Era la nuera favorita de la reina Isabel II y uno de los mejores valores para la Familia Real británica. Sophie de Edimburgo (antes condesa de Wessex) tiene una agenda oficial personal que desempeña con profesionalidad y cercanía tanto dentro como fuera de las fronteras de su país. Su último viaje ha sido a Etiopía, hasta donde se ha desplazado como Embajadora Mundial de la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB). Allí ha podido conocer de primera mano el trabajo transformador de la organización benéfica internacional de atención oftalmológica Orbis y participar en las festividades nacionales del Día Mundial de la Vista.

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La salud ocular es una de las grandes preocupaciones de la esposa de Eduardo de Inglaterra, pues es algo que le toca muy cerca. Su hija Lady Louise nació con esotropía, una rara dolencia que hace que el ojo se vuelva hacia afuera y provocó que tuviera problemas con su visión. Tuvo que pasar por una cirugía con sólo 18 meses y otra más tarde. Ahora se encuentra bien y puede ver sin problemas.

La duquesa, con víctimas de violencia en Tigray. Unicef

Además, este viaje al país africano también ha estado centrado en otro de los problemas que más le preocupan: la violencia contra las mujeres. La duquesa ha sido testigo de la gran labor de UNICEF en la región de Tigray, en respuesta al impacto devastador y de gran alcance de la violencia sexual relacionada con los conflictos y la violencia de género. Sophie Rhys Jones lleva años volcada en la defensa de la Iniciativa para la Prevención de la Violencia Sexual en Conflictos (PSVI) y ha viajado mucho para darle visibilidad al problema. 

Entre las distintas actividades que cumple en Etiopía está también la visita el campo de desplazados internos de Sabacare, que tiene una población de más de 16.000 personas, la mayoría de ellas mujeres y niñas. Allí tuvo la oportunidad de escuchar los testimonios sobre los desafíos actuales que enfrentan y la ayuda especializada que reciben de trabajadores capacitados apoyados por UNICEF. 

Otra de las paradas de su agenda fue el Centro One Stop (OSC) del Hospital Ayder para supervivientes de violencia de género. La duquesa de Edimburgo se interesó por la variedad de tratamientos médicos y de asesoramiento que han ayudado a cientos de mujeres en medio de la crisis humanitaria. Seguidamente visitó el Centro de Desarrollo de la Mujer, una organización benéfica que equipa a mujeres vulnerables para ayudarlas a llevar una vida independiente con un empleo seguro.

A finales de esta semana, irá a una clínica de salud y un hospital rural donde se realizan diariamente exámenes médicos y cirugías para salvar la vista con el apoyo de la organización benéfica Orbis. Allí conocerá a pacientes cuya vista ha sido recuperada y asistirá a una conferencia sobre cómo eliminar el tracoma.

Sophie juega con unos niños en un centro de refugiados. Unicef

Una maleta llena de color

La cuñada del rey Carlos III viajó con una maleta llena de ilusión y determinación... y también de looks perfectos. No en vano ella es otro de los miembros más estilosos del clan Windsor. A su llegada el pasado 7 de octubre asistió a una recepción en la embajada británica en Etiopía en apoyo de la inclusión y la discapacidad. Lo hizo luciendo un precioso vestido floral de Erdem en blanco y negro, repetido. Al día siguiente, insistió con el mismo estampado pero con un poco más de color, eligiendo un diseño nuevo de la firma Me+Em de manga larga y cuello caja y unas alpargatas repetidas de Penélope Chilvers. El día 9 de octubre visitó la sede de las aerolíneas de Etiopía con un look más formal y elegante: un vestido camisero de estreno de Max Mara de largo midi y en color azul, con clutch de serpiente de Sophie Habsburg y salones Jimmy Choo.

Los 'looks' de la duquesa en Etiopía. Unicef