La última aparición pública de la Princesa de Asturias para presidir por primera vez la apertura de la legislatura ha dejado clara una cosa: la operación 'parecerse a Letizia' está en marcha. Tras cumplir la mayoría de edad, Leonor adopta un papel mucho más importante dentro de la Corona, lo que va acompañado también de un cambio de imagen para adaptarse a su papel como heredera de hecho. No nos cansamos de repetir que desde que cumplió 18 años puede acceder al trono en cualquier momento, sin necesidad de que su madre actúe como regente, y esa no es una cuestión menor.
Poco a poco, su agenda institucional irá cobrando relevancia, como demostró su presencia en las Cortes el pasado jueves 30 de noviembre. Entonces, la Princesa demostró que Letizia es su ejemplo a seguir; también en lo que se refiere a la imagen. Por eso, cogió prestadas algunas piezas infalibles del armario de la Reina para darle un aire más adulto a su estilismo. Solo estrenó el vestido, de Adolfo Domínguez y unos zapatos de Hugo Boss; ambas firmas fetiche de su madre.
El abrigo camel de Carolina Herrera y el bolso de la misma marca pertenecían a Letizia, así como los pendientes de diamantes y esmeraldas de Gold&Roses que tantas veces le hemos visto puestos a la esposa de Felipe VI. El resultado: una Leonor más Letizia que nunca, elegante y pareciendo unos años mayor. Sin embargo, el primer detalle detrás de esta mimetización tuvo lugar precisamente el día de su cumpleaños.
[El regalo más especial que recibirá Leonor en Zaragoza tras cumplir 18 años]
La futura reina de España recibió un regalo significativo y carísimo de sus padres. Se trata de una joya muy especial, que lució en su jura de la Constitución y que fue elegida a conciencia para casar con su nuevo estilo, su inspiración y sus deberes reales. El monarca y su esposa se decantaron por unos pendientes de oro blanco, diamantes y tanzanitas, según publica la revista ¡HOLA! Es el modelo Sasa Crawler y están firmados por la casa que ha conquistado a la Reina desde hace unos años: Gold&Roses.
En la web de la marca se explica el significado de la pieza: "Sasa (en swahili 'ahora') simboliza a través de la tanzanita el anhelo de nuestra generación: vivir intensamente cada momento como si nunca fuera a terminar. El movimiento de los diseños Sasa sugiere un continuo renacer entre lo efímero y lo eterno". Los pendientes se pueden colocar en diferentes posiciones, con la gema colgando en vertical, como hizo Leonor, o en horizontal ocupando parte del lóbulo. El precio no es apto para cualquier bolsillo: 1.885 euros.
Este obsequio ya forma parte del joyero personal de la Princesa de Asturias que irá aumentando a partir de ahora, aunque también tiene disponibles piezas de su madre y de la Familia Real para poder lucir en sus eventos más importantes. Aún esperamos el momento de verla lucir su primera tiara.
Los pendientes de tanzanitas no son los únicos que recibió por su mayoría de edad. El Govern de Mallorca le regaló también unos pendientes en oro amarillo con brillantes, valorados en 1.250 euros, creados por la joyera mallorquina Isabel Guarch, una de las preferidas de la emérita Sofía y también de Letizia. Están inspirados en el rosetón del portal mayor de la Catedral de Palma. Por su parte, el Principado de Asturias le entregó una medalla en nácar y oro con una imagen de la Virgen de Covadonga, obra de Quirós Arte Joya.