Se ha desatado la leonormanía. Sin duda alguna, la Princesa de Asturias está viviendo el mes más intenso de su vida. Durante estas últimas semanas, Leonor está siendo un descubrimiento para toda España. En las retinas de los españoles se empiezan a acumular momentos históricos protagonizados por ella, como su jura de bandera en la Academia General de Zaragoza, su primera recepción en el Palacio Real por el día de la Fiesta Nacional o la próxima jura de la Constitución del día 31 de octubre.
Las hijas de Felipe y Letizia han sido el secreto mejor guardado de Zarzuela. Sus padres quisieron, y lograron, que vivieran una infancia apartada de las cámaras y de la forma más normal posible. Pero todos, dentro de la Familia Real, saben que ha llegado el momento de romper el cascarón, salir para mostrarse al mundo y darse a conocer a los españoles, que son, en definitiva, los que tienen que querer a la heredera.
Han sido muchas las imágenes impactantes de estos días de atrás, pero es ahora cuando empezamos a vislumbrar el carácter de la Princesa. Cuando en alguna ocasión, estas han sido pocas y se cuentan con los dedos de las manos, los periodistas han podido acercarse a Leonor, siempre ha tenido a su lado a una Reina vigilante y atenta, que ha acotado o matizado cualquier palabra de su hija que se pudiera malinterpretar o sacar de contexto.
Así que, para conocer a la verdadera Leonor, hay que analizar entre sus discursos para encontrar a la mujer en la que se está convirtiendo. Su primer discurso fue en 2019, cuando estaba a punto de cumplir 14 años. Aunque es cierto que la primera vez que la escuchamos hablar en público fue un año antes, cuando el mismo día que cumplía los 13, acudió al Instituto Cervantes de Madrid para formar parte de una lectura colectiva de la Carta Magna española con motivo de su 40 aniversario.
Casi un año después, ya en Asturias, dio su primer discurso oficial, unas preciosas primeras palabras en las que habló del amor que su madre, la reina Letizia sentía por esa tierra a la que ella se sienta también tan unida. En el mismo escenario, según han ido pasando los años, ha mantenido esa referencia hacia el lugar que le da título. Sin ir más lejos, el año pasado dijo: "una tierra a la que tanto quiero y donde mi hermana Sofía y yo nos sentimos siempre en nuestra casa".
A pesar de que nadie puede negar que Leonor es una privilegiada, ha podido estudiar en los mejores colegios del mundo y está rodeada de un ambiente digo de envidia, lo cierto es que en sus discursos se ve que conoce y siente la realidad de la gente joven y hace mucho hincapié en su situación y circunstancias: "Siempre con la esperanza de que todo mejore y conscientes de que estamos preparados para cualquier cosa a la que tengamos que enfrentarnos".
Una de las cosas que más llama la atención de los discursos que Leonor en los Premios Princesa de Asturias es que cuando habla sobre los distintos galardonados intenta hacerlo en el idioma de cada uno de ellos. Por eso, la hemos escuchado hablar en inglés, francés o árabe.
Además de en los galardones que acaban de celebrarse en Oviedo, la Princesa ha realizado ya cuatro discursos en los Princesa de Girona. Esta última edición ha sido la primera en la que la hija mayor de los Reyes y su hermana, la Infanta Sofía, han pisado la provincia catalana que le da nombre al título que ostenta Leonor, ya que las otras tres ediciones se hicieron tres en Barcelona y otra en Cornellá.
Su estreno en los Princesa de Girona coincidió con el décimo aniversario de la creación de la fundación, para ese momento, la todavía niña subió acompañado de su padre, el Rey y habló en un perfecto catalán, hecho por el que recibió una larga ovación. Estos galardones premian el talento y la capacidad de emprendimiento de las nuevas generaciones, por lo que en las palabras de la heredera siempre hace referencia a ellos.
A medida que la princesa ha ido asumiendo mayor protagonismo y más responsabilidades, esto se refleja en sus intervenciones públicas, en las que se le nota más segura y cómoda. En el último discurso, este verano en Girona, la futura reina hizo referencia a su formación militar, que estaba a punto de comenzar, afirmando "es un momento importante en mi vida y me siento con muchas ganas".
En todos sus discursos hay un punto en común, la preparación tanto en su contenido como en su puesta en escena, tras los que se puede ver la ayuda de su madre, una verdadera experta a la hora de comunicar.
Ahora solo nos falta esperar al 31 de octubre, cuando realice su discurso más largo e importante al jurar la Constitución en sesión conjunta de Congreso y Senado. En un formato más breve, la volveremos a escuchar hablar cuando después de prometer ante la Carta Magna reciba, en el Palacio Real, el Collar de la Orden de Carlos III, de manos de su padre, el Rey.