Es la imagen del día, la que no se esperaba ver en la visita de la esposa de Felipe VI a Salamanca para cumplir con dos actos de su agenda institucional. Sobre las 11 de la mañana de este martes 20 de febrero, Letizia aterrizaba en el aeropuerto de Matacán, donde ha recibido una sorprendente bienvenida.
Un grupo de agricultores con sus tractores la esperaban a la salida. Ataviados con chalecos reflectantes y pancartas, unas 25 personas se han colocado en el arcén de una glorieta de acceso al aeropuerto y al pasar la comitiva de la Reina la han aplaudido.
Según sus propias palabras, lo que pretendían era que ella les viera para seguir reivindicando su postura, pero sin hacer ruido ya que por motivos de seguridad no se les permite. Lo que quizá no esperaban (o sí) ha sido la reacción de la madre de Leonor y Sofía, siempre mostrando su solidaridad y empatía con sus demandas.
No se ha parado, porque tampoco se lo hubiera permitido el protocolo como es lógico, pero no ha dudado en bajar la ventanilla del coche oficial y los ha saludado con la mano mientras el vehículo seguía su ruta. Los agricultores han agradecido esta muestra de solidaridad; sutil, pero definitiva.
Así era la llegada de Letizia a Salamanca, donde este martes 20 de febrero ha tenido una jornada muy ajetreada. Primero ha asistido a la presentación del proyecto Salamanca 'Ciudad del español', una iniciativa del Ayuntamiento y la Universidad de Salamanca, juntamente con la Real Academia de la Lengua y con la organización Asociación de Centros Educativos Hispanohablantes de Estados Unidos.
Sonriente y luciendo su abrigo camel de Carolina Herrera, bajo el que llevaba un vestido verde de la marca española Dándara, ha saludado a la multitud que esperaba en las inmediaciones. Se ha acercado a los salmantinos, intercambiando breves frases con algunos de ellos y también ha aceptado hacerse varios selfies.
Terminado este primer compromiso, la Reina ha visitado la exposición del legado de Carmen Martín Gaite que se conserva en el Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca (CIE-USAL), en el marco de la proclamación del premio Arte 2024, de la Fundación Princesa de Girona, en la segunda etapa del Tour del talento.
Aunque este evento tendría que haber sido presidido por Leonor, ya que se trata de la fundación que lleva su nombre, la princesa está centrada en su instrucción militar. Además, este 20 de febrero participaba en un acto importante: el aniversario de la Academia General Militar de Zaragoza, donde ha vuelto a lucir el traje de gala del ejército de Tierra.