La visita de la Reina a Tudela (Navarra) para presidir por tercer año consecutivo el Festival de Cine Ópera Prima Ciudad de Tudela, que en esta edición ha rendido homenaje a Carlos Saura y Fernando Méndez-Leite, ha dejado algunas anécdotas reseñables. Era su reaparición tras la jura de la Constitución y la celebración del cumpleaños de su hija Leonor y la verdad es que ha sorprendido con su look y con su radiante sonrisa.
[El emotivo gesto protector de Leonor con Letizia: el motivo de su preocupación por la Reina]
Había ganas de verla, pues su aparente cansancio y seriedad en el gran día de la Princesa de Asturias había generado algo de preocupación. Este viernes 3 de noviembre, Letizia estaba guapísima y de lo más cercana y cariñosa con todo el mundo. Estrenaba un vestido de Cortana, una de sus firmas favoritas, en gris, con escote y drapeados estratégicos que marcaban su espectacular figura. ¿Su precio? 800 euros.
La primera cosa curiosa de la jornada se producía a su llegada el cine Moncayo de Tudela donde tenía lugar el acto. La esposa de Felipe VI calzaba unas elegantes botas mosqueteras firmadas por Nina Ricci, que tiene desde hace un tiempo. Son de tacón alto y todo iba bien hasta que ha tenido que cruzar una isleta de la calle. Los tacones altos se clavaban en el césped y luego tenía que dar un pequeño salto. Aún así, lo ha resuelto con maestría, pero su cara de concentración para no dar un traspié y caerse era evidente.
Antes de entrar al festival ha saludado a la gente allí congregada, se ha hecho selfies con todo el mundo... y también ha recibido regalos. Los tudelanos no han dudado en felicitarla por el reciente cumpleaños de la heredera y también le han hecho entrega de varios regalos. Letizia ha recibido un saquito lleno de nueces y también le han llevado un enorme pan con el nombre de Leonor y el número 18.
El gesto de sorpresa al verlo como diciendo: "¿Y queréis que me lleve esto?", ha sido muy divertido. Se desconoce si han podido entregárselo a alguien del equipo que acompaña a la Reina o han tenido que llevárselo de vuelta a casa. Sea como fuera, el objetivo que era tener un detalle con la Princesa de Asturias se ha conseguido.
Su actitud positiva y vitalista contrastaba con la seriedad del día 31 de octubre, fruto sin duda de los nervios. Una de las reporteras que informaban sobre el acto le preguntaba si estaba contenta tras la celebración de la mayoría de edad y ella contestaba: "Sí, claro". Esta es la última cita de la semana para la Reina, que podrá descansar un poco antes de emprender viaje a Dinamarca, donde ella y Felipe VI realizarán una visita de Estado del lunes 6 al miércoles 8 de noviembre. Este fin de semana también tienen que despedir a la infanta Sofía, que regresa a Gales tras su periodo vacacional.