La visita oficial de la reina consorte de los belgas a Costa de Marfil como defensora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU se produce con la idea clara de luchar para la erradicación de la pobreza y las desigualdades.
Entre los muchos testimonios que pudo escuchar durante su viaje, Matilde de Bélgica se quedó muy afectada al conocer las duras historias sobre abuso sexual entre las niñas y adolescentes del país africano.
Fueron tres días muy intensos, repletos de actividades oficiales, que ella atendió incansable mostrando su lado más cercano. Es un viaje de cooperación como los que hace cada año Letizia y que tenía como objetivo comprobar los avances de las campañas solidarias puestas en marcha, y la manera en la que afectan al desarrollo de la población.
En Costa de Marfil pudimos ver a la reina Matilde haciendo de todo: ha visitado hospitales, fundaciones benéficas, escuelas, plantaciones de cacao donde se ha atrevido incluso a trabajar con el resto de agricultores y ha demostrado que tiene dotes de futbolista haciendo un saque de honor.
Pero, sobre todo, lo que ha hecho es hablar con los marfileños y marfileñas para interesarse por sus vidas, sus dificultades y sus retos.
Una de las cosas que más impresionó a Matilde fue escuchar los dramáticos testimonios sobre abusos sexuales en primera persona.
Conmocionada, compartió sus impresiones con el periodista Wim Dehandschieter para el periódico belga HLN, al que confesó: "Esas niñas tenían catorce, quince años. La edad de mi hija menor (Eléonore de 15 años). Me dije a mí misma: 'Vaya, qué jóvenes y ya han pasado por experiencias tan horribles'. ¡Qué trauma! Sin embargo, ha continuando riendo. Con su resiliencia y perseverancia son un ejemplo para muchos".
Durante uno de los encuentros que mantuvo con jóvenes en Costa de Marfil, una de ellas rompió a llorar, lo que hizo que la Reina se volviera a emocionar profundamente. "La habían vendido a su tío, que era cuarenta o cincuenta años mayor. Abusó de ella y la contagió de SIDA. Entiendo por qué estaba tan emocionada", comentó Matilde con el citado periodista.
La esposa del rey Felipe deja claro en esa entrevista que siempre intenta ofrecer calor y empatía a las personas que sufren: "Realmente tienen que confiar en que estoy ahí para ayudarlos". Además, en los distintos actos que atendió en el país, reveló algunas cosas de su pasado como que fue logopeda antes de casarse.
Lo hizo durante un encuentro con niños sordos. "Es cierto que trabajé unos años como logopeda, también estudié psicología. Aprendí mucho durante mis estudios y mi experiencia laboral: escuchando a la gente, intentando resolver problemas juntos... Allí se despertó mi sensibilidad hacia la vulnerabilidad. Quiero estar ahí para las personas más vulnerables del mundo", confesó.
Para Matilde trabajar para hacer realidad la agenda de Naciones Unidas es algo importante que le llena de satisfacción. "Es una agenda ambiciosa con muchas expectativas. Va demasiado lenta y todavía queda una enorme cantidad de trabajo por hacer. Todo eso es correcto. Pero debemos ser ambiciosos para la próxima generación. Creo que es tan importante escuchar a los jóvenes. Marcar la diferencia. Una vez más, es una agenda ambiciosa, pero los jóvenes merecen una agenda tan ambiciosa para sus vidas", ha asegurado.