La ola de solidaridad desatada tras el anuncio de la esposa del futuro rey de Inglaterra anunciando que padece cáncer la ha reconfortado en este durísimo proceso que atraviesa. Kate Middleton tiene una larga lucha por delante que afronta con valentía y optimismo, rodeada de sus seres queridos. Pero también hay una española que no pertenece a su familia, pero que se ha convertido en una pieza fundamental de su recuperación.
La mayor preocupación de la Princesa de Gales antes de emitir el comunicado era, por supuesto, proteger a sus hijos y asegurarse de que entendían bien lo que estaba sucediendo. Ella misma lo especificó con estas palabras: "Lo más importante, nos ha tomado tiempo explicarles todo a George, Charlotte y Louis de una manera apropiada para ellos, y asegurarles que voy a estar bien".
La esposa del príncipe Guillermo ya está recibiendo tratamiento de quimioterapia tras la operación abdominal a la que se sometió en enero. Aunque no han dado datos precisos al respecto, la convalecencia será larga y lenta, lo que impide que haga una vida normal y que regrese a sus deberes reales. Se esperaba su reaparición en Semana Santa, pero eso ya ha quedado descartado.
En este proceso, la ayuda de María Teresa Turrión Borrallo, la niñera española de los tres hijos de la Princesa, resulta crucial. Lleva trabajando para los herederos al trono desde 2014, meses después de que naciera el primogénito de la pareja. Desde entonces, es una de sus personas de confianza. No solamente para ayudar a la Princesa con la intendencia diaria de los niños como ya hacía habitualmente, ahora tendrá que estar más presente si cabe en la vida familiar debido al delicado estado de salud de Kate y a su necesidad de tranquilidad y reposo.
Esta palentina de 53 años, de firmes creencias religiosas y educada en centros católicos de su ciudad natal, decidió mudarse a Inglaterra y formarse en pedagogía. Para ellos escogió un reconocido centro británico llamado Norland College. Fundado en 1892 tiene una reputación mundial por su excelencia en la educación infantil. La matrícula para estudiar allí ronda los 40.000 euros y de sus aulas han salido nannys que trabajan para la aristocracia británica e internacional.
Las niñeras Norland, como ellos mismos las llaman, tienen un ideario y también una imagen muy a la vieja usanza, al más puro estilo Mary Poppins, con uniforme sobrio y sombrero. En cuanto a su forma de trabajar, deben cumplir con un código de responsabilidad que es "poner las necesidades de los niños y sus familias" y también "respetar el derecho a la privacidad en todos los aspectos". Así lo expresa su manual. Estos dos aspectos son precisamente lo que la Princesa de Gales más necesita en estos momentos.
No hay duda de que María Teresa es actualmente una persona fundamental para Kate. Así lo comentaba un especialista en realeza en el periódico Daily Mail: "Kate obviamente ha tenido una cirugía importante. Necesitará descansar tanto como pueda. Esto significa que dependerá mucho de María en las próximas semanas y tal vez meses. Sus manos son indispensables".
Ha viajado con ellos en numerosas ocasiones y la hemos visto encargándose de los niños en acontecimientos importantes como bodas y ceremonias. Siempre había trabajado como interna, aunque cuando los príncipes dejaron Kensington Palace y se mudaron a Adelaide Cottage, en Windsor, la niñera comenzó a vivir en una casa aparte dentro del complejo pero muy cerca. Quizá tras la operación de Kate haya tenido que volver a ocupar alguna de las habitaciones de la residencia real para poder atender cualquier contratiempo que pudiera presentarse a cualquier hora del día.
La nuera de Carlos III afronta su recuperación con fe y valentía y quiere transmitir a sus hijos en todo momento que las cosas van a salir bien. Con la ayuda de Turrión y también de su madre, Carole Middleton, espera ir avanzando poco a poco hasta su completo restablecimiento.
Desde que se emitió el comunicado anunciando que padecía cáncer, el viernes 22 de marzo, se han ido conociendo algunos detalles más. Kate escribió su discurso sola y en calma con el objetivo de parar todas las especulaciones y teorías disparatadas sobre su estado. Aún así y pese a la empatía mostrada por los medios de comunicación, los rumores no han cesado del todo.
El hecho de que la Princesa de Gales apareciera en ese vídeo luciendo un jersey de rayas que llevó en otro comunicado hace siete años ha llevado a algunos a elucubrar sobre el uso de inteligencia artificial para crear esa puesta en escena.