completamente arrolladora. Lo es porque sigue ahí… Un ser de luz maravilloso. Y, además, una mujer con una fortaleza extraordinaria y una belleza inigualable", dice muy emocionada.

Gallega de nacimiento, no duda en reconocer ante el micrófono de Arréglate que nos vamos que siente morriña de su tierra. "Yo soy muy sensible y no me gusta nada, quiero ser más despreocupada. Sufro con la distancia de mi familia. A veces pienso que la vida se va yendo y me paso tres meses sin ver a mis padres. Voy todo lo que me permite mi trabajo, que es poco. Y la tierra, el olor… Nosotros estamos constantemente hablando por teléfono", asegura.

Ya de paso, la periodista aprovecha para lanzar un mensaje a los que mandan en el Gobierno: "Qué injusto que para poder desarrollar mi carrera tenga que estar en una ciudad a 600 kilómetros y que nos tengan abandonados con el tema del transporte. Es horrible. Ahora mismo ya no hay trenes directos a Ferrol". Quizá este alegato sirva para que le den el papel de pregonera de las fiestas de su ciudad este año… 

Para terminar, nada mejor que hablar de sentimientos. "Qué difícil es encontrar el amor de la vida. A mí me gustaría tener uno y ya, porque si no luego se acumulan y es demasiado. Hablo mucho con mi madre del amor. Yo lo tengo idealizado. El romanticismo lo matan las relaciones", dice Pepa. 

"Lo que pasa es que yo siempre he elegido historias que tuviesen un poco de ingredientes como de novela. Entonces, eso siempre termina con drama y mal. Mis relaciones han sido con personas a las que he adorado, pero con cosas que yo sabía que tenían una dificultad. No sé por qué. Eso a lo mejor habría que analizarlo con un psicólogo. Quizá me diría que tengo miedo al compromiso", reflexiona.