Nadie lo esperaba, pero ella, fiel a su carácter trasgresor, dio la sorpresa el pasado 31 de diciembre, el último día del año, anunciando su abdicación. Lo hacía en un momento especialmente convulso, tras los rumores sobre la vida personal del heredero, así que a Margarita II no lo tembló el pulso y renunció en favor de su hijo mostrándole su apoyo total. La reina de Dinamarca se quitará para siempre la corona el próximo 14 de enero y se llevará a cabo mediante varios actos oficiales solemnes.
Así será la abdicación de Margarita II, paso a paso. Los preparativos ya están en marcha y todos trabajan a contrarreloj. Que nadie espere ver fastos tan pomposos como los de coronación de Carlos III en mayo de 2023, aunque sí habrá detalles regios como el carruaje histórico que trasladará a la soberana, presencia militar y salida al balcón de palacio. Los nuevos reyes, Federico X y Mary, tendrán un gran protagonismo y también su primogénito y heredero.
El programa ya se puede ver en la web oficial de la casa real donde se detalla lo que ocurrirá desde primera hora de la mañana del domingo 14. Cuando accedió al trono para suceder a su padre, Margarita supo que era algo "para toda la vida. Mi destino", según sus propias palabras en una entrevista concedida en 2016. Sin embargo, a sus 83 años, ha decidido que llegó la hora de retirarse y este es el modo en que los daneses se despedirán de ella.
La hoja de ruta
El domingo a las 13.35 h, el príncipe Federico y su esposa, acompañados de su primogénito, Christian, se trasladarán en coche desde el Palacio de Federico VIII en Amalienborg hasta el Castillo de Christiansborg. Son apenas dos kilómetros los que separan las dos residencias reales. Casi simultáneamente, la Reina viaja en el carruaje desde el Palacio de Christian IX hasta el mismo lugar, escoltada por el escuadrón a caballo del Regimiento Guardhussar.
Se utilizará un carruaje histórico, construido entre 1891 y 1892 por el fabricante Schulz en Copenhague, que fue un regalo de los artesanos a Christian IX y a la reina Luisa por su boda de oro el 26 de mayo de 1892. Está fabricado en caoba lacada en negro con el escudo de Dinamarca en ambas puertas. El asiento alto del coche aparece cubierto con una manta de terciopelo de seda roja original, decorada con bordados dorados, flecos dorados y borlas doradas. Este fue el primer carruaje danés en tener luces eléctricas instaladas. El interior ha conservado su interior de seda blanca con los nombres de Cristian IX y Luisa entrelazados con el escudo de armas y las coronas danesas.
A las dos de la tarde se celebrará el Consejo de Estado en el Castillo de Christiansborg, en el que participará Margarita II, Federico y su hijo mayor (el pasado, presente y futuro de la monarquía) junto a los miembros del Gobierno y el Secretario del Gabinete en el Consejo de Estado. Ahí es donde se produce el cambio de trono, cuando la Reina firma una declaración de su abdicación. Tan solo quince minutos más tarde, la ya exreina regresa hasta el palacio de Christian IX mientras que los nuevos soberanos, Federico X y Mary, ofrecen una recepción en el castillo Christiansborg.
Habrá que esperar hasta las tres de la tarde para ver al rey salir al balcón, proclamándose el cambio de trono y pronunciando un discurso ante sus súbditos. Seguidamente, se dispararán salvas desde la fortificación de Battery Sixtus en Holmen(Copenhague) y la bandera real será arriada del Palacio de Christian IX e izada en el Palacio de Federico VIII, Amalienborg.
Ya como jefe del Estado, Federico X y su esposa viajarán en el mismo carruaje utilizado por Margarita con dirección a Amalienborg, escoltados por el escuadrón a caballo del regimiento de la Guardia. El acto final del día tendrá lugar a las cinco de la tarde con el traslado de estandartes reales.
El lunes 16 de enero, la familia real participa en la celebración del cambio de trono en el Parlamento y posteriormente en una recepción.
Unos días más tarde, el domingo 21, los reyes, sus hijos, Margarita y el resto de los Glücksburg reparecerán juntos en un servicio religioso que se celebrará en la Catedral de Aarhus, al que también asistirán representantes de la Dinamarca oficial y de la ciudad de Aarhus. El servicio estará oficiado por el confesor real y obispo de la diócesis de Aarhus, Henrik Wigh-Poulsen.